30 julio 2009

Postales (veraniegas) 2

Hemos pasado una semana en la isla de Mallorca disfrutando de sus playas de arena blanca y aguas (casi) transparentes, y sufriendo las hordas de turistas (incluidos nosotros) que la desbordan. En una pequeña cala rocosa con gran encanto situada al norte, una roca en mitad del agua me recuerda la enorme roca-tapón de la playa de mi adolescencia que este año, en breves día, volveré a visitar. En este caso se trata de su hermana pequeña. Pequeña para los adultos pero enorme para seis o siete niñas que no superan los siete u ocho años como máximo y que a última hora de la tarde trepan como monos experimentados una y otra vez hasta su cumbre, evitando las resbaladizas trampas que les impone la roca, encontrando huecos imposibles donde colocar sus pequeños pies desnudos para impulsarse hasta la cumbre y desde allí tirarse al agua de cabeza o de pie, para emerger lo más rápidamente posible y de nuevo volver a empezar. Una y otra vez, todas, entre risas, en varios idiomas, siendo las más torpes (las mayores) animadas por las más ágiles (las pequeñas) en un juego sin fin, físico, divertido, ajeno a las convenciones habituales de género que atan a las crías desde demasiado pequeñitas a idiotas bikinis cuyas partes superiores no tienen nada que cubrir, a imbéciles vuelta y vuelta al sol tostándose para la consecución de un moreno pasivo que nada tiene que ver con la infancia, al abandono prematuro del juego físico que los chicos siguen monopolizando en competiciones absurdas que las desplazan, a las riñas de algunos adultos por ser demasiado poco femeninas…

El sol comenzó a retirarse y Carol y yo comenzamos a preparar nuestra marcha. Mientras hacíamos el petate las mirábamos y allí seguían, ascendiendo, alcanzando la cima, tirándose al mar, nadando de nuevo hasta la base de la roca, volviendo a ascender, una y otra vez, todas, entre risas, una y otra vez.

Coda: La mujer tiene un alma en extremo cotidiana y sólo es feliz zurciendo la ropa blanca o acudiendo al dancing, le horripila el genio, sólo ama lo mediocre.
Ortega y Gasset

10 julio 2009

Postales (veraniegas) 1

Paseamos por la cueva de Nerja, un espectáculo kárstico de proporciones inimaginables del que el gran público sólo puede disfrutar (¿afortunadamente?) una pequeña parte. Las estalactitas se entrelazan caprichosamente entre ellas y con las estalagmitas para conformar extraños monumentos y grutas imposibles que la imaginación trasforma en diversas formas fantasmagóricas que habitan sólo en nuestros sueños o en la peor de nuestras pesadillas. El paseo debería ser especial, mágico, uno no se puede más que sobrecoger ante esa obra de arte natural que el capricho, la calcita y el agua infiltrada durante millones de años ha creado, y que nuestros antepasados hace miles de años convirtieron en refugio y hogar ocasional. Pero es imposible. Un centenar o más de personas avanza con nosotros hacia las profundidades de la tierra, no puedo evadirme de ellos, de sus chanclas, de sus gritos, de sus risas sin sentido o sus chanzas idiotas, del tío con el torso desnudo que se queja inmediatamente por el frío, cuando cualquier imbécil puede entender que al comenzar a descender a una cueva como ésta la temperatura desciende al menos unos diez grados y la humedad se apodera del ambiente, de la gorda del bañador con sus tres retoños y sus chanclas que tras dar el primer paso dentro de la cueva despotrica contra ella y recuerda a todo el que quiera escucharla su pretendida claustrofobia, de las cámaras de fotos y de vídeo, tantas que parecen superar al número de visitantes, portadas por zombis con gorra y barrigas ostentosas que convertirán en imágenes vulgares lo que la naturaleza les ofrece pero ellos no ven, críos de doce y trece años que se dedican a corretear entre nosotros toqueteando rocas que se ven mancilladas por sus irreverentes manos, flashes que surgen por doquier iluminando la oscuridad y desobedeciendo las mínimas normas de decoro y mantenimiento de una cueva natural, obreros que golpean duramente con sus martillos las juntas de un escenario improvisado en mitad de una sala para que los pijos del pueblo y los alrededores, mas las autoridades competentes, escuchen al músico de turno en un “escenario incomparable”, escenario que debiera rebelarse derrumbándose sobre sí mismo y sobre ellos si es que la justicia natural realmente existiera… Y de nuevo esa sensación que me invade, que me hace acelerar el paso y querer salir de un lugar que minutos antes me apasionaba, escapar desesperado, como ya me pasó en Praga, como en Altamira, como en Cazorla viendo aquellos pobres ciervos rodeados de tipos que fumaban compulsivamente y vociferaban en mitad del campo, como en París cuando visité Notre Dame y la muchedumbre me recordó cuando borracho atravesaba las turbas semanasanteras sevillanas y tenía que abrirme paso con codazos para caminar… Ellos no eran más que mi propio reflejo, ellos eran yo, como en el cuento aquél, turistas ociosos, despreocupados y aburridos buscando alguna excusa cultural con la que pasar parte del día antes de comer o emborracharse, aglomerándose como ratas o cucarachas ante el ocio preprogramado que la cultura nos dicta: deslumbrándose con las mismas cosas, repitiendo las mismas actitudes, con la misma superficialidad… Turistas del siglo XXI, la gran plaga.

Coda
: "Le voy a contar una revelación que he tenido en el tiempo que llevo aquí. Esta me sobrevino cuando intenté clasificar su especie. Me di cuenta de que en realidad no son mamíferos. Verá los mamíferos logran un equilibrio perfecto entre ellos y el hábitat que les rodea. Pero los humanos van a un hábitat y se multiplican hasta que ya no quedan más recursos y tienen que marcharse a otra zona. Hay un organismo que hace exactamente lo mismo que el humano. ¿Sabe cuál es? Un virus, sí, los humanos son un virus, son el cáncer de este planeta y nosotros somos esa cura".

Agente Smith. Matrix

08 julio 2009

Reloaded

Una veintena de alumnos de 1º de la ESO trabajan (bajo coacción, por supuesto) durante una clase de ese engendro llamado aquí en Madrid MAE (Medidas de Atención Educativa) que existe como alternativa a la clase de religión y que se traduce, en este caso, en que cuatro niños (en otras clases a veces son menos, a veces uno tan sólo, otras incluso ninguno) marchan a recibir su dosis semanal de adoctrinamiento y catequesis a cargo del erario público, mientras los demás se quedan en clase a cargo de un profesor (yo, por ejemplo) al que todos pagamos con los impuestos no para que dé clase de su especialidad, ni para que aporte su granito de arena educativo en la formación de las nuevas generaciones, sino para que ejerza de improvisado segurata y consiga que unos alumnos a los que habitualmente ni conoce (algo que entraña una dificultad añadida) porque no les da clases, trabajen otras asignaturas (vamos, que hagan los deberes), lean, o al menos no perturben a sus compañeros. Una herencia católica encantadora de nuestro sistema público de enseñanza. De esta forma la gran mayoría de los chicos pierden una hora a la semana en 1º, dos horas semanales en 2º, una horita más en 3º y dos espléndidas horas en 4º. Teniendo en cuenta que el calendario lectivo de nuestro país propone que el curso disponga de unos 175 días, estaríamos hablando de que los chicos que no eligen religión “pierden” al lo largo de toda su Educación Secundaria Obligatoria en torno a 210 horas. Más de 200 horas que se podrían aprovechar para que los temarios imposibles de acabar (como los de Física y Química, sin ir más lejos) fueran dados con rigor y exactitud en unas muy necesitadas horas extras semanales.

Me he dispersado, lo sé, pero en algún momento tenía que escribir ese cálculo y provocar una reflexión al que me lee. Estaba con los veinte alumnos que pierden su tiempo gracias a la cobardía de ciertos políticos en ese cosa llamada MAE. Normalmente tras media hora de un silencio más o menos conseguido, termino charlando con ellos, sobre sus vidas, sus fobias con la asignaturas, su proyecto de futuro educativo o algunos aspectos sociales que me parecen relevantes poner encima de la mesa para que se vayan planteando pequeñas disyuntivas éticas. Ese día realizo una pequeña encuesta. Pido que levanten la mano aquellos que dispongan de un televisor en su habitación. Son niños y niñas que acaban de cumplir en su gran mayoría 12 años. Una marea de brazos se alza de inmediato. Todos menos uno tiene un televisor en la habitación y, por supuesto, no solo para jugar a la consola sino con conexión a la TDT o la televisión analógica. Es decir, a la Play o la Wii, a la PSP o a la Nintendo DS, al móvil y al ordenador con conexión a Internet, estos chicos unen la posibilidad de disfrutar de la excelsa y cultural parrilla televisiva de nuestro país en la soledad de su habitación. Después sólo me hace falta comentar de manera jocosa que por lo menos no encenderán la tele o el ordenador por la noche, o que apagarán el móvil para dormir, para que aparezcan múltiples comentarios absolutamente escandalizados ante la somera posibilidad de desconectarse del móvil por la noche (siempre le puede llegar un mensaje de un amigo, o amiga, o novio, o novia a las tres de la mañana que debe ser inmediatamente contestado). Por otro lado varias voces se alzan orgullosas fardando de jugar a la Play o ver la tele a las tantas sin que los panolis de sus padres se enteren de nada.

Sólo uno levantó la mano para decir que no tenía televisión (ni por supuesto Play u ordenador) en su cuarto. Rápidamente la masa lo devoró con risas y comentarios hirientes que trataban de transmitirle lo idiota que les parecía y lo tristemente impopular que era. Poco cool, aunque sea de los pocos que lee y se expresa oralmente de manera correcta.

No me costó mucho desviar la atención de la jauría vacilando a la mayoría y haciendo que se rieran de sí mismos como sólo los críos de esa edad se pueden permitir. Después el sonido del timbre significó que mi presencia ya no era bien recibida en ese aula y que los pequeños depredadores esperaban otra pieza para ver si podían catar carne de profe esa mañana.

Me molestan los falsos recuerdos, no soy nada proclive a esa nostalgia imbécil y mitificadora que tanta gente de mi generación muestra sobre su infancia y adolescencia. Mis amigos (que no fueron pocos ni del mismo extracto social) casi nunca cogieron un libro a no ser que fuera estrictamente necesario, ya se jugaba mucho al ordenador a los 15 años, los colegios e institutos no eran tan diferentes respecto a las actitudes y maneras de relacionarse de los chicos a los de ahora. Pero están los detalles, las pequeñas diferencias que generan los abismos generacionales con evidentes consecuencias sociológicas. Y éste puede ser uno de ellos. Tremendamente significativo.

Un televisor en cada cuarto. A los 12 años. Eso, objetivamente, no es bueno para la formación de un niño. La televisión emite demasiada bazofia que ya aliena diariamente a los adultos para no entender el daño irreparable que hará en las mentes de estos críos. Es dañino para la salud mental de los niños aunque evidentemente permita a los padres vivir mejor sin polémicas estériles y disfrutando de la soledad del salón para ver en su propio televisor lo que a ellos les da la gana sin tener que autoimponerse una censura necesaria si estuvieran compartiendo esa visión con sus hijos. La imagen sí es nueva. Diferente. El niño no es que no duerma ni descanse lo que debe porque se queda con sus padres viendo las serie o la película de turno hasta las tantas. No. Se acuesta modoso, temprano, se encierra en su cuarto y conecta sus cachivaches tecnológicos. Es entonces cuando comienza su otra vida, la que para él tiene sentido, la verdadera: la vida en Matrix

29 junio 2009

La noche

Más allá de las tres de la mañana. Las calles de Madrid están atestadas. Jóvenes y no tan jóvenes deambulan como zombis en busca de un refugio donde agotar sus ansias finales de alcohol y diversión. La ciudad los rehuye como a leprosos, las puertas de los garitos están ya medio echadas, la música aún resuena pero la amenaza ya se deja sentir en el interior mediante luces insidiosas que de repente iluminan lo que nunca debió ser otra cosa que oscuridad; los porteros o dueños, con caras de circunstancias, aluden a unas normas que obligan al cierre sin tener en cuenta ni el clima ni el espíritu necesariamente trasnochador de una ciudad viva. Los refugios escasean, los pocos bares con licencias especiales de apertura están atestados y en su exterior decenas de personas suplican pasar a por su último anhelo, la quimera final, la última posibilidad de que esa noche sea la noche, no una noche más en la que el alcohol de nuevo invada lentamente la sangre y el letargo se imponga de manera ventajista y cobarde a la excitación que inicialmente el dulce líquido proporcionó. No, aún la noche puede ser la noche, esa noche que genera recuerdos, anécdotas, encuentros inesperados, conversaciones emocionantes o descubrimientos insospechados. Un último intento, una tentativa más que sólo un despreciativo Caronte con músculos y mirada maliciosa puede ofrecer. Y mientras él elige a los afortunados que podrán darse esa última oportunidad los demás continuamos nuestro triste caminar.

Cada vez más en silencio, con menos risas, con más cansancio, hasta esa última esquina desolada donde la despedida es un tanto forzada, casi sin palabras. La peor de ellas, la impuesta por otros, por las circunstancias, por una ciudad terminal que envejece por días, más segura y más silenciosa.

Esa noche, esta vez, no fue la noche.

03 junio 2009

Rigor periodístico

Hace unos días en dos periódicos diferentes aparecían sendas noticias sobre la utilización en el aula de las nuevas tecnologías en la educación por parte de los profesores de secundaria

Así presentaba el gratuito ADN la noticia. Era espectacular: el 70% de los profesores ya estaba adaptado a los nuevos tiempos. Eso significaría que España se situaría a la cabeza del mundo en el uso de estas novedosas técnicas educativas. Un dato brutal.


Ese mismo día Público se hacía eco del mismo informe (que está señalado con color en ambas noticias para comprobar que las informaciones provienen de la misma fuente) pero desgraciadamente reducía el tanto por ciento de profesores "tecnologizados" a un más triste (aunque incluso excesivo) 30%. Eso sí, simplificando al máximo la información en un patético titular y reintroduciendo al PC en el aula (uno se imagina al pobre profe arrastrando un 486 por los pasillos del instituto)


¿Qué falla? ¿Quién tiene razón? Igual es que ambos periódicos en su afán reduccionista adelgazan la información hasta hacerla contradictoria mediante titulares grandilocuentes. Si uno se va a la fuente original se encuentra con que:
  • Más del 70% de los profesores utiliza las nuevas tecnología y el 26,40% lo hace semanalmente.
Y más o menos eso se puede entender cuando se empieza a leer el interior de las noticias. Porque dentro de ese 70% estará el profesor que ha puesto a sus alumnos un video de youtube o una animación de algún fenómeno estudiado al final de curso, para pasar como mejor se pueda esos cansino últimos días. Pero eso no significa que utilice las TIC para su trabajo de manera habitual. Algo que se reduce a un más lógico 26% cuando se habla de uso semanal.

¿Tan difícil es escribir un titular atractivo, informativo y riguroso?

29 mayo 2009

Fracasando

Primero se llevaron a los negros,
pero a mi no me importó
porque yo no lo era.

Enseguida se llevaron a los judíos,
pero a mí no me importó,
porque yo tampoco lo era.

Después detuvieron a los curas,
pero como yo no soy religioso,
tampoco me importó.

Luego apresaron a unos comunistas,
pero como yo no soy comunista,
tampoco me importó.

Ahora me llevan a mí
pero ya es tarde.

Este poema al parecer erróneamente atribuido desde siempre a Bertolt Brecht y que sería obra de Martin Niemöller, se lo dedico a los diferentes sectores de la comunidad educativa y de la sociedad madrileña en general que, estando de boquilla, a la hora del café, entre bastidores, o en pequeños corrillos en contra de las políticas educativas privatizadoras del PP en Madrid decidieron ayer que no podían sacrificar una hermosa tarde de primavera para manifestarse junto a sus compañeros por las calles de Madrid, aportando así una vez más con su desidia a que todo siga igual y tenga aún un mayor margen de empeoramiento.

Hay un dicho, éste español, que también puede servir para resumir lo que opino:

A cada cerdo le llega su San Martín.

28 mayo 2009

Asambleando la educación

Tarde calurosa en una sala atestada, la educación se debate entre sollozos de niños cuyas lágrimas parecen expresar mejor que nuestras palabras la problemática que allí nos reúne; discursos trasnochados agotan a los oyentes, la retórica marxista huele a viejo muerto a los que la entienden, y suena a inaguantable sermón de la montaña a las nuevas generaciones. Da igual que exprese correctamente la lucha que queremos mantener, los nuevos tiempos exigen nuevas formas de expresión y transmisión de ideas que la izquierda aún no ha encontrado. Las horas pasan y el libre turno de palabra anima el alicaído ambiente, todo se reviste de gravedad extrema, se buscan fórmulas para conseguir que los otros atiendan a nuestras razones, entiendan que jamás, en treinta años de democracia, ha habido un ataque tan brutal, sistemático, coherente y destructivo a los servicios públicos como el que está sucediendo en la Comunidad de Madrid desde hace ya demasiados años. Y el proceso se está acelerando. Dramáticamente. Nos intentamos animar mediante gritos de guerra y cantos a la unidad, pero en el fondo de todos nosotros nos invade la certeza de que la solución no está cerca, y tal vez ni siquiera sea ya posible. Luchamos contra gigantes y como hijos de nuestra sociedad la persistencia en la consecución del objetivo no entra dentro de nuestras cabezas. Si la satisfacción no es inmediata el desánimo cunde y retrocedemos a nuestra infancia refunfuñando absurdamente y escondiendo la cabeza debajo de la almohada global. Todas las intervenciones levantan aplausos, el acto onanista se acerca al orgasmo colectivo, allí estamos los convencidos y nos contamos lo que ya sabemos. La utilidad, al menos, es no saberse solo. Pido el turno de palabra y ataco de lleno a los sindicatos, cuyos máximos representantes (en el sector educativo) de Madrid están presentes en la sala y han soltado sus patochadas habituales recubiertas de retórica guerrillera. Manda huevos, llevo meses incidiendo en que más allá de los sindicatos es la falta de organización social y la ausencia de liderazgo y compromiso de los profesores con su profesión la que permite en parte la sensación de impunidad con la que la Administración trabaja. Pero tampoco los sindicatos pueden eludir su cuota de fracaso y ya se iban de rositas. Por ahí no paso. Me levanto y ataco. A la yugular. Contra CCOO y UGT. Me responde airada una sindicalista que parece respetable, con trayectoria real de trabajo en pos de mejoras educativas. El líder de UGT cuenta su batallitas de antaño (seguro que corrió delante de los grises) ante el desconcierto de un público que no sabe qué coño les está contando el tipo ése. En un aparte al final una representante de IU en la Asamblea de Madrid me cuenta la situación real de soledad de dicho partido cuando propone soluciones al tema de la educación desde una perspectiva de izquierda . Me cuenta con rabia el ominoso y constante silencio de un PSOE corresponsable final de la situación actual, tanto en la Comunidad como en el Gobierno central, cuya lamentable LOE, una de las más pésimas que se han hecho en el ámbito educativo, deja la puerta abierta a los desmanes actuales en Madrid.

Dejamos a algunos amigos y compañeros encerrados en el instituto. A lo largo de toda la Comunidad, a la misma hora, se están encerrando gente en 33 institutos como medida de protesta contra la privatización y el desmantelamiento de la educación pública. Cerca de las once de la noche llegamos a casa. Miramos los periódicos digitales. No hay noticias de nuestras actividades. Debe haber noticias más importantes esa tarde en Madrid. Las hay: manifestación de perros en el Retiro.

Esta tarde a las 18:30 volvemos a las calles de Madrid para defender la escuela pública.

Buscad noticias nuestras entre las múltiples informaciones sobre el triunfo del Barcelona en la Champions. Igual después de lo de los perros. En los periódicos andaremos en las páginas locales, cerca de la zona de los anuncios de prostitución (¿o eran de contactos?)

25 mayo 2009

Todo puede "mejorar"

Leído en El País, aunque está disponible en varios periódicos digitales:

La Comunidad de madrid puntará con estrellas a los institutos

Pues nada. En tres años tendremos la nueva guía Michelín de los centros educativos de Madrid. Podemos echar la imaginación a volar y prever informaciones como las siguientes:

Instituto A: 7 estrellas. Centro de primera. Ningún inmigrante de bajos recursos ni alumnos con problemática sociofamiliar Sólo clase media, media-alta. Trilingüe en Alemán, Chino y Swahili. Cuota de entrada "voluntaria" de 1000 euros. Financiado con fondos públicos.

Instituto B: 3 estrellas. Acaba de convertirse en centro concertado. Aumenta en una estrella su ranking desde que implantó las clases obligatorias de danza clásica y flauta travesera. Posibilidades de mejora. Mantiene un convenio con la administración para enviar a los alumnos más problemáticos al Instituto C, mucho más adecuado para su (des)formación y (sub)desarrollo.

Instituto C: 1 estrella. Centro en franca decadencia. Acepta inmigrantes de todo el espectro socioeconómico y sobrevive a duras penas en un entorno socio cultural depauperado. No tiene programa de bilingüismo, por lo tanto no tiene mecanismo natural de segregación del alumnado. Sin activades extraescolares, los fondos disponibles se utilizan para programas de apoyo a alumnos con desarraigo familiar.

Una lúcida reflexión sobre la nueva ley del aborto

Los que me conocen saben que no es un tema sobre el que tenga una postura extrema, ni siquiera clara. Me genera dudas personales, propias. Que no pueden servir de coartada para negar un derecho a las mujeres ante un futuro no deseado.

Esta carta al director de 20 minutos está escrita por una menor. Se puede argumentar más, hacer más aspavientos, gesticular verbalmente hasta el hastío. Pero poco se puede añadir ante argumentos tan contundentes expuestos con tal sencillez

Sobre el aborto

Supongo que ésta será una de las primeras cartas enviadas a un periódico por una chica menor de edad y, sin embargo, creo que somos nosotras quienes tenemos que tomar cartas en el asunto del aborto. Siento mucho oír a gente mayor y a hombres hablar de ello sin darse cuenta de que la ley del aborto nos afecta a nosotras. Se apela a los sentimientos. Yo apelo a la razón. Las nuevas leyes sólo pueden beneficiar a las mujeres que deseen abortar, lo cuál no obliga a nadie a hacerlo. Simplemente ampara a un sector ya de por sí desprotegido. Conlleva riesgos, como cualquier práctica médica, pero más peligroso sería si se practicara clandestinamente. En cuanto al límite de edad y a la información de los padres, aquellos que estén seguros de la educación que han dado a sus hijos no deben temer que ellos les oculten nada, y aquellos que no han estado a la altura, no deben exigir ser informados. Estas leyes limitarán la gerontocracia y darán más autonomía a las mujeres jóvenes. pero nuestras opiniones no interesan porque son mayoría, sólo interesa reflejar los pocos discordantes.

Venina Svetli (Madrid)

(Las negritas son mías)

23 mayo 2009

Preguntas sin respuestas (mayo 2009)

  • ¿Qué sentido tiene hacer una huelga fantasma, que (casi) nadie conoce, (casi) nadie realiza pero (casi) todos opinan que debería hacerse de otra manera? ¿Por qué esas otras maneras nunca son propuestas por los que tanto critican, o las que proponen son directamente irrealizables por estrambóticas y exageradas?
  • ¿Por qué no me creo y me parecen tristes acomplejados los profesores que están exigiendo siempre medidas diferentes de las tomadas en las reivindicaciones, motivo por el cuál jamás se suman a ninguna de las (pobres) maneras de reivindicar que otros proponen?
  • ¿Escucharé en la COPE, leeré en ABC y La Razón, o escuchare en los políticos del PP y entre la jerarquía religiosa la necesaria indignación por los miles de abusos sexuales, físicos y psicológicos cometidos en los centros religiosos católicos irlandeses? ¿Esa indignación será similar a la mostrada ante la futura ley del aborto? ¿O entre los católicos sólo importan los no nacidos para después dejarlos (nunca mejor dicho y con la peor intención) en las manos de dios y sus secuaces?
  • Si como dice la ministra Aído un feto es un ser vivo pero no un ser humano… ¿Ese ser vivo de qué especie biológica es?
  • Cuándo los tertulianos liberales en particular y los españoles en la barra de un bar en general, despotrican contra los funcionarios y su número excesivo, ¿qué quieren decir exactamente? ¿Que quieren menos médicos, policías o profesores? ¿Que quieren que los servicios que ellos prestan se traspasen a empresas privadas? ¿O que dependan directamente de los vientos cambiantes de los políticos de turno? ¿Seguro? Parafraseando a un buen amigo mío: afinemos, señores, afinemos…
  • ¿Cuál debe ser el motor de las relaciones paterno filiales y familiares en general? ¿La lealtad o la honestidad? Necesito un post para discutir esta idea.
  • ¿Todos los amigos que respiran deben ser aventurados iletrados, nobles hombres de acción? ¿Y todos los erróneamente llamados intelectuales han de ser pedantes gafapastas? Al final parece que nos quedamos con Tom Doniphon mientras admiramos a Greenaway. Paradojas.
  • ¿Cómo es posible que España se hagan más películas por persona que en EEUU, y que de las 173 películas que se hicieron el año pasado 46 no se hayan estrenado y 24 tuvieran menos de 100 espectadores? ¿No debería llevar a una reflexión sobre el modelo de subvenciones actual (no hablo de eliminarlas por completo)? ¿Nadie se pregunta cómo en este país hay tanta operas primas de jóvenes directores que jamás vuelvan a poder hacer una segunda película? ¿Alguien recuerda más de tres nombres de directores españoles de menos de 40 años que no sean Amenábar y (el desaparecido) Fernando León de Aranoa ?
  • ¿Nadie ha notado la extraña contradicción que supone la defensa analfabeta de la mayoría de los actores del cine español del (más culto y profundo) cine europeo en contraposición con el (palomitero y superficial) cine americano, mientras reivindican invariablemente (todos, siempre) como referentes propios a los ya desgastados (y muy europeos, como todos sabemos) Brando, Newman, de Niro y Al Pacino?
  • ¿Para cuándo un ensayo riguroso y significativo sobre los mecanismos y resortes del miedo y la inseguridad en la sociedad occidental, y la extraña facilidad para mantenerlo en segundo plano, latente siempre, dispuesto a ser activado según necesidades varias? ¿Crisis? ¿Virus mortales?... La semana que viene gran final de la Champions