10 enero 2006

El recuerdo

La nostalgia instantánea, destructiva y mortal. La que te deja deshecho y sin capacidad de reacción durante unos pocos minutos. La que no avisa y llega desde la nada, sin motivo real o consciente, desde un sueño perturbador o al escuchar una música particular. La que te lleva sin preámbulos al esbozo de un sollozo interno irreprimible.Y después, suavemente se va. La nostalgia por alguien que no está, que se fue. La música, siempre es la música la que a ella me devuelve. Duele sin hacer daño, hiere sin matar y desaparece para volver. Tal vez sólo eso sea el recuerdo o la tristeza: la sorpresa instantánea al constatar la terrible presencia de una ausencia. Y tras ella, nada. Nada. Tan sólo queda la música. Y quedo, de nuevo, solo con ella.

1 comentario:

  1. Si, esa nostalgia que llega sin avisar es sencillamente demoledora.
    Y la música, compañera inseparable de esa nostalgia, de ese vacío, ya sea de personas, lugares o vivencias.
    Hace poco escribí en mi blog algo que tiene que ver bastante con lo que tú dices en este post. En este caso sobre un tema de Pink Floyd. Si te apetece, te invito a que lo escuches y lo leas.

    De nuevo, saludos desde el Sur.

    P.D. Sigo leyendo tu blog y voy dejándote mensajes en algunas entradas.

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