06 enero 2012

Un año de libros (2011)

Estos son los libros nuevos (sin contar relecturas) que leí este año:
  • Traficantes de información - Pascual Serrano. Un ensayo imprescindible para conocer el monopolio mediático que ejercen unas cuantas empresas en nuestro país, sus interrelaciones y sus relaciones con el mundo de la banca. Sólo conociendo quién está detrás de la información que nos llega podemos empezar a intentar comprender el mundo.
  • La imagen. Análisis y representación de la realidad - R. Aparici, A. G. Matilla, S. Osuna, J. Fernández. Un ensayo tremendamente valioso en el que se ofrecen algunas de las claves que se deben tener en cuenta para poder interpretar críticamente las imágenes audiovisuales que nos bombardean, así como su papel fundamental como representación (ideológica, siempre ideológica) de la realidad.
  • Desinformación - Pascual Serrano. Otro ensayo de este periodista que lleva años denunciando las miserias de los grandes medios de comunicación españoles. Con una estructura que bebe del ya clásico Los Guardianes de la libertad de Chomsky y Herman, analiza cómo se (re)construye y se conforma la opinión publica española sobre diferentes asuntos nacionales e internacionales. Muy valioso para evitar posiciones acomodaticias sobre temas controvertidos.
  • Comunicación y poder - Manuel Castells. Obra (ya) de referencia de un sociólogo muy prestigioso. Se trata de un ensayo (tochaco) que analiza rigurosamente pero de manera accesible los cambios que se están produciendo en el mundo de la comunicación social, haciendo hincapié en la importancia de lo que él llama autocomunicación de masas, es decir, el uso de las redes sociales e Internet en general por parte de unos ciudadanos dispuestos a convertirse en protagonistas y no sólo receptores de la comunicación. ¿Excesivamente optimista en relación a su potencial?
  • El documental- Jean Breschand. Ensayo sobre del documental que repasa la historia y las diferentes posibilidades que ofrece este género a través de algunas de sus figuras más relevantes.
  • Desvíos de lo real: el cine de no ficción - Antonio Weinrichter. Complementario al ensayo anterior, el autor en este caso se centra e identificar qué cine documental se ha hecho y se está haciendo a partir de la tesis de que dentro de este tipo de cine fronterizo es donde se respira mayor libertad formal y temática para desarrollar nuevas ideas y cambiar los presupuestos desde los que se crea.
  • Configuración y gestión de plataformas virtuales - Sara Osuna. Una especie de manual de instrucciones para comprender el sustrato en el que se asientan las plataformas virtuales de la red, tanto las oficialmente educativas como las otras. Con un enfoque decididamente constructivista expone someramente las teorías pedagógicas y del aprendizaje más importantes, a partir de las cuales se diseñan estas plataformas, centrándose en el papel final del usuario: su capacidad para construir conocimientos, para ser tan sólo un receptor pasivo, su lugar jerárquico en ellas…
  • ¡Indignaos!- Stephane Hessel. El que se convirtió en panfleto viral de este año es un librito sumamente intrascendente, carente de ideas brillantes o alternativas creíbles, aunque la intención con la que fue escrito resulte loable y necesaria. Su gran acierto: el título, ya que sintetiza a la perfección el sentimiento colectivo de una ciudadanía hastiada de vivir con el miedo en el cuerpo y someterse gustosa a una asunción de culpas que se resiste a aceptar.
  • Michael Haneke: la disparidad de lo trágico - Juan A. Hernández Les. Un estudio sobre el cine de uno de los directores que más me ha impactado en los últimos años. Más allá de los convencionalismos típicos de este tipo de obras, el autor consigue aportar personalidad y hondura a sus opiniones haciendo que su lectura tenga valor por sí misma, más allá de Haneke.
  • Richard Yates - Tao Lin. El autor se embarca en la descripción de la nueva banalidad de las relaciones de la adolescencia y la juventud actual con las redes sociales como marco necesario y decisivo de las mismas. A alguien le leí que uno de los grandes aciertos de esta novela era también hacer visible la miseria y futilidad de los pensamientos que nos asaltan a cada segundo en nuestras cabezas. Estoy absolutamente de acuerdo. Una novela extraña que ha despertado demasiadas filias y fobias predeterminadas por las guerras de trincheras literarias.
  • Historias de cronopios y de famas - Julio Cortázar. Leer a Cortázar de nuevo es comprobar cómo mantiene su frescura y su vigencia. Qué más se puede decir a estas alturas que no se haya dicho ya sobre él. Algunos de los cuentos son maravillosos.
  • Las pseudociencias… ¡vaya timo! - Mario Bunge. Colección de artículos del filósofo argentino en los que describe y desmonta diferentes formas de pensamiento mágico mediante una delimitación más estricta de lo que debe ser considerado ciencia. Los artículos, escritos a lo largo varias décadas, son un tanto redundantes entre sí pero no por ello deja de ser recomendable su lectura.
  • Sonríe o muere, la trampa del pensamiento positivo - Bárbara Ehrenreich. Ensayo divulgativo que trata de criticar esa corriente de pensamiento positivo que arrasa en EEUU, que se ha extendido también por Europa y que se utiliza como elemento represor de quejas sociales y laborales. Su gran valor es defender el derecho al cabreo. Defiende la necesidad de un análisis crítico y racional de las situaciones personales para poder encontrar solución a los problemas, alejándose de interpretaciones meramente personalistas en una sociedad donde todo los que nos rodea también no termina determinando.
  • Alma - Javier Moreno. Utilizando esa manera de escribir totalitaria, cortante y descriptiva del Autorretrato de Levé, la novela se desliza hacia nuevos territorios que rompen las fronteras clásicas que delimitaban los espacios de la intimidad, ahondando en una sobreexposición del yo, leitmotiv de nuestra época. Se termina convirtiendo en una novela que crece con el tiempo en la memoria. Muy recomendable.
  • Pantallas depredadoras: el cine ante la cultura audiovisual - Varios autores. Una serie de artículos que intentan interpretar las nuevas formas de evolución del cine en esta época digital. Mutaciones y variantes que hacen que muchas de las creaciones que se realizan  entren difícilmente dentro de las categorías clásicas e incluso que puedan ser interpretadas bajo los antiguos paradigmas. Interesante aunque necesariamente irregular.
  • Profesores indignados - Fernando Gil Villa. Un panfletillo oportunista que utiliza el manoseado término indignado para criticar superficialmente el estado de la Universidad española y plantear patéticas formas de resistencia pasiva, consistentes básicamente en trabajar lo menos posible y atender a las obligaciones impuestas de manera dócil pero sin compromiso. Destila ese espíritu rancio y detestable de lo peor del funcionariado, ése que suele ser utilizado de manera indiscriminada contra un colectivo fundamental de nuestra sociedad.
  • El hacedor (de Borges), remake - Agustín Fernández Mallo. Terrible. No hay por donde coger esta colección de sandeces pretendidamente ingeniosas. Fernández Mallo hace mucho que no escribe nada que me interese y salvo algún relato que se puede salvar del naufragio el resto es de una inanidad estremecedora.
  • Mala ciencia - Ben Goldacre. Una ensayo espléndido e imprescindible para culturizar científicamente a esa gran masa social que cree vivir de espaldas a la ciencia, sólo para ser engañada en cuanto se convierte en objetivo de las agresivas campañas de productos que venden milagros científicamente “comprobados”. Está centrado principalmente en el mundo de la medicina y por ende en el uso engañoso y peligroso de los complementos dietéticos, la homeopatía, etc. Denuncia las campañas antivacunación y el uso fraudulento de la estadística para asegurar resultados “clínicamente probados”
  • Tocarnos la cara - Belén Gopegui. Una de las novelas menores de la autora. Engancha y sumerge al lector en el mundo del teatro alternativo con pretensiones de cambiar el mundo. Con personajes creíbles y muy humanos, la novela deja el sabor agridulce de una realidad que siempre se impone sobre los sueños y anhelos.
  • Neoliberalismo, una breve introducción - Manfre B. Steger y Ravi K. Roy. Ensayo que muestra las diferentes maneras en las que los principios neoliberales han sido puestos en práctica en las últimas décadas a escala internacional. Más de allá de utopías teóricas y planteamientos estéticos, la realidad muestra con contundencia a quién beneficia la aplicación de estas ideas y quiénes son siempre los más perjudicados.
  • Mutaciones del cine contemporáneo - Jonathan Rosenbaum y Adrian Martin (coord.). Curioso ensayo que recoge las relaciones epistolares entre diferentes críticos cinéfilos de diferentes partes del mundo, a través de las cuales nos muestran sus filias y sus fobias e intentan aclarar los nuevos caminos por los que transita el cine en la actualidad, fuera de los márgenes habituales de la industria.
  • Matadero 5 - Kurt Vonnegut. Descacharrante, insólita, fresca y en algunas ocasiones surrealista novela de culto que no ha perdido un ápice de su frescura con los años, manteniendo intacta su potencia como crítica antibélica y como crítica social.
  • La casta - Daniel Montero. Intrascendente ensayito, pésimamente escrito, que sirve para recordar las relaciones putrefactas de los políticos a la hora de colocarse a sí mismos y sus familiares y afines en diferentes puestos de las diferentes administraciones. Deja mal cuerpo pero no descubre nada que no sepamos y tampoco plantea ninguna alternativa o solución.
  • Estética del cine- Jacques Aumont, Alain Bergala, Michael Marie, Marc Vernet. Ensayo sesudo sobre el lenguaje cinematográfico, centrándose en los aspectos técnicos y la ideología que conllevan en la construcción de significado. Por momentos excesivamente árido.
  • Discurso sobre la servidumbre voluntaria- Etienne de La Boétie. Obra clásica que analiza y critica las razones por las que la masa termina optando gustosamente por la sumisión al poder antes que por la responsabilidad en el ejercicio de su libertad. Brillante.
  • Mystere marker: pasajes en la obre de Chris Marker - María Luisa Ortega y Antonio Weinrichter (editores). Ensayo construido a través de diferentes aportaciones críticas que analizan la obra de ese artista audiovisual que es Marker. La visión de sus obras se complementa a la perfección con este primer acercamiento teórico superficial al análisis de sus películas y documentales.
  • El país del miedo - Isaac Rosa. Asombrosa y exhaustiva disección de los miedos que acosan a un ciudadano occidental de clase media Es elogiable el esfuerzo del autor en una labor que se puede catalogar de científica. El problema es que se trata de una novela, no un ensayo, y como tal, su propia estructura imposibilita la evolución de unos personajes que se muestran planos y acartonados, sin aristas, bidimensionales, clichés arquetípicos que empobrecen el escrito. La lectura termina siendo un tostón. Una pena.
  • La conexión Williams- Spielberg- Varios autores. Una a una son analizadas las bandas sonoras que el genio de John Williams ha construido para ilustrar y realzar las películas de Spielberg. La lectura de las características de cada una de ellas es un paseo interior por una parte muy feliz de mi adolescencia en la que estas músicas consiguieron emocionarme como pocas cosas posteriormente han conseguido. Emocionante.
  • Moro - Daniel Ruiz García. Las primeras páginas nos embarcan en una patera repleta de personas que en la oscuridad de la noche arriesgan su vida, en aguas del Estrecho, en busca de una oportunidad para mejorar sus vidas. La descripción de ese viaje infernal es de lo mejor que ha escrito el autor y seguramente lo más emocionante que he leído este año. Posteriormente, la novela se decanta por un relato más periodístico que expresionista que narra el ascenso de Hassan, el moro del título, dentro de un mundo sórdido donde deja de haber espacio para principios morales. Muy recomendable.
  • Algo va mal - Tony Judt. Un ensayo urgente que más que tratar de profundizar en la crisis y sus consecuencias recuerda al lector los logros fundamentales que las socialdemocracias han conseguido a través de la implantación de los estados de bienestar, incidiendo por tanto en lo que no debemos perder. De lectura amena y sin dejar de señalar las incoherencias y defectos de estos estados de bienestar, incide en una idea que se antoja fundamental: en este momento histórico la izquierda, más que revolucionaria, debe hacerse conservadora, para poder preservar en estos tiempos de crisis y de tsunami neoliberal los derechos sociales adquiridos durante las décadas anteriores
  • Razones para la rebeldía- Guillermo Toledo y Pascual Serrano. Una larga entrevista-monólogo donde el actor expresa lo que piensa sobre asuntos sociales, económicos y políticos, de manera sencilla, nada pretenciosa y desde la humildad del activista que se sabe señalado por su popularidad mediática. Resulta interesante comparar esta falta de ganas de protagonismo que muestra el personaje y la naturalidad con la que expresa sus ideas con la imagen que de él han ido construyendo los medios de comunicación de masa de este país.
  • Hay alternativas - Vincenç Navarro, Juan Torres López y Alberto Garzón. Ensayo económico escrito con urgencia y tensión que expone las alternativas económicas que la izquierda real plantea al dogma neoliberal que nos envuelve. Publicado en papel y distribuido gratuitamente a través de la red, es un texto de enorme utilidad para despistados que aún creen que la economía hay que entenderla como ciencia exacta y no como ciencia social, sujeta siempre con mayor facilidad a los vaivenes de la ideología.
  • El oficinista- Guillermo Sacomano. Corta, intensa y agria novela. Las desventuras de un oficinista en una sociedad futurista que se encuentra a la vuelta de la esquina de tu calle. Deja poso. Incomoda a ratos. Recomendable
  • Las series de ficción en la era de la Post-TV- Enric Ros. Ameno ensayo que profundiza de manera (pretendidamente) caótica en el mundo de las series de televisión (norteamericanas). Escrito por un guionista apasionado por estas nuevas-viejas formas de relatos de ficción por entregas, transmite pasión y conocimiento. Por otro lado sirve para empezar de nuevo a delimitar con precisión las fronteras entre cine y televisión, tras unos años donde las series televisivas se han convertido para muchos en el paradigma audiovisual por excelencia..
  • El mapa y el territorio - Michel Houllebecq. Aunque la novela es atractiva y engancha al lector no alcanza, en mi opinión, los niveles de sus otras obras.  De estructura más clásica aunque no por ello menos subjetiva, se introduce en el mundo de la crítica del arte para aportar su visión al tiempo que el autor se autoimpone como personaje en un extraño desdoblamiento con el que parece reivindicar su humanidad.
  • Miedo - Carlo Mongardini. Un interesante ensayo que analiza el miedo como una de las emociones fundamentales en la conformación de la sociedad. Relaciona lo racional con la civilización y la cultura mientras considera el miedo como la emoción  que se erige en motor social en aquellas épocas donde la civilización y la cultura entran en decadencia.
  • Vivir y morir en LavapiésJosé Ángel Barrueco. Narración construida a través de estampas que muestran un día cualquiera en el barrio madrileño de Lavapiés. El autor construye un mundo coral rico en matices que recoge el espíritu del barrio mediante un montaje acelerado que le otorga una gran dinamismo, aunque el precio a pagar sea una notable falta de profundidad. Pierde algo de interés con el paso de las páginas.

01 enero 2012

Un año de cine (2011)

Éstas son las películas nuevas (no tengo en cuenta las revisiones) que vi durante el año que acaba de finalizar. No ha sido una mala cosecha. Aclaro, mediante la palabra cine, las que vi en pantalla grande. Están ordenadas cronológicamente según las vi.
  • Yo (2007) - ­Rafa Cortés. Una de esas rarezas del cine español que nunca ven los que sólo lo critican. Extraña e interesante. A ratos perturbadora y en general irregular.
  • Balada triste de trompeta (2010) - Álex de la Iglesia (cine). Sus títulos de apertura son de lo mejor que he visto en mucho tiempo: impactantes e informativos. La película es un desfase visual y argumental que atrae precisamente por ese exceso radical, lo que permite no tener tan en cuenta sus defectos. Lo mejor del director desde El día de la bestia.
  • Sospechosos habituales (1995) - Bryan Singer. Tras muchos años escuchando halagos sobre esta película sólo me deja un buen regusto y algunas excelentes interpretaciones. No me convencen en general los guiones tramposos. Éste tampoco.
  • También la lluvia (2010) - Iciair Bollaín (cine). El planteamiento es interesante e incluso atractivo. Tras los primeros tres cuartos de hora la película se transforma en una cosa ñoña y meliflua. Inaguantable y a ratos patética. Una pena.
  • Cisne negro (2010) - Darren Aranofsky (cine). Inquietante, perturbadora, malsana. Muchos lazos en común con La pianista de Haneke pero con personalidad propia. La locura trasciende la pantalla y te hace participar en ella. De lo mejor que vi este esta año.
  • Valor de ley (2010) - Hermanos Cohen (cine). Innecesaria, aburrida, intrascendente. Se toma demasiado en serio a sí misma. A medida que los Cohen ganan en prestigio a mí me aburren más sus películas.
  • El séptimo continente (1989) - Michael Haneke. Opera prima del director. Su retrato de esa familia que toma una decisión irreversible y la ejecuta con aséptica precisión es demoledor. Metáfora del vacío existencial de una sociedad perdida que no encuentra ningún ancla mediante la que sostenerse.
  • Incendies (2010)- Denis Villeneuve (cine). Narrada de manera fragmentaria, aunque no por eso carente de una linealidad argumental que obliga al espectador a reconstruir constantemente. Contiene secuencias que permanecen en la memoria pero termina convirtiéndose en  un dramón con tintes de culebrón que oscurece sus otras virtudes. Sigo sin cogerle el punto a una de las películas más celebradas de este año.
  • Pa negre (2010) - Agustí Villaronga. Excelente película catalana que aunque enmarcada en la época de la posguerra española, huye de los arquetipos y clichés más viciados del cine español para construir una poderosa historia que atrapa completamente al espectador. Muy recomendable.
  • El video de Benny (1992) - Michael Haneke. Terrorífica reflexión sobre la insensibilización a la violencia que genera su uso indiscriminado a través de la televisión. Imprescindible.
  • Inside job (2010) - Charles Fergurson (cine). Documental (manipulador, como todos) que muestra de manera desenfadada las causas más evidentes de la crisis, así como señala a algunos de sus culpables más directos. Interesante pero irrelevante, como muestra el día a día de la política y la economía en Occidente.
  • 71 fragmentos de una cronología del azar (1994) - Michael Haneke. Seguramente la más interesante y profunda de todas las películas fragmentarias de montaje no lineal que yo haya visto, porque trasciende lo emocional de otras para ir más allá en el análisis social.
  • La pianista (2001) - Michael Haneke. Una de las obras capitales de Haneke. Tal vez la más enfermiza de sus creaciones. Atrae y repele al tiempo, te deja atrapado en el sofá y difícilmente se va de la cabeza. Imprescindible
  • Skyline (2010) - Colin y Greg Strause. Los efectos especiales son realmente buenos, creíbles y frescos. El resto….ah, ¿pero era una película? Eso parecía. De ciencia ficción, dicen. No queda claro si son los humanos o los aliens los personajes creados por ordenador, porque es difícil creer que eso humanos planos, acartonados y patéticamente arquetípicos son actores de carne y hueso
  • Primavera, verano, otoño, invierno.. y primavera (2003) - Kim Ki Duk. Bonita pero tremendamente cansina. Pretenciosa y conservadora. Decepcionante.
  • No controles (2010) - Borja Cobeaga. Comedia española simpática, sin pretensiones. Para pasar el rato y disfrutar del gran Julián López como Juan Carlitros
  • Los cronocrímenes (2007) - Nacho Vigalondo. Un experimento sorprendente que termina enganchando. Mantiene el pulso y vuelve a poner encima de la mesas las paradojas habituales relacionadas con los viajes en el tiempo.
  • Código fuente (2011) - Duncan Jones (cine). Después de que me encantara la ópera prima de este director (Moon) esta película fue una decepción. Las aventuras del protagonista del día de la marmota intentando evitar una catástrofe, terminan siendo  reiterativas y aburridas. La resolución del conflicto no sorprende. Terminé de la guapa coprotagonista y su sonrisa melindrosa hasta los cojones.
  • Todas las canciones hablan de mí (2010) - Jonás Trueba. Ópera prima del hijo de Fernando Trueba. Película pequeña, sin pretensiones, introspectiva y reflexiva. Se agradece el tono desenfadado, ya que el material podía haberse convertido en el típico dramón. Los personajes están bien construidos y el relato en su conjunto termina siendo de alguna manera un retrato generacional
  • Jesus camp (2006) - Heidi Ewing y Rachel Grady. Retrato aterrador de esa otra América, la que sólo intuimos, la profunda, analfabeta, conservadora y religiosa. La descubrimos a través de los campamentos de iniciación para niños que sirven para ejecutar singulares lavados de cabeza y articular en sus mentes una manera monstruosa de entender la religión y la presencia divina. Un documental muy recomendable.
  • Serpico (1973) - Sidney Lumet. Parece increíble que en los 70 este cine fuera el paradigma en Hollywood. Interesante, sin llegar a entusiasmar. Retrato social con calado político de la corrupción policial, como casi es imposible encontrar hoy en el cine americano.
  • Carretera perdida (1997) - David Lynch. Una barbaridad de película, repleta de giros extraños y apasionantes. Un viaje al fondo de una mente perturbada. Hermosa e inquietante.
  • El nuevo mundo (2005) - Terrence Malik. Tal vez la película que menos me haya interesado de Malik. Aún así es una excelente obra que describe como ninguna otra antes, sin artificios ni impostura, la imposible integración en culturas ajenas y el penoso precio que se paga por ello.
  • Medianoche en París (2011) - Woody Allen (cine). Se va cayendo en mi memoria a medida que pasan los meses. Allen consigue la sonrisa, como siempre, pero el uso de personajes famosos de la cultura de los años 20 es más bien forzado y repleto de clichés. Prescindible.
  • Primos (2011) - Daniel Sánchez Arévalo. Comedia agridulce de uno de los directores españoles más interesantes de los últimos años. Algunas interpretaciones son fabulosas y te deja un regusto extraño. En ella resuenan los ecos de esa extraordinaria película que es Beautiful girls.
  • 1997: Rescate en Nueva York (1981) - John Carpenter. Canalla y fresca. Cine de otra época, con aroma a videoclub y sesión de tarde de verano con amigos. Snake es un personaje que permanece en la memoria. Heredero directo de algunos de los protagonistas de las películas de Howard Hawks.
  • Transformers (2007) - Michael Bay. El polo opuesto de lo dicho anteriormente. Un truño infumable, una sucesión de despropósitos sin sentido. Narrativa y visualmente confusa sin pretenderlo y sin que tenga algún tipo de significado. Aún teniendo perfectamente presente lo que se puede esperar de este tipo de cine esta película resulta infame. Aquellos a los que les haya gustado deben hacérselo mirar. Empecé la segunda parte y la tuve que quitar a los diez minutos.Y no es algo que suela hacer.
  • Tron legacy (2010) - Joseph Kosonski. Sólo diré una cosa: consigue que la original resulte apasionante. Y durante años se ha alabado la inventiva visual de la primera Tron pero se le ha achacado (con razón) que era mortalmente aburrida. Pues eso.
  • 2013: Rescate en LA (1996) - John Carpenter. Todas las virtudes de la original desaparecen, sólo que da la reiteración de situaciones y el mismo personaje que sin evolucionar se mueve de manera cansina dentro ellas. Prescindible.
  • Diamantes de sangre (2006) - Edward Zwick. Con un planteamiento interesante que alude al tráfico de diamantes, la película se autodestruye en minutos quedando convertida en un inverosímil y coñazo viaje redentor del personaje que interpreta Di Caprio. Una cosa lacrimosa y deplorable.
  • Camino a la libertad (2010) - Peter Weir. De un director que ha hecho tantas y tan espléndidas películas en las que las emociones humanas son tratadas con delicadeza y profundidad, sorprende que los personajes sean tan planos y la falta de emoción de esta historia. Siempre queda disfrutar de sus extraordinarios paisajes.
  • Monsters (2010) - Gareth Edward. Cine independiente de ciencia ficción que intenta aportar otra visión (más intimista) al género, a través del viaje de una pareja de desconocidos por un territorio de la Tierra desolado e invadido por aliens que casi nunca se ven. Aburrida y con moralina final.
  • El desprecio (1963) - Jean Luc Godard. Excelente película de un Godard en plena forma al que se denosta por costumbre, casi de manera maniática. Siempre he sospechado que muchos de los que lo hacen apenas han visto alguna película suya. Extraordinario montaje, emocionante homenaje a Fritz Lang e inolvidable secuencia en la que la pareja protagonista habla y discute mientras ambos caminan por todos los recovecos de su pequeño piso. Un alarde técnico pocas veces igualado.
  • Winter´s bone (2011) - Debra Granick. Otra muestra más de ese cine independiente que triunfa desde hace años en Sundance. Mucha miseria, mucho drama, mucho sufrimiento, sin que el conjunto termine de convencer. Lo mejor: el ambiente rural, depresivo y empobrecido de una América boscosa que no es la que vemos habitualmente.
  • Franklyn (2008) - Gerard McMorrow. Fallida y decepcionante muestra de cine fantástico donde resuenan con fuerza los ecos de otras películas como Dark City. Su puesta en escena es espectacular pero la historia decae en pocos minutos porque se sustenta en una trama sin interés y sin gancho. Mantiene puntos de contacto interesantes de analizar con Suker Punch, otra película que vi este año. Prescindible.
  • Los tres días del cóndor (1975) - Sidney Pollack. Cine político, de ritmo pausado pero eficaz, con  buenas interpretaciones. El conjunto no termina de funcionar y la historia decae por momentos. Además contiene uno de los peores polvos de la historia del cine.
  • Next (2007) - Lee Tamahori. Con los años habrá que asumir que las ideas de Philip K. Dick no han hecho demasiado por el cine. O que el cine ha sido muy descuidado con la fértil imaginación de este escritor. Otra buena idea tirada a la basura. Interpretación penosa de Cage, nula personalidad en la puesta en escena y en la dirección y aburrimiento continuo desde el minuto diez. Ah, y por supuesto otro papel de mujer florero, histérica y llorona, con los que Hollywood honra a la mujeres.
  • El hombre de al lado (2010) - Mariano Cohn y Gastón Duprat (cine). Los directores debieron entusiasmarse tanto con su original idea de construir una película en torno a ese vecino inaguantable, raro y peligroso que todos hemos tenido alguna vez que se olvidaron de construir una trama que la sustentara. Termina siendo reiterativa y tediosa, dando vueltas en círculo sin llegar a ningún sitio. Le sobra metraje y apenas llega a los 100 minutos.
  • Una historia de violencia (2005) - David Cronenberg. Potente relato cinematográfico, con personajes fuertes perfilados con cincel, que sorprende y engancha, dejando un muy buen sabor de boca.
  • Promesas del este (2007) - David Cronenberg. Cronenberg quiso repetir la jugada sin obtener los mismos resultados. Aunque los personajes interesan, la historia está muy vista, aporta pocas novedades y está mal desarrollada y resuelta. Defrauda.
  • Sans Soleil (1982) - Chris Marker. Estamos hablando de otro cine, marginal, que se hace en las orillas del cine que habitualmente consumimos y que hay que ver desde otras coordenadas, bajo otro paradigma. Cine documental sin ínfulas de objetividad, personalista y poético. Emociona y conmueve. Y uno no sabe bien por qué.
  • Super8 (2011) - J.J. Abrams. Reivindicación de un cine que se fue para no volver. Aunque se suele hablar de homenaje y revisitación de un cine muy particular y hoy desaparecido, es también una reflexión metacinematográfica sobre ese cine ingenuo de los 80.
  • Les astronauts (1959) - Walerian Borowczyk y Chris Marker. Corto construido a través de un fotomontaje de extraordinaria originalidad. Seduce y atrapa.
  • El año pasado en Marienbad (1960) - Alain Resnais. Cine con mayúsculas que introduce al espectador en un laberinto onírico de salas, pasillos, espejos y personajes extraños. El silencio perturba tanto como la átona y redundante voz en off. El resultado es una de las películas más misteriosas, inextricables y fascinantes de la historia del cine
  • Conan el bárbaro (2011) - Marcus Nispel (cine). Era inevitable que la viera. Era inevitable que no me gustara. Nispel reconstruye de manera certera los escenarios y el ambiente de la edad Hiboria y también acierta al no reducir la violencia del mundo de Conan. Pero de nuevo, como tantas veces sucede en el cine americano, se le olvidó que hay que contar algo, una historia que emocione e interese. Un detalle: cuando para construir un guión simple como el de Conan veo a tres guionistas acreditados como tales, empiezo a temblar.
  • Palíndromos (2005) - Todd Solonz. Este tío parece sacado de otro planeta. Su visión del mundo no es la de un humano normal. Hipnótica y por momentos desagradable la película nos muestra una de las familias más inquietantes de la historia del cine: la formada por una serie de niños freaks (adoptados por una pareja modélica y compasiva) que han montado un grupo de rock cristiano; mientras sus padres confabulan para matar a un médico abortista.
  • El origen del planeta de los simios (2011) - Rupert Wyatt (cine). Alguien lo definió con mucha gracia como “el puto drama de un puto mono”. Más allá de esto lo cierto es que extrañamente la película funciona medianamente bien, incluso su metáfora social es transmitida con cierta inteligencia, por lo que sirve como revulsivo a una saga ya clásica. El rol de la mujer coprotagonista es vomitivo. Si se la compara con los monos éstos tienen mucha más personalidad y profundidad que ella aún cuando no son capaces de hablar y pensar. Sirve para mostrar una vez más como trata en este tipo de cine de Hollywood a la mujer.
  • El árbol de la vida (2011)- Terrence Malik (cine) Una de las películas acontecimiento del año. Odiada y amada por igual, defendida virulentamente por gafapastas mientras es atacada por analfabetos funcionales que se han acostumbrado a relatos en los que no tienen que pensar. Reconozco que en mi caso me dejó algo frío. Pero aún así permanece con fuerza en mi memoria por sus múltiples aciertos, visuales y narrativos, además de porque supone una experiencia cinematográfica de otro nivel. Tiene puntos de conexión con ese cine espiritual con ansias de trascendencia, que roza lo religioso, de Tarkovski, pero no alcanza su nivel.
  • No hay paz para los malvados (2011) - Enrique Urbizu (cine). Cine español de género, de calidad, con un personaje central interpretado por un inmenso José Coronado que demuestra que el problema de los actores suele ser el nivel infumable de los papeles que les dan. Más allá del ritmo lento de la historia y de ciertas incoherencias en la trama, permanecerá en el tiempo por habernos descubierto un personaje inolvidable: Santos Trinidad.
  • Piratas del caribe 4: en mareas misteriosas (2011) - Rob Marshall. Una pérdida absoluta de tiempo. Una pena que un personaje tan fresco, simpático y sorprendente como Jack Sparrow termine siendo una caricatura de sí mismo, aburrido y forzado, mientras a su alrededor las películas de la saga se llenan cada vez de más ruido, más explosiones y  más efectos especiales tratando de paliar el desastre sin conseguirlo.
  • La leyenda del tiempo (2006) - Isaki Lacuesta. Un tipo a seguir. Cineasta español que utiliza el cine documental como manera de expresión artística. Aquí consigue un retrato muy personal y conmovedor de un chaval gitano que no quiere cantar flamenco como muestra de respeto a su padre muerto y de una japonesa obsesionada con Camarón que viaja a España para conseguir su sueño de cantar como él. Hermosa.
  • Somewhere (2011) - Sofía Coppola (cine). Una vuelta al cine intimista que llevó a la directora a la fama. Una película sin pretensiones y pequeña que sorprende, ya que bajo su apariencia de superficialidad y trivialidad esconde una gran humanidad. Espléndida la niña.
  • Thor (2011) - Kenneth Branagh. En serio… ¿Por qué termino siempre viendo este tipo de bazofias?
  • Aelita (1924) - Yakov Protazanov. Rareza rusa en la que, bajo una capa de rancio didactismo comunista enfocado a comprometer a las masas en su proyecto colectivo sin permitirle la realización personal, late una historia fantástica de ciencia ficción sobre el poder y los que sufren su dominio (con puntos de conexión con Metrópolis de Fritz Lang) que se desarrolla en el planeta Marte, en unos decorados y con un vestuario fabricados sobre las bases del constructivismo y el futurismo.
  • Sucker Punch (2011) - Zack Snyder. Fallida pero por momentos hipnótica película del director de 300, que prosigue su búsqueda del impacto visual a través de mundos de fantasía cercanos al cómic y mediante el uso de un  montaje espectacular que acelera y ralentiza a su antojo. Su estructura argumental, excesivamente simple más allá de el planteamiento onírico de la historia, termina aburriendo pero la secuencia inicial la vería una y otra vez por lo que seduce y atrae
  • Tintín (2011) - Steven Spielberg (cine). Al final Spielberg siempre consigue arrastrarme al cine. Un problema de costumbres. Al menos esta vez se limita tan sólo a construir un entretenimiento sin más pretensiones, usando su enorme pericia como director de corte clásico. A ratos brillante y a ratos algo aburrida, la película termina siendo un deslumbrante artefacto cinematográfico sin alma y enormemente intrascendente.
  • Contagio (2011) - Steven Soderbergh (cine). Cine frío, aséptico, intencionadamente desapasionado, sin ninguna concesión al melodrama. Rodada con la habitual elegancia del director, la película intenta recrear de manera convincente las consecuencias sociales de una epidemia global en la actualidad. Está construida sobre una serie de personajes (sin conexión prácticamente entre ellos) a través de los que se consigue construir una foto en movimiento de las distintas etapas del contagio. Funciona por contraposición a tantas otras películas de este subgénero que suelen caer en una sobreexposición del drama y las emociones humanas.
  • Eva (2011) - Kike Mallo (cine). Con reminiscencias a Eduardo Manostijeras  (incluso en los hermosos títulos de apertura) termina resultando insustancial por la indefinición a la hora de elegir los posibles caminos que el drama plantea. Algunos personajes deambulan por la pantalla de manera patética sin saber muy bien qué hacen por allí. La niña está espléndida y en su personaje también resuenan los ecos de la Portman de Beautiful girls. Una pena porque la película contenía el germen para haberse convertido en una gran película fantástica del cine español.
  • Mulholland drive (2001) - David Lynch. Otra muestra más del genio de Lynch para construir una trama llena de giros y revueltas donde nada es lo que parece, mientras el espectador asiste a una sinfonía de imágenes surrealistas de las que no puede despegar la mirada. Las actrices están espléndidas.
  • Un dios salvaje (2011) - Roman Polanski (cine). Película sin pulso con evidentes puntos de contactos con El ángel exterminador de Buñuel. Se sostiene gracias a la interpretación de unos actores estupendos que intentan mantener en pie una película endeble que no llega a donde promete y en la que no se reconoce a Polanski en ningún momento.
  • Adiós muchachos (1987) - Louis Malle. Emocionante e intenso retrato (autobiográfico) de los años escolares franceses durante  la ocupación nazi. Conmovedora. Una joya.
  • La regla del juego (1938) - Jean Renoir. Retrato ácido en clave de comedia de esa parte de la sociedad (rica) que vive despreocupadamente la vida gracias a su posición social. No ha perdido vigencia y, sin grandilocuentes discursos, dispara cargas de profundidad a la línea de flotación del sistema de castas sociales burgués occidental.
  • In time (2011) - Andrew Niccol (cine). Reconozco que Niccol s un tipo que me cae muy bien. Su carrera es casi impecable. Sin ser un grande, es un autor que construye su propio cine, siempre crítico socialmente pero envuelto bajo una capa de cine comercial. La película es una distopía que parte de un planteamiento subversivo y claramente anticapitalista aunque termina degenerando en una película tipo Bonnie and Clyde de poco interés. Aún así deja cositas de interés en el recuerdo.
  • Rango (2011) - Gore Verbisnki. Excelente película de animación. Un homenaje entrañable y respetuoso a todos los iconos del western al tiempo que se narra una historia original. Se agradece el feísmo de los bichos y la excelente banda sonora de Hans Zimmer.
  • Attack the block (2011) - Joe Cornish (cine). Una vuelta de tuerca consciente y canalla a ET y reverso (tenebroso) de Super8. Entretiene, subvierte los códigos del género aún respetándolos y construye personajes con aristas. Un acierto. Recomendable.
  • Simone (2002) - Andrew Niccol. Una visión más dura de lo que a primera vista parece del cine de Hollywood en general, focalizándose en el mundo de los actores-estrella y en la vanidad mal llevada de los directores-creadores. Le falta consistencia (uno de los defectos del cine de Niccol) pero tiene momentos (como el del corto) realmente fantásticos.
  • The artist (2011) - Michel Hazanavicius (cine). La película de la que todo el mundo habla. Cine mudo y en blanco y negro, con ritmo. Un artefacto de precisión donde todo está calculado al milímetro para epatar a cinéfilos pendientes de sus evidentes guiños a las más famosas películas. A mí me dejó más bien frío. Me parece una película menor, un entretenimiento banal, con un discurso más conservador de lo que a primera vista parece.
  • Black death (2010) - Christopher Smith. Película directamente estrenada en DVD en nuestro país. Su historia se desarrolla en la época medieval, durante los días más duros de la Peste Negra. Uno cree que va a encontrarse con el típico relato de aventuras pero topa con una película extraña, desoladora, que muestra las atroces consecuencias de la ignorancia y el analfabetismo. Rodada con eficacia y pulso firme, su giro final redimensiona toda la historia. Un joyita a descubrir.
  • Las amistades peligrosas (1988) - Stephen Frears. Poderosas interpretaciones en un película suntuosa y decadente que avanza a empujones y se sostiene por la fuerza de sus dos personajes principales.
  • In the loop (2009) - Armando Ianucci. Terrible y demoledora sátira sobre los fontaneros de la política que manejan los hilos del mundo. Su visión te deja una sensación absolutamente agria y desoladora, porque las sonrisas que provoca se mezclan con cierta estupefacción cuando uno se descubre planteándose que mucho de lo que ve, aunque un tanto exagerado, puede estar sucediendo cada día en las más altas instancias.
  • Hasta que llegó su hora (1968) - Sergio Leone. Desmesurada, maravillosa, hipnótica, apabullante y genial. Leone es el primer posmoderno del cine. En su cine (y especialmente en esta película) referencia continuamente a los más grandes del género para homenajearlos y al tiempo subvertir su mensaje. Nadie como Ford había retratado los grandes espacios de Monument Valley  hasta que llegó Leone con esta película. Personajes desgarrados, a los que la civilización alcanza, que ven como su mundo se acaba mientras ajustan cuentas entre ellos.