Primero se llevaron a los negros,
pero a mi no me importó
porque yo no lo era.
Enseguida se llevaron a los judíos,
pero a mí no me importó,
porque yo tampoco lo era.
Después detuvieron a los curas,
pero como yo no soy religioso,
tampoco me importó.
Luego apresaron a unos comunistas,
pero como yo no soy comunista,
tampoco me importó.
Ahora me llevan a mí
pero ya es tarde.
Este poema al parecer erróneamente atribuido desde siempre a Bertolt Brecht y que sería obra de Martin Niemöller, se lo dedico a los diferentes sectores de la comunidad educativa y de la sociedad madrileña en general que, estando de boquilla, a la hora del café, entre bastidores, o en pequeños corrillos en contra de las políticas educativas privatizadoras del PP en Madrid decidieron ayer que no podían sacrificar una hermosa tarde de primavera para manifestarse junto a sus compañeros por las calles de Madrid, aportando así una vez más con su desidia a que todo siga igual y tenga aún un mayor margen de empeoramiento.
Hay un dicho, éste español, que también puede servir para resumir lo que opino:
A cada cerdo le llega su San Martín.
pero a mi no me importó
porque yo no lo era.
Enseguida se llevaron a los judíos,
pero a mí no me importó,
porque yo tampoco lo era.
Después detuvieron a los curas,
pero como yo no soy religioso,
tampoco me importó.
Luego apresaron a unos comunistas,
pero como yo no soy comunista,
tampoco me importó.
Ahora me llevan a mí
pero ya es tarde.
Este poema al parecer erróneamente atribuido desde siempre a Bertolt Brecht y que sería obra de Martin Niemöller, se lo dedico a los diferentes sectores de la comunidad educativa y de la sociedad madrileña en general que, estando de boquilla, a la hora del café, entre bastidores, o en pequeños corrillos en contra de las políticas educativas privatizadoras del PP en Madrid decidieron ayer que no podían sacrificar una hermosa tarde de primavera para manifestarse junto a sus compañeros por las calles de Madrid, aportando así una vez más con su desidia a que todo siga igual y tenga aún un mayor margen de empeoramiento.
Hay un dicho, éste español, que también puede servir para resumir lo que opino:
A cada cerdo le llega su San Martín.