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13 febrero 2015

Catarsis en la izquierda madrileña

La izquierda madrileña está en plena convulsión. Consecuencia final de la enorme putrefacción de las estructuras cerradas de viejos partidos con viejas formas de hacer política. Qué pena. Ahí está, mírala, con respiración asistida y cuidados paliativos, es IU Madrid, un nido de corruptelas, de puñaladas traperas, de enfrentamientos tribales, que nos muestran de manera dolorosa cómo los que parecieron ser distintos dejaron finalmente de intentarlo y se convirtieron en casta infame, sin ímpetu, sin orgullo, cómodos interpretando un tan irrelevante como fructífero (en el ámbito personal) papel sociopolítico en una Comunidad Autónoma en la que el PP ha campado a sus anchas, aprovechándose del voto acrítico de ciudadanos que, ante el horror que les suponía la política de tierra quemada de la derecha, buscaron desesperados el refugio de una alternativa que nunca lo fue, porque nunca pareció creerse que lo era y vivía de puta madre sin ni siquiera intentarlo. ¿Para qué ambicionar el poder si, sin detentarlo, se puede vivir toda la vida en la oposición sin jamás tener que decidir sobre nada? Recordar los últimos años de IU en Madrid sólo sirve para constatar cómo los que entienden la política como una forma de vida (su única forma de vida) obstaculizaron una y otra vez cualquier intento de regeneración interna. Nada ejemplifica mejor la inmundicia a la que llegó este partido que la elección, tras una cruenta guerra interna, de Eddy Sánchez como secretario general. Este tipo deambuló como alma en pena durante un par de años por la Comunidad sin ser reconocido por nadie como líder de nada. Hombre de paja de la vieja guardia, su “liderazgo” terminó con la aplastante victoria de Tania Sánchez en las primarias del partido, tras las que, en un último gesto de dignidad, dimitió, desapareció, sin que nadie, en ningún momento, lo echara de menos. No estaría mal conocer el grado de conocimiento que tenía Eddy Sánchez entre los votantes de IU para así entender el “valor” de su liderazgo.

Lo de la federación madrileña del PSOE, que acaba de estallar en mil pedazos, es todavía peor. Mi primer contacto con su tenebrosa realidad fue con el Tamayazo, aquel golpe de estado “democrático” que facilitó la aparición de Esperanza Aguirre en la política madrileña, esa mujer que, con el apoyo de su tribu de fanáticos, aprovechó la burbuja económica que a todos enloqueció para dinamitar los servicios públicos y convertirlos en negocio para empresarios afines.  El PSOE de Madrid durante la última década ha sido un partido zombi, dirigido por mediocres, con militantes inanes y con planteamientos políticos que en nada lo diferenciaban de la derecha más rancia (¿un ejemplo? El apoyo que el primer Tomás Gómez hizo a la enseñanza concertada. Buscad en las hemerotecas).

Los partidos que representan la izquierda madrileña han implosionado. Incapaces de soportar la presión interna que suponía por fin verse ante la posibilidad de ganar las elecciones y tener que gestionar el poder. La irrupción de Podemos ha servido para mostrar la desnudez del emperador. La ciudadanía que se piensa de izquierdas se ha cansado de votar a perdedores que estaban encantados de seguir siéndolo. La ciudadanía que vota a la izquierda ha dejado de aceptar que con sus votos se vaya a terminar haciendo la misma política que se hace cuando gobierna la derecha. Es muy simple. IU Y PSOE en Madrid provocan rechazo. Y nada tiene que ver lo que dicen ser. Sino lo que sus actos nos han hecho pensar que son. El tiempo dirá hasta donde conseguimos llegar los que ya no nos creemos nada de ellos. Puede que fracasemos. Tenemos muchas papeletas para ello. Pero en las próximas elecciones, en mayo, en Madrid, los que voten al PSOE y los que voten a IU tendrán pocas, muy pocas excusas para poder explicar el porqué de su voto. Más allá de postureos, más allá de explicaciones de salón, más allá de basuras emocionales y de críticas exarcebadas a otros actores políticos, lo cierto es que estamos a 100 días de intentar que Madrid sea gobernado de otra forma distinta. Y, desgraciadamente, para que ese cambio real se produzca, todos somos conscientes de que tanto votar a IU como al PSOE, es absolutamente inútil.

11 junio 2013

Juego de tronos en Madrid

Madrid, la tierra codiciada. La sede de la capital, el centro del poder, el núcleo del que todo se nutre. Poseer Madrid, dominarlo, someterlo y convertir su gobierno en el modelo a utilizar en el resto de los Reinos. Madrid es hoy el centro de una de las batallas soterradas más brutales de los 17 Reinos. Las diferentes familias que se reparten el poder en ellos desde hace décadas han decidido mostrar todas sus cartas y recurrir a todo tipo de artimañas con el objetivo de posicionarse de manera ventajosa para dar el golpe final y hacerse con El Desembarco del Rey patrio. Después de que durante años La Casa de la Gaviota (“los carroñeros”) dominara con puño de hierro Madrid sin que se vislumbrase cambio posible, la sorpresiva renuncia de la poderosa Esperanza Aguirre, “La Dama de Hojalata”, tras una serie de encontronazos con el actual jefe de la Casa, Mariano Rajoy, “El Rey Plasmao”, incómoda por los corsés que su propia familia le imponía y molesta por el fracaso de sus desmedidas ambiciones, ha desencadenado un efecto dominó con consecuencias imprevisibles. Los carroñeros llevan más de dos décadas controlando la alcaldía y la Comunidad en un sinergia terrible para los derechos sociales ciudadanos, pero justo cuando tras años de oscuridad parecían conseguir su resurrección a escala nacional gracias la elección del cabecilla de la Casa, Rajoy, como Rey de los 17 Reinos, la crisis en el que parecía su feudo más seguro ha abierto una brecha importante en su seno. En este momento el delfín de Aguirre, su chico de los recados, Ignacio González, “Áticus Man”, ha heredado la Comunidad sin que su nuevo liderazgo sea visto con agrado por los leales a Rajoy (al que ya intentó una vez traicionar), mientras que la alcaldía, durante años en manos de Gallardón (“Dos Caras”, íntimo enemigo de Aguirre), quedó tras su marcha en manos de Ana Botella, “La Enchufá”, esposa de Aznar, “ El Rey Loco”, el que fuera líder carismático de La Casa de la Gaviota, que la sacó de décadas de oscuridad para terminar abdicando en un inseguro Rajoy que ahora, traicionando la memoria de su antiguo jefe, no ve nada claro que Botella sea capaz de sostener la alcaldía. Por esa razón parece que desde su entorno han comenzado los movimientos para hacerla caer y sustituirla por otra candidata para las siguientes elecciones. Suena mucho para ese puesto Cristina Cifuentes, “La Rubia de Hielo”, cuyo trabajo sucio desactivando la fuerza inicial de las mareas sociales mediante la represión y la amenaza parece haberla colocado en una excelente posición dentro la Casa. Estos movimientos han despertado la ira del viejo león. Aznar, ha contraatacado dinamitando con discursos demagógicos las bases sociales que han de sostener en el futuro a un Rajoy hoy día muy debilitado.

Mientras tanto, en la antaño poderosa Casa del Puño y la Flor (“los metaprogres”) los sucesivos fracasos electorales, así como las mutuas recriminaciones han generado un enfrentamiento total entre el actual regente de la casa, Alfredo Rubalcaba, “El Caminante Blanco”, con Tomás Gómez, “El Espectro”, el verso libre (que nadie lee) de la Casa, actual líder de la familia en Madrid, que sigue sin darse cuenta de que pocos se lo toman en serio, ya no dentro de su propia Casa, sino entre la propia ciudadanía. En los últimos tiempos Gómez, viéndose acorralado dentro de su propia familia, ha decidido pasar al contraataque y construir un artificioso discurso de izquierdas con el que atacar sin disimulo a su líder, "El Caminante Blanco", Rubalcaba, a pesar de no contar con ningún respaldo dentro de la Casa. Incapaz de conseguir apoyos externos más allá de las fronteras madrileñas ha resuelto reforzar su posición de puertas hacia dentro promoviendo el ascenso de unos de sus hombres fuertes, Antonio Miguel Carmona, “La Marioneta” como posible candidato a la alcaldía. Con este movimiento ataca directamente a Rubalcaba amenazando la posición de uno de los más viejos y leales servidores de éste, Jaime Lissavetzky, “El Insulso”, actual hombre fuerte de la Casa a nivel local. A nadie podría extrañar, por tanto, conociendo la trayectoria de Rubalcaba y su extraordinaria habilidad para transitar por las cloacas del poder sin mancharse, que finalmente él estuviese detrás de la grabación hecha a Carmona en un mitin interno para miembros de la propia Casa, en la que quedaba a los pies de los caballos al confesar que en las tertulias en las que participaba en la televisión iba, en ocasiones,“teledirigido” por otros miembros fuertes de la Casa para hablar de asuntos que desconocía.

Por otro lado nos encontramos con La Casa Roja (“los trasnochaos”) cuya federación madrileña sigue inmersa en otra de sus interminables disputas internas, de esas que le sirven para impedir toda posible renovación intelectual y generacional que pudiera permitirles que se abrieran a nuevos caladeros de apoyos. Los jóvenes de izquierda asisten desolados y consternados a la autodestrucción de una Casa que sigue en manos de los viejos y domesticados lobos, Ángel Pérez y Gregorio Gordo, “Los Fósiles Vivientes”, que han colocado a un tipo del que nadie sabe nada, Eddy Sánchez, “El Hombre de Paja”, como líder nominal de la Casa mientras refuerzan su discurso conformista y anticuado, incapaces de abrirse a los movimientos sociales que se están gestando en el Reino, mientras permiten que un tipo tan indeseable como Miguel Reneses, “El Jeta”, continúe formando parte de sus estructuras de poder.

Finalmente, en los últimos años, ha surgido con fuerza una nueva familia, La Casa del Todocentrismo Populista (“los trepadores”), liderada por Rosa Díez, “La Transformista Iluminada”, antigua aspirante a dirigir La Casa del Puño y la Flor que, tras fracasar en su intento, ser desterrada y tratada como una apestada, rumió durante años su venganza hasta que levantó, piedra a piedra, en torno a su carisma y a su discurso populista, una nueva Casa aprovechándose del desencanto general de parte del pueblo hacia las viejas familias. El rumor de que podría ser la propia líder de “los trepadores” la que se presentase a la alcaldía madrileña ha puesto en jaque la política de la capital de los 17 Reinos, ha enrarecido aún más el ambiente dentro de todas las Casas y han empezado a escucharse en todas ellas ruidos de sables, previos a la gran batalla que se avecina en 2015.

Todo puede suceder. La lucha entre las Casas promete ser brutal pero la que previamente se ha desarrollar dentro de cada una de ellas será fratricida. El miedo puede hacer que El Rey Plasmao decida finalmente prescindir de La Enchufá para colocar a La Rubia de Hielo en un movimiento que enloquecería aún más al Rey Loco. Mientras, El Caminante Blanco intentará usar alguna de sus legendarias artimañas (si aún sigue regentando su Casa para entonces) para denostar a La Marioneta y conseguir que El Espectro se autoinmole antes de llegar a las elecciones para así imponer una vez más su criterio a los metaprogres, que se están hundiendo sin remisión lastrados por su irrelevancia y la falta de discurso propio. Los trasnochaos y los trepadores seguirán al acecho para recoger los frutos del descontento general aunque los primeros aún sean incapaces de decidir a quién presentarán y los segundos sueñen con que su jefa dé por fin el paso adelante y se presente a la alcaldía para por fin catar el poder que ansían.

Pero todos estos enfrentamientos se quedarán en nada si finalmente La Dama de Hojalata se decide a dar el zarpazo final a su propia familia y apoyada por sus leales propone su candidatura (a la que ni El Rey Plasmao podría negarse) a la alcaldía de la capital de los 17 Reinos… Aguirre en la alcaldía y González en la comunidad… El sueño húmedo de ciertos periodistas de la caverna... La Dama de Hojalata vería así como su modelo político, que siempre dijo que se inspiraba en el liberalismo se parecería más, en realidad,  al modelo implantado por el exKGB, Putin, en Rusia. Todo el poder del Reino en sus manos, sin importar el puesto ocupado, manejando todos los hilos, experimentado nuevas políticas privatizadoras, y tal vez, por fin, amenazando el liderazgo del Rey Plasmao 

Winter is coming… to Madrid