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13 noviembre 2022

#CadaDíaUnaPelícula

Hace aproximadamente un año, yendo en el metro a trabajar a mi instituto, se me ocurrió la idea publicar tuits diarios solo para recordar y homenajear a algunas de esas películas que tan feliz me han hecho desde hace tanto tiempo. Sobre la marcha, y sin ninguna intención de exhaustividad, la idea terminó concretándose en semanas dedicadas a alguna temática en particular (ya fuera un director, o un género, o lo que se me iba ocurriendo sobre la marcha), de manera que cada día, con el hashtag #CadaDíaUnaPelícula (con el que se pueden encontar en Twittter), publicaba cuatro fotogramas de la película en cuestión y al día siguiente descubría su nombre y colgaba su poster (en español, a ser posible, y del momento en el que se estrenó).

De esta manera, durante un año, he ido homenajeando a películas que, por un motivo u otro, me impactaron, recuerdo ya tan solo con cariño, me parecen buenas o muy buenas o considero que son obras maestras. Sin distinguir entre ellas, tan solo con la intención de festejarlas. El viaje acaba hoy, con el listado de las 367 películas que he ido seleccionado durante todo este tiempo. No descarto retomar la idea con una segunda tanda pero, de momento, toca parar. Fue un placer.

#CadaDíaUnaPelícula

1. Centauros del desierto (John Ford, 1956).     

2. Planeta prohibido (Fred M. Wilcox, 1956)

3. Stalker (Andrei Tarkovsky, 1979).

4. Léolo (Jean-Claude Luzon, 1992)

5. La caza (Carlos Saura, 1966)

6. Fausto (F. W. Murnau, 1926)

7. El crepúsculo de los dioses (Billy Wilder, 1950)

8. Soylent Green (Richard Fleischer, 1973)

9. El gabinete del doctor Caligari (Robert Wiene, 1920)

10. Dead Man (Jim Jarmusch, 1995)

11. Las uvas de la ira (John Ford, 1940)

12. La sal de la tierra (Herbert Biberman, 1954)

13. Dos días, una noche (hermanos Dardenne, 2014)

14. Los sobornados (Fritz Lang, 1953)

15. El tercer hombre (Carol Reed, 1949)

16. Detour (Edgar G. Ulmer, 1945).

17. Cautivos del mal (Vincente Minnelli, 1952).

18. Dos semanas en otra ciudad (Vincente Minnelli, 1962).

#AventurasClásicas

19. El halcón y la flecha (Jacques Tourneur, 1950).

20. Cuando ruge la marabunta (Byron Haskin,1954)

21. Las minas del Rey Salomón (Andrew Marton, 1950)

22. El capitán Blood (Michael Curtiz, 1935)

23. Todos los hermanos eran valientes (Richard Thorpe, 1953).

24. La jungla en armas (Henry Hathaway, 1939).

25. El temible burlón (Robert Siodmak, 1952).

26. Los vikingos (Richard Fleischer, 1958).

#WesternClásico

27. Los que no perdonan (John Huston, 1960).

28. La ley del talión (Delmer Daves, 1956).

29. La legión invencible (John Ford, 1949).

30. Johnny Guitar (Nicholas Ray, 1954).

31. Encubridora (Fritz Lang, 1952).

32. Colorado Jim (Anthony Mann, 1953).

33. Los profesionales (Richard Brooks, 1966).

#CineEspañolClásico

34. Calle Mayor (Juan Antonio Bardem, 1956).

35. Plácido (Luis García Berlanga, 1961).

36. La torre de los siete jorobados (Edgar Neville, 1944).

37. Viridiana (Luis Buñuel, 1961).

38. El espíritu de la colmena (Víctor Erice, 1973).

39. El cochecito (Marco Ferreri, 1960).

40. Bienvenido, Míster Marshall (Luis García Berlanga, 1953)

#CineLatinoamericanoSigloXX

41. Un lugar en el mundo (Adolfo Aristarain, 1992).

42. Estación central de Brasil (Walter Salles, 1998).

43. Martín (Hache) (Adolfo Aristarain, 1997).

44. Ciudad de Dios (Fernando Meirelles, 2002).

45. Los olvidados (Luis Buñuel, 1950).

46. Amores perros (Alejandro González Iñárritu, 2000).

47. La historia oficial (Luis Puenzo, 1985).

#CineHistóricoHollywood

48. Lo que el viento se llevó (Víctor Fleming, 1939).

49. Sinuhé, el egipcio (Michael Curtiz, 1954).

50. Lawrence de Arabia (David Lean, 1962).

51. Ben-Hur (William Wyler, 1959).

52. Espartaco (Stanley Kubrick, 1960).

53. Doctor Zhivago (David Lean, 1965).

54. Casablanca (Michael Curtiz, 1942).

#MusicalesClásicos

55. Cantando bajo la lluvia (Stanley Donen, 1952).

56. Cabaret (Bob Fosse, 1972).

57. Mary Poppins (Robert Stevenson, 1964).

58. Sonrisas y lágrimas (Robert Wise, 1965).

59. Brigadoon (Vincente Minnelli, 1954).

60. My Fair Lady (George Cukor, 1964).

61. Un americano en París (Vincente Minnelli, 1951).

#CineDeAventurasAños80

62. Lady Halcón (Richard Donner, 1985).

63. Los inmortales (Russell Mulcahy, 1986).

64. Willow (Ron Howard, 1988).

65. Indiana Jones y el templo maldito (Steven Spielberg, 1984).

66. Conan, el bárbaro (John Milius, 1982).

67. El guerrero rojo/Red Sonja (Richard Fleischer, 1985).

68. Krull (Peter Yates, 1983).

#CienciaFicciónAños50

69. La invasión de los ladrones de cuerpos (Don Siegel, 1956).

70. La guerra de los mundos (Byron Haskin, 1953).

71. El enigma de otro mundo (Christian Niby, 1951).

72. Viaje al centro de la tierra (Henry Levin, 1959).

73. La humanidad en peligro (Gordon Douglas, 1954).

74. Cuando los mundos chocan (Rudolph Maté, 1951).

75.  Invasores de Marte (William Cameron Menzies, 1953).

#CineNegro

76. Laura (Otto Preminger, 1944).

77. Sed de mal (Orson Welles, 1958).

78. Perdición (Billy Wilder, 1947).

79. El sueño eterno (Howard Hawks, 1946).

80. Perversidad (Fritz Lang, 1945).

81. El halcón maltés (John Huston, 1941).

82. En un lugar solitario (Nicholas Ray, 1950).

#JohnFordFueraDelWestern

83. Four Sons (John Ford, 1928).

84. El delator (John Ford, 1935).

85. Hombres intrépidos (John Ford, 1940).

86. ¡Qué verde era mi valle! (John Ford, 1941).

87. El hombre tranquilo (John Ford, 1952).

88. Mogambo (John Ford, 1953).

89. Siete mujeres (John Ford, 1966).

#CienciaFicciónAños60

90. El tiempo en sus manos (George Pal, 1960).

91. Viaje alucinante (Richard Fleischer, 1966).

92. El planeta de los simios (Franklin J. Schaffner, 1968).

93. 2001, una odisea del espacio (Stanley Kubrick, 1968).

94. IKARIE XB 1 (Jindrich Polák, 1963).

95.  El pueblo de los malditos (Wolf Rilla, 1960).

96.  Farenheit 451 (Francis Truffaut, 1966).

#TruffautGodard

97. Los 400 golpes (François Truffaut, 1959).

98. Al final de la escapada (Jean-Luc Godard, 1960).

99. Jules y Jim (François Truffaut, 1962).

100. Banda aparte (Jean-Luc Godard, 1964).

101. La habitación verde (François Truffaut, 1978).

102. El desprecio (Jean-Luc Godard, 1963).

103. La noche americana (François Truffaut, 1973).

#CienciaFicciónAños70

104. La fuga de Logan (Michael Anderson, 1976).

105. La amenaza de Andrómeda (Robert Wise, 1971).

106. Alien (Ridley Scott, 1979).

107. Mad Max (George Miller, 1979).

108. El último hombre vivo (Boris Sagal, 1971).

109. Sucesos en la IV fase (Saul Bass, 1974).

110. Solaris (Andrei Tarkovski, 1972).

#WesternsModernos

111. El jinete pálido (Clint Eastwood, 1985).

112. La puerta del cielo (Michael Cimino, 1980).

113. Bailando con lobos (Kevin Costner, 1990).

114. Sin perdón (Clint Eastwood, 1992).

115. Silverado (Lawrence Kasdan, 1985).

116. Bone Tomahawk (S. Craig Zahler, 2015).

117. Hostiles (Scott Cooper, 2017).

#AventurasAños90

118. El guerrero número 13 (John McTiernan, 1999).

119. Los demonios de la noche (Stephen Hopkins, 1996).

120. Robin Hood (Kevin Reynolds, 1991).

121. La momia (Stephen Sommers, 1999).

122. Sleepy Hollow (Tim Burton, 1999).

123. Braveheart (Mel Gibson, 1995).

124. La máscara del Zorro (Martin Campbell, 1998).

#MusicalesModernos

125. Grease (Randal Kleiser, 1978).

126. Moulin Rouge (Baz Luhrmann, 2001).

127. Los miserables (Tom Hooper, 2012).

128. Bailar en la oscuridad (Lars von Trier, 2000).

129. Once (John Carney, 2007).

130. All That Jazz (Bob Fosse, 1979).

131. Pesadilla antes de Navidad (Henry Selick, 1993).

#RealismoMágico

132. El año pasado en Marienbad (Alain Resnais, 1961).

133. La ciencia del sueño (Michel Gondry, 2006).

134. Donnie Darko (Richard Kelly, 2001).

135. Ruby Sparks (Jonathan Dayton y Valerie Faris, 2012).

136. Synecdoche, New York (Charlie Kaufman, 2008).

137. Cómo ser John Malkovich (Spike Jonze, 1999).

138. Eduardo Manostijeras (Tim Burton, 1990).

#CienciaFicciónAños80(1)

139. Dune (David Lynch, 1984).

140. Aliens (James Cameron, 1986).

141. Desafío total (Paul Verhoeven, 1990). (¡Era del 90!)

142. Terminator (James Cameron, 1984).

143. Depredador (John McTiernan, 1987).

144. Robocop (Paul Verhoeven, 1987).

144. (repetida)The Abyss (James Cameron, 1989).

#CienciaFicciónAños80(2)

145. Atmósfera cero (Peter Hyams, 1981).

146. Están vivos (John Carpenter, 1988).

147. 2010: Odisea dos (Peter Hyams, 1984).

148. 1997, rescate en Nueva York (John Carpenter, 1981)

149. Brazil (Terry Gilliam, 1985).

150. O-bi, o-ba: el fin de la civilización (Piotr Szulkin, 1985).

151. Gremlins (Joe Dante, 1984).

 #ClásicosDeSemanaSanta

152. Quo vadis? (Mervyn LeRoy, 1951).

153. La túnica sagrada (Henry Koster, 1953).

154. Los diez mandamientos (Cecil B DeMille, 1956).

155. Salomón y la reina de Saba (King Vidor, 1959).

156. Sodoma y Gomorra (Robert Aldrich, 1962).

157. Los últimos días de Pompeya (Mario Bonnard, 1959).

158. El coloso de Rodas (Sergio Leone, 1961).

#JuiciosClásicos

159. Doce hombres sin piedad (Sidney Lumet, 1957).

160. Testigo de cargo (Billy Wilder, 1957).

161. Matar a un ruiseñor (Robert Mulligan, 1962).

162. La herencia del viento (Stanley Kramer, 1960).

163. Anatomía de un asesinato (Otto Preminger, 1959).

164. El sargento negro (John Ford, 1960).

165. ¿Vencedores o vencidos? (Stanley Kramer, 1961).

#CineBélicoClásico

166. Senderos de gloria (Stanley Kubrick, 1957).

167. El puente sobre el río Kwai (David Lean, 1957).

168. La gran evasión (John Sturges, 1963).

169. No eran imprescindibles (John Ford, 1945).

170. La infancia de Iván (Andrei Tarkovsky, 1962).

171. Trenes rigurosamente vigilados (Jirí Menzel, 1966).

172. Los cañones de Navarone (J. Lee Thomson, 1961).

#LoMejorDeSpielberg

173. Tiburón (Steven Spielberg, 1975).

174. En busca de arca perdida (Steven Spielberg, 1981).

175. E. T. el extraterrestre (Steven Spielberg, 1982).

176. El Imperio del sol (Steven Spielberg, 1987).

177. Parque Jurásico (Steven Spielberg, 1993).

178. La lista de Schindler (Steven Spielberg, 1993).

179. Minority Report (Steven Spielberg, 2002).

#CienciaFicciónAños90

180. Horizonte final (Paul W.S. Anderson, 1997).

181. Terminator 2 (James Cameron, 1991).

182. Gattaca (Andrew Niccol, 1997).

183. Starship Troopers (Paul Verhoeven, 1997).

184. Dark City (Alex Proyas, 1998).

185. Matrix (hermanas Wachowski, 1999).

186. 12 monos (Terry Gilliam, 1995).
#CienciaFicciónAños90(2)

187. El quinto elemento (Luc Besson, 1997).

188. Contacto (Robert Zemeckis, 1997).

189. Stargate (Roland Emmerich, 1994).

190. Mimic (Guillermo del Toro, 1997).

191. Alien 3 (David Fincher, 1992).

192. Mars Attacks! (Tim Burton, 1996).

193. Días extraños (Kathryn Bigelow, 1995).

#JuiciosModernos

194. Veredicto final (Sidney Lumet, 1982)

195. Acusados (Jonathan Kaplan, 1988).

196. Algunos hombres buenos (Rob Reiner, 1992).

197. En el nombre del padre (Jim Sheridan, 1993).

198. JFK (Oliver Stone, 1991).

199. Aguas oscuras (Todd Haynes, 2019).

200. El juicio de los 7 de Chicago (Aaron Sorkin, 2020).

#LegendariaCarneDePerro

201. Curso de 1999 (Mark L. Lester, 1990).

202.  The Room (Tommy Wiseau, 2003).

203. El cuchitril de Joe (John Payson, 1996).

204. Campo de batalla: la Tierra (Roger Christian, 2000).

205. Comando (Mark L. Lester, 1985)

206. Cobra (George P. Cosmatos, 1986).

207. Plan 9 del espacio exterior (Ed Wood, 1959).

#DramasDeHollywood

208. El buscavidas (Robert Rossen, 1961).

209. El nadador (Frank Perry, 1968).

210. Eva al desnudo (Joseph L. Mankiewicz, 1950).

211. La torre de los ambiciosos (Robert Wise, 1954).

212. Un tranvía llamado Deseo (Elia Kazan, 1951).

213. Gigante (George Stevens, 1956).

214. El árbol de la vida (Edward Dmytryk, 1957).

#CineBélicoModerno

215. Apocalypse Now (Francis Ford Coppola, 1979).

216. El cazador (Michael Cimino, 1978).

217. La chaqueta metálica (Stanley Kubrick, 1987).

218. Nacido el cuatro de julio (Oliver Stone, 1989).

219. Salvar al soldado Ryan (Steven Spielberg, 1998).

220. 1917 (Sam Mendes, 2019).

221. Gallipoli (Peter Weir, 1981).

#MurnauLangAños20

222. Nosferatu (F. W. Murnau, 2022).

223. La muerte cansada (Fritz Lang, 1921).

224. Phantom (F.W. Murnau, 1922).

225. El Doctor Mabuse (Fritz Lang, 1922).

226. El último (F. W. Murnau, 1924).

227. Metrópolis (Fritz Lang, 1927).

228. Amanecer (F. W. Murnau, 1927).

#ComediasClásicas

229. Sopa de ganso (Leo McCarey, 1933).

230. Ser o no ser (Ernest Lubitsch, 1942).

231. El apartamento (Billy Wilder, 1960).

232. Uno, dos, tres (Billy Wilder, 1961).

233. Historias de Filadelfia (George Cukor, 1940).

234. Sucedió una noche (Frank Capra, 1934).

235. La fiera de mi niña (Howard Hawks, 1938).

#CienciaFicciónAños2000

236. Hijos de los hombres (Alfonso Cuarón, 2006).

237. Sunshine (Danny Boyle, 2007).

238. V de Vendetta (James McTeigue, 2005).

239. Código 46 (Michael Winterbottom, 2003).

240. A. I. Inteligencia Artificial (Steven Spielberg, 2001).

241. Moon (Duncan Jones, 2009).

242. Distrito 9 (Neil Blomkamp, 2009).

#CineIndieAmericanoAños70y80

243. Una mujer bajo la influencia (John Cassavetes, 1974).

244. Malas calles (Martín Scorsese, 1973).

245. Dark Star (John Carpenter, 1974).

246. Haz lo que debas (Spike Lee, 1989).

247. Cabeza borradora (David Lynch, 1977).

248. Sexo, mentiras y cintas de vídeo (Steven Soderbergh, 1989).

249. Sangre fácil (Hermanos Coen, 1984).

#LoMejorDeHowardHawks

250. Luna nueva (Howard Hawks, 1940).

251. Solo los ángeles tienen alas (Howard Hawks, 1939).

252. Río Rojo (Howard Hawks, 1948).

253. Río Bravo (Howard Hawks, 1959).

254. El Dorado (Howard Hawks, 1966).

255. Tener y no tener (Howard Hawks, 1944)

256. Scarface (Howard Hawks, 1932).

#NeorrealismoItaliano

257. Roma, ciudad abierta (Roberto Rossellini, 1945).

258. Ladrón de bicicletas (Vittorio De Sica, 1948).

259. Alemania, año cero (Roberto Rossellini, 1948).

260. Arroz amargo (Giuseppe de Santis, 1949).

261. Stromboli (Roberto Rossellini, 1950).

262. Rocco y sus hermanos (Luchino Visconti, 1960).

263. El limpiabotas (Vittorio De Sica, 1946).

#CineIndieAmericanoAños90

264. Clerks (Kevin Smith, 1994).

265. Las vírgenes suicidas (Sofia Coppola, 1999).

266. Ghost Dog (Jim Jarmush, 1999).

267. Happiness (Todd Solonz, 1998).

268. Academia Rushmore (Wes Anderson, 1998).

269. Bienvenidos a la casa de muñecas (Todd Solondz, 1995).

270. Pi, fe en el caos (Darren Aronofsky, 1998).

#CineDeZombis

271. Soy leyenda (Francis Lawrence, 2007).

272. Guerra Mundial Z (Marc Forster, 2013).

273. 28 días después (Danny Boyle, 2002).

274. Melanie, The Girl With All The Gifts (Colm McCarthy, 2016).

275. Amanecer de los muertos (Zack Snyder, 2004).

276. Shaun of the Dead/Zombies Party (Edgar Wright, 2004).

277. Zombieland (Ruben Fleischer, 2009).

#CineIndieAmericanoAños2000

278. Little Miss Sunshine (Jonathan Dayton y Valerie Faris, 2006).

279. Lost in translation (Sofía Coppola, 2003).

280. ¡Olvídate de mí! (Michel Gondry, 2004).

281. Réquiem por un sueño (Darren Aronofsky, 2000).

282. Adaptation/El ladrón de orquídeas (Spike Jonze, 2002).

283. Memento (Christopher Nolan, 2000).

284. The Royal Tenembaums (Wes Anderson, 2001).

#CienciaFicciónAños2010(1)

285. Interstellar (Christopher Nolan, 2014).

286. Mad Max: Fury Road (George Miller, 2015).

287. La llegada (Denis Villeneuve, 2016).

288. Blade Runner 2049 (Denis Villeneuve, 2017).

289. Origen (Christopher Nolan, 2010).

290. El atlas de las nubes (Hnas. Wachowski y Tom Tykwer, 2012)

291. Al filo del mañana (Doug Liman, 2014).

#CineIndieAmericanoAños2010(1)

292. The Florida Project (Sean Baker, 2017).

293. Comanchería (David Mackenzie, 2016).

294. Boyhood (Richard Linklater, 2014).

295. Tenemos que hablar de Kevin (Lynne Ramsay, 2011).

296. Frances Ha (Noah Baumbach, 2012).

297. Wind River (Taylor Sheridan, 2017).

298. Drive (Nicolas Winding Refn, 2011).

#CineIndieAmericanoAños2010(2)

299. Paterson (Jim Jarmusch, 2016).

300. Frank (Lenny Abrahamson, 2014).

301. Moonrise Kingdom (Wes Anderson, 2012).

302. Nightcrawler (Dan Gilroy, 2014).

303. Take Shelter (Jeff Nichols, 2011).

304. Mistress America (Noah Baumbach, 2015).

305. A Ghost Story (David Lowery, 2017).

#LoMejorDeHaneke

306. El séptimo continente (Michael Haneke, 1989).

307. 71 fragmentos de una cronología del azar (Michael Haneke, 1994).

308. El vídeo de Benny (Michael Haneke, 1992).

309. Funny Games (Michael Haneke, 1997).

310. Caché (Michael Haneke, 2005).

311. La cinta blanca (Michael Haneke,2009).

312. Amor (Michael Haneke, 2012).

#CineEuropeoAños90

313. Los amantes del Pont-Neuf (Leos Carax, 1991).

314. Celebración (Thomas Vinterberg, 1998).

315. Mucho ruido y pocas nueces (Kenneth Branagh, 1993).

316. Trainspotting (Danny Boyle, 1996).

317. Rompiendo las olas (Lars von Trier, 1996).

318. The Full Monty (Peter Cattaneo, 1997)

319. La ciudad de los niños perdidos (Jean-Pierre Jeunet y Marc Caro, 1995).

#CienciaFicciónAños2010(2)

320. Coherence (James Ward Byrkit, 2013).

321. Aniquilacion (Alex Garland, 2018).

322. Un lugar tranquilo (John Krasinski, 2018).

323. Looper (Rian Johnson, 2012).

324. El infinito (Justin Benson y Aaron Moorhead, 2017).

325. Ex Machina (Alex Garland, 2014).

326. Oblivion (Joseph Kosinski, 2013).

#CineDeAcciónAños80

327. La jungla de cristal (John Mc Tiernan, 1988)

328.  Arma letal (Richard Donner, 1987).

329.  Black Rain (Ridley Scott, 1989).

330. Único testigo (Peter Weir, 1985).

331. Melodía de seducción (Harold Becker, 1989).

332. Límite 48 horas (Walter Hill, 1982).

333. Tango y Cash (Andrei Konchalovski, 1989).

#LoMejorDeSamPeckinpah

334. Duelo en la alta sierra (Sam Peckinpah, 1962).

335. Mayor Dundee (Sam Peckinpah, 1965).

336. Grupo salvaje (Sam Peckinpah, 1969).

337. La balada de Cable Hogue (Sam Peckinpah, 1970)

338. La huida (Sam Peckinpah, 1972).

339. Pat Garret and Bill the Kid (Sam Peckinpah, 1973).

340. Quiero la cabeza de Alfredo García (Sam Peckinpah, 1974).

#CineEspañolSigloXXI

341. En la ciudad sin límites (Antonio Hernández, 2002).

342. Magical Girl (Carlos Vermut, 2014).

343. Los lunes al sol (Fernando León de Aranoa, 2002).

344. No habrá paz para los malvados (Enrique Urbizu, 2011).

345. Pa negre (Agustí Villaronga, 2010).

346. Tres días con la familia (Mar Coll, 2009).

347. El mundo es nuestro (Alfonso Sánchez, 2012).

#LaMafiaEnElCine

348. El padrino (Francis Ford Coppola, 1972).

349. El Padrino. Parte II (Francis Ford Coppola, 1974).

350. Uno de los nuestros (Martin Scorsese, 1990).

351. Casino (Martín Scorsese, 1995).

352. Érase una vez en América (Sergio Leone, 1984).

353. Atrapado por su pasado (Brian De Palma, 1993).

354. Los intocables de Eliot Ness (Brian De Palma, 1987).

#CinePostapocalíptico

355. La carretera (John Hillcoat, 2009).

356. Snowpiercer (Bong Joon-ho, 2013).

357. Colonia V (Jeff Renfroe, 2013).

358. La luz de mi vida (Casey Affleck, 2019).

359. ¿Estamos solos? (Reed Morano, 2018).

360. Cargo (Yolanda Ramke y Ben Howlling, 2017).

361. The Divide (Xavier Gens, 2011).

#LasPelículasDeMiVida #MisPelículasFavoritas

362. Fausto (F.W. Murnau, 1926).

363. El espejo (Andrei Tarkovsky, 1975).

364. El hombre que mató a Liberty Valance (John Ford, 1962).

365. Blade runner (Ridley Scott. 1982)

366. Star Wars (George Lucas, Irving Kershner, Richard Marquand, J.J. Abram, Rian Johnson; 1977, 1980, 1983, 1999, 2002, 2005, 2015, 2017, 2019)

367. Centauros del desierto (John Ford, 1956)

29 julio 2020

Gotas de cine (5): El hombre que mató a Liberty Valance


Tom irrumpe en la conferencia para elegir al delegado que irá a Washington como representante del territorio. La película está ya llegando a su fin. Recuerdo la conmoción infantil cuando Tom aparece de nuevo en pantalla. Infunde terror. Hasta ese momento lo habíamos visto impoluto, siempre elegante, tan seguro de sí mismo, inmortal. Ahora, cuando llega a la convención en el momento en el que intentan deslegitimar a Ransom como posible representante público por haber matado a un hombre, parece otra persona. No es su barba de varios días ni la ropa polvorienta que viste lo que nos impacta, ni siquiera su violento e innecesario gesto para cerrar las puertas, no, lo que estremece es ese rictus de rabia y de dolor en su rostro. Sigue siendo hoy necesario reivindicar la maestría de John Ford para sacar lo mejor como actor de Wayne porque, de repente, intuimos y sentimos en Tom la presencia de Ethan, ese otro legendario personaje que también interpretara Wayne en Centauros del desierto, ese otro tipo desarraigado que ya no pertenecía al mundo en el que le seguía tocando sobrevivir. Ethan como un primer bosquejo emocionalmente fracturado, cínico y lastimado de un Tom que, finalmente, tampoco podrá vivir en ese mundo que ambos ayudaron a construir.

Hay enormes diferencias entre ellos. Lo que en Ethan Edwards era una pulsión de odio y venganza que resquebraja para siempre su alma en Tom Doniphon es tristeza, melancolía y vergüenza. Y una amargura vital que ya no lo abandonará jamás. Ha perdido todo. Pero todavía debe hacer una cosa más, casi con rabia, con extraño orgullo. Persigue a Ransom cuando este abandona la convención abrumado por el hecho de que su candidatura, en el fondo, esté basada en todo en lo que no cree, en todo lo que ha criticado del mundo que debe desaparecer: ha matado a un hombre, ha matado a Liberty Valance. Y por eso tiene una posibilidad de ser elegido. Tom lo persigue. Lo interpela con su dureza y desprecio habitual: "¡lavaplatos!" (en el doblaje español, que no recoge ni por asomo el significado del "pilgrim" de la V.O.). Pero ese apelativo desdeñoso ya no suena igual, ya no tiene la fuerza que tuvo (y que tal vez nunca debió tener). En el fondo Tom será incapaz jamás de entender y aceptar las normas de ese nuevo mundo que surge. Aunque intuya que lo que llega es mejor para la mayoría que lo que había. Tom ya no es el gigante que fue, ya no es aquel hombre que dominaba los espacios y los tiempos de la frontera; es un hombre derruido, su violencia vital empieza a ser anacrónica, su carácter comienza a mostar sus fisuras. No tiene presente ni futuro. Pero todavía mantiene su ascendencia sobre Ransom. Y le obliga a escuchar lo que realmente sucedió, le obliga a saber quién fue realmente el hombre que mató a Liberty Valance.

(Para ello Ford recurre a uno de los pocos flashback de su carrera. Acerca la cámara al rostro de Tom y las arrugas de Wayne casi nos permiten intuir a Ford dictando testamento, construyendo una vez más (tal vez la última) mediante la ficción el universo moral y emocional en el que le hubiera gustado habitar). 

Tom camina despacio, envuelto en la oscuridad. Al fondo vemos a Ransom y a Valance. Presenciamos de nuevo el duelo pero desde otro punto de vista. Sabemos que Valance va a matar a Ransom. Pero también sabemos que eso no fue lo que sucedió. Tom ha terminado por aceptar no solo que Ransom representa una oportunidad de futuro para el pueblo sino que también lo supone para Hallie, a la que Ransom ha enseñado a leer y a escribir. Hallie, la mujer con la que Tom soñaba formar una familia ya no puede dejar de mirar más allá, de mirar a un futuro distinto en el que Tom no está, pero en el que sí estará ese abogaducho, ese ingenuo con ínfulas, ese picapleitos que ha subyugado a todos con su autenticidad pero cuyo cadáver, en breve, alimentará a los gusanos. Ransom no debe morir. Herido y aturdido, Ransom a duras penas es capaz de alcanzar con su mano izquierda el revólver del suelo. Tom sabe lo que tiene que hacer y con voz fría le pide el rifle a su fiel compañero, Pompey. Tom está a punto de disparar de manera rastrera y cobarde a Liberty Valance, un tipo cobarde y rastrero que domina a la pequeña sociedad conformada en torno a ese pueblo mediante la violencia y la intimidación. Tom es consciente de que se está suicidando y que lo va a hacer matando a Valance de manera cobarde y rastrera, matando un tipo rastrero y cobarde para que su muerte permita vivir a Ransom Stoddard, ese absurdo abogado pacifista con ganas de cambiar el mundo que en ese momento acaba de alcanzar su revólver del suelo con la certeza de que está a punto de morir... 

Tom Doniphon murió cuando mató a Liberty Valance. Y, según John Ford, un país nació abonado por sus huesos.
 

09 abril 2020

Las 50 mejores películas de una década: 2010-2019

Hace ya una década que empecé a apuntar en un pequeño cuaderno todas las películas nuevas que iba viendo durante aquel 2010. Después, cuando llegaron las navidades, escribí, como un torrente, pequeñas reseñas sobre cada una de ellas, sobre las sensaciones que me habían provocado y el poso que me habían dejado en mi cabeza con el paso de los meses.  Estas reseñas, por la manera en que fueron concebidas y por su gran cantidad, se inclinaron desde el principio más hacia la transmisión de sensaciones y emociones que hacia la reflexión y el análisis profundo. A partir de esa primera vez, cada año y cada vez con mayor esfuerzo, he repetido el ritual y he  dejado constancia por escrito en el blog de mis recuerdos cinematográficos anuales. Con el paso del tiempo, estas reseñas han terminado suponiendo una guía personal muy especial que me permite no solo indagar en la nebulosa de la memoria sobre las razones por las que aquellas películas, al verlas por primera vez, me provocaron entusiasmo, rechazo o indiferencia, sino también reconstruir, a partir de esos recuerdos cinematográficos, momentos que se van perdiendo de mi propia historia personal.

En esta década pasada, desde 2010 hasta 2019, he visto casi 900 películas nuevas, entendiendo como nuevas aquellas que, en ese momento, las estaba viendo por primera vez (independientemente de su año de estreno). Siempre he aclarado con la palabra "cine" entre paréntesis aquellas que veía en una sala de cine. Tras releer todas las reseñas que había escrito de estas casi 900 películas, he seleccionado estas 50 películas como las mejores de mi personal década cinematográfica. Tanto por lo que escribí en el año en el que las vi como por el recuerdo que mantengo de ellas. Hay algunas ausencias dolorosas pero necesarias para conseguir este número exacto, así como alguna inclusión de última hora provocada por un extraño impulso sentimental. Eliminaciones e inclusiones finales sin más fundamento que la propia evolución constante y necesaria del gusto cinéfilo. Están ordenadas cronológicamente según las fui viendo durante estos 10 años.

  • La cinta blanca (2009) Michael Haneke (cine). De lo mejor que vi ese año en el cine. Mediante una pulcra y elegante fotografía en blanco y negro se hace un retrato demoledor de los efectos de la represión en la educación de los niños. El plano final es antológico.
  • El año pasado en Marienbad (1960) Alain Resnais. Cine con mayúsculas que introduce al espectador en un laberinto onírico de salas, pasillos, espejos y personajes extraños. El silencio perturba tanto como la átona y redundante voz en off. El resultado es una de las películas más misteriosas, inextricables y fascinantes de la historia del cine.
  • Hasta que llegó su hora (1968) Sergio Leone. Desmesurada, maravillosa, hipnótica, apabullante y genial. Leone es el primer posmoderno del cine. En su cine (y especialmente en esta película) referencia continuamente a los más grandes del género para homenajearlos y al tiempo subvertir su mensaje. Nadie como Ford había retratado los grandes espacios de Monument Valley hasta que llegó Leone con esta película. Personajes desgarrados a los que la civilización alcanza y amenaza, que ven como su mundo se acaba mientras ajustan cuentas entre ellos.
  • El desencanto (1976) Jaime Chávarri. Una de las joyas ocultas del cine español. Las fronteras entre el cine documental y el de ficción se derrumban ante obras como ésta. Poética, sensible, hermosa, decadente, la historia de los Panero avanza entre retazos de nostalgia y despreocupación social y familiar hasta que la irrupción de Leopoldo, el mediano de los hijos, arrambla con todo y sirve para desenmascarar las ficciones y las máscaras de una de tantas familias que vivieron cómodamente en el franquismo. De esta manera, desde lo particular hasta lo general, la película compone un retrato de la España franquista de clase media (esa que cierto político vasco afirmó que “vivía con enorme placidez”) que desaparecía.
  • Take shelter (2012) Jeff Daniels. Apasionante e inquietante película en la que un ciudadano de la América profunda comienza a tener visiones que adelantan el fin del mundo. Una de las mejores películas de aquel año que utiliza la historia como excusa para investigar en la psique colectiva del pueblo norteamericano y en su transformación en un país atemorizado por todo tipo de amenazas (imaginarias o no) procedentes del exterior.
  • Arrebato (1979) Ivan Zulueta. Impactante, arrebatadora, sugestiva, extraña y subversiva. Una película fantástica, un testimonio fílmico de amor pasional al cine, un historia sugerente sobre el poder destructivo de las drogas y sobre la necesidad del cine, entendido éste como una forma de vida. Imprescindible.
  • Moonrise Kingdom (2012)Wes Anderson (cine) La penúltima película dirigida por Anderson sea tal vez su obra maestra hasta el momento. Vuelve a usar con inteligencia alguna de las constantes más evidentes de su universo particular, como esos niños con modos de adulto sin por ello dejar de parecer niños, y esos adultos desorientados que terminan aceptando la brújula vital que los niños representan. Además, la construcción del relato es más compacta que en otras ocasiones y el drama se cuela con naturalidad en esa visión agridulce del mundo que este director nos ofrece. Fantástica. Extraordinaria.
  • El último tango en París (1972) Bernardo Bertolucci. Qué decir de una película de la que se ha dicho ya todo. Sólo destacar, por tanto, la importancia brutal que tiene la interpretación de un Marlon Brando en estado de gracia que es el que eleva la historia hacia cotas inimaginables. El misterio que lo envuelve lo hace al espectador tan atractivo como a su amante, y la revelación de la cruda realidad mediocre de su condición hace que entendamos perfectamente la resolución final a la que se ve abocada ella. Indispensable.
  • Holy motors (2012) Leos Carax (cine) Una película fascinante y cautivadora. Con multitud de puntos de fuga, posibilita múltiples lecturas mientras asistes a las dolorosas transformaciones de un inmenso Dennis Levant en los diferentes personajes a través de los que el director reflexiona sobre la historia y el futuro del cine, sobre el ser humano y el paso del tiempo y sobre los sueños, lo que somos y lo que quisimos alguna vez ser.
  • Diamond flash (2011) Carlos Vermut. Rareza que ya se ha convertido en película de culto de minorías. Estrenada inicialmente sólo a través de la red, es una extraña deconstrucción del mito de los superhéroes sustentada a través de diferentes y duras historias de corte social mínimamente entrelazadas. Impacta, seduce, sorprende. Merece mucho la pena.
  • La puerta del cielo (1980)Michael Cimino (cine). Una obra mayor. Muy grande, tan grande y tan desmesurada. La leyenda negativa la persigue, le hace la responsable final de la destrucción del cine de autor americano de los setenta. Por megalómano y consentido. El último cine para adultos que Hollywood produjo. Hay que verla sin prejuicios, despojada de esa aura de fracaso y malditismo que arrastra. Western crepuscular, moderno, social y maravilloso. Fantástica.
  • The master (2012)Paul Thomas Anderson (cine). Una de las mejores películas que vi en 2013. Compleja, sutil, ambiciosa, profunda y apasionante. Interpretaciones increíbles para la historia de amor y rencor entre dos tarados. Uno que construye lentamente una secta que gira alrededor de su supuesto carisma y otro que trata de encontrarse a sí mismo y dar sentido a su vida desde sus evidentes limitaciones mentales. Philip Seymour Hoffman y Joaquin Phoenix bordan ambos papeles. Genial. No se puede dejar de ver.
  • Amor (2012) Michael Haneke (cine). La enfermad y la muerte. El paso del tiempo. El amor, la cotidianeidad. Haneke en estado de gracia. Contiene una de las frases más hermosas de la historia del cine. La dice la protagonista, ya con evidentes problemas de memoria y movilidad por culpa de una enfermedad degenerativa. Mira un álbum de fotos antiguo. Mientras lo hace, sentada junto a su marido, musita: "qué bonita la vida… y qué larga". Impresionante.
  • Old Boy (2003)Park Chan Wook. Sorprendente, impactante, retorcida y con secuencias que quedan para siempre en la memoria. Un despiporre visual y argumental. Absolutamente recomendable.
  • Los amantes del Pont Neuf (1991)Leos Carax. Qué película más bonita. Qué historia de amor tan desesperada, tan miserable, tan humana. Un gozo para los ojos, cine de extraordinaria calidad. El baile enloquecido y desquiciado de los dos protagonistas en la noche de fin de año es una de esas secuencias que corta la respiración y detiene el tiempo, en la que el cine se hace arte y alcanza una dimensión diferente. Extraordinaria
  • Después de mayo (2012)Oliver Assayas. Narración con tintes autobiográficos en la que se cuenta la convulsa juventud militante de algunos jóvenes antisistema en la Francia de los setenta, en plena resaca histórica del mayo del 68. Humana y contradictoria, tan realista como amarga, destila un cierto derrotismo imposible de superar ante la necesidad de rechazar los ideales para construir los cimientos de una vida personal y profesional. Algo tan lógico y comprensible como, al tiempo, egoísta y miserable
  • La caza (1965)Carlos Saura. Un calor que enloquece, el erial, los conejos, la muerte, el pasado tan presente. El sudor, tanto sudor, la rabia hipócrita que consume a los personajes, la envidia, el rencor y el paso del tiempo. Una película extraordinaria que sigue viva más allá del paso del tiempo, que se mantiene joven y que transmite a sus espectadores una podredumbre moral que resulta útil para comprender los lodos sobre los que está edificado la España moderna.
  • El lobo de Wall Street (2013) ­– Martin Scorsese (cine). Un Scorsese pata negra. Su mejor película en muchos años, tal vez desde Casino. Absolutamente frenética y con un Di Caprio volcado. El espectador queda apabullado ante el cinismo que destila la historia, el desenfreno, el descontrol y la falta de escrúpulos y de raciocionio de cierta parte del mundo de las finanzas. Un apunte: como siempre pasa con el cine de Scorsese, a pesar de la dudosa moralidad de los personajes y de los delitos que cometen defraudando tanto a ciudadanos individuales como al fisco, el director parece no poder evitar sentir simpatía por estos hijos de puta individualistas, miserables y egoístas, y conseguir que nosotros hagamos otro tanto. Al final terminamos convertidos los simples mortales en meros espectadores patéticos de las andanzas de "los que se arriesgan" a vivir de otra manera.  Y Scorsese "nos filma". Dos veces. La primera cuando muestra al tipo del FBI en el metro. La segunda como asistentes imbéciles de la charla motivacional que al final imparte el personaje que interpreta Di Caprio.
  • La gran belleza (2012) Paolo Sorrentino. Una auténtica gozada. Sorrentino, transmutado en un Fellini del siglo XXI nos traslada con mano firme la decadencia y el vacío que rodean a las élites presuntamente intelectuales de una Roma desconcertante y onírica. Peliculón
  • Snowpiercer (2013)Bong Joon-Ho. Una inteligente distopía enmascarada tras una convencional película de acción con toques asiáticos. Una de las películas más recomendables del año cuya carga política pasará desapercibida porque ni los unos, creadores y distribuidores, se atrevieron a explicitarla mejor, ni los otros, los espectadores, estarán dispuestos o capacitados para ver más allá de la acción convencional y reflexionar sobre un final violento que apuesta por una solución radical al viejo conflicto marxista.
  • Boyhood (2014)Richard Linklater (cine). Brillante propuesta de un Linklater obsesionado con mostrar el paso del tiempo en la vida de un niño, desde la infancia hasta la mayoría de edad. Y lo hace a través de retazos (rodados durante más de una década, mientras los actores crecían al ritmo de sus personajes) que se alejan de los momentos de trascendencia para centrarse en los supuestamente irrelevantes, en algunos de los muchos que pueblan la vida de todos nosotros, mediante los que nos cuenta el difícil tránsito desde la dependencia emocional infantil hasta la primera lucidez adolescente previa a la mucho más gris vida adulta. Una vida adulta en la que todos sobreviven sin brújula, perdidos. Imprescindible. Maravillosa.
  • Magical girl (2014)Carlos Vermut (cine). Vermut confirma todo lo que apuntara en su excelente opera prima (Diamond flash) y nos ofrece una película de extraordinaria calidad: dura, difícil, delicada por momentos, con unos personajes extremadamente frágiles a través de los cuales, de manera sutil, se adentra en las tinieblas del alma humana, construyendo un relato coral en el que de manera inevitable, y por mucho que intenten evitarlo, seres extraordinariamente dañados por la vida sólo sobreviven y tienen un respiro a base de hacer daño a otros que están tan jodidos como ellos. Fabulosa.
  • Dos días y una noche (2014)Hermanos Dardenne (cine). La película que mejor ha retratado los devastadores efectos de la crisis en los trabajadores no cualificados nos llega desde Bélgica. Marion Cotillard, en uno de sus mejores interpretaciones, se transforma en una empleada que justo al reincorporarse a su puesto de trabajo, tras una larga baja por depresión, se encuentra con que su empresa obliga a sus empleados a elegir entre mantener su paga extra o despedir a uno de ellos. Tras una primera votación en la que se deciden por su paga y por tanto aceptan el despido del personaje interpretado por Cotillard, esta tendrá dos días y una noche para hablar uno a uno con sus doce compañeros, y así intentar hacerles cambiar de opinión en la votación definitiva. La película nos muestra de manera dolorosa como la evolución del capitalismo y la destrucción de los lazos (también sindicales) entre los trabajadores solo nos ha llevado hacia una soledad alienante en la que, tras el cuento del individualismo competitivo, solo se esconden un derrota perpetua y una pérdida de autoestima que entronca con la pérdida de identidad y la corrosión del carácter de las que hablara el sociólogo Sennet. El tono final es a pesar de todo optimista: tal vez debido a la tormenta que nos devora uno a uno nos tendremos que dar cuenta de que solo desde el combate político y social en defensa de nuestros derechos podremos recuperar nuestras vidas. Imprescindible.
  • Interstellar (2014)Christopher Nolan (cine). Ambiciosa, irregular, emocionante, demasiado discursiva en ocasiones, un McConaughey genial, visualmente espectacular. Película de ciencia ficción con tintes filosóficos en la que, junto a decisiones argumentales cuestionables (e incluso chapuceras), se encuentran algunos de los mejores minutos de cine del año. A ratos, soberbia.
  • Dos semanas en otra ciudad (1962)Vincente Minelli. Es tan buena que hace daño. Una de esas películas-testamento con las que el viejo Hollywood se desnudaba y mostraba por fin su alma cínica y corrompida, sabedor de que su tiempo, por fin, ya había pasado. Minelli había filmado anteriormente Cautivos del mal, otra obra maestra que también mostraba las entrañas de la industria del cine de Hollywood pero con otro filtro, igual de cínico tal vez, pero con la potencia de los que se saben en plena forma y pueden aún disfrazar sus miserias tras la satisfacción final del éxito conseguido. Aquí, en cambio, Minelli ha envejecido, tal vez empieza a verse fuera del sistema, como sabe que les está ocurriendo a otros grandes como Ford, Lang o Hawks. Y ya no esconde nada: traslada al anciano director, interpretado magistralmente por Edward G. Robinson, todo el dolor de una generación de directores que veía cómo se derrumbaba su universo a su alrededor mientras ellos todavía se veían capaces de alumbrar grandes películas (que sabían, por otro lado, que ya nadie quería ver). Traslada a un maduro Kirk Douglas la tortura que para un actor supone que las luces de neón empiecen a alumbrar a aquellos que vienen por detrás a sustituirlo, mientras sufre la soledad y la deslealtad de aquellos en los que confió. Y el dolor, el dolor de la vieja industria traspasa la pantalla. Peliculón imponente.
  • Mad Max, Road Fury (2015)George Miller (cine). Brutal. Increíble. Una experiencia adrenalítica, visualmente apabullante. Miller, con setenta años, le da una lección a todos esos jóvenes directores que confían en los efectos digitales y en un montaje epiléptico para construir un ritmo desenfrenado. La nueva película de Mad Max fue uno de los acontecimientos cinematográficos de 2015 y con seguridad la mejor película de acción de lo que llevamos de siglo. No se puede dejar de disfrutar.
  • The fake (2013)Sang-ho Yeon. Tal vez el personaje principal de esta película animada coreana sea uno de los más complejos y ricos de los que he visto en el cine de los últimos años. Una película despiadada que aprovecha la animación para sobrepasar los límites habituales de las ficciones cinematográficas. Una historia sobre la fe, la ira, el poder y el control. Fantástica.
  • Deliverance (1972)John Boorman. Extraordinaria. Una reflexión terrible sobre el equivocado y ensoñador romanticismo que envuelve siempre a la idea de la vuelta a la esencia del hombre, del retorno a la naturaleza, dejando atrás una civilización pretendidamente alienante. Los actores colaboran con unas interpretaciones excepcionales a una película en la que, desde el principio, el espectador siente que algo va a ir muy mal en ese viaje "artificial" por la salvaje naturaleza. La tensión crece de manera imparable hasta desembocar en una brutal muestra de salvajismo y animalismo humanos que está rodada con una frialdad lacerante. A partir de ese momento, ese grupo de amigos se enfrentarán de verdad con la naturaleza y comprenderán finalmente por qué el ser humano tuvo que buscar mejores (y más civilizadas) formas de convivencia. Un clásico imprescindible.
  • El club (2015)Pablo Larraín  (cine). Tal vez sea la película más dura jamás filmada contra la iglesia católica. Porque no ataca a su ornamento, ni a las altas jerarquías de sus estamentos, sino a su propia esencia. El terrible retrato de las miserias humanas de esos sacerdotes que conviven en una casa de retiro, tras ser expulsados de los hábitos por comportamientos delictivos, y que no dudarán en hacer lo que sea para sobrevivir, no es menos demoledor que el de esa nueva iglesia que representa el cura joven que viene a evaluar su situación, cuyo acto final lo convertirá en el mayor hipócrita de todos, haciendo imposible cualquier atisbo de salida digna para ninguno de ellos. La sutileza en el tratamiento formal (despojado por completo de artificios), el feísmo de las imágenes, las difíciles interpretaciones, el tono aséptico y la critica acerada a la doble moral tanto de la vieja como de la nueva iglesia, convierten la visión de esta descarnada película en una experiencia desoladora. Impresionante. 
  • Canino (2010)Yorgos Lanthimos. Una pequeña obra maestra. Unos padres deciden criar a sus hijos en una casa a las afueras de una ciudad sin contacto con el exterior. El lenguaje se subvierte y se manipula para hacer desaparecer lo sexual, lo conflictivo y lo subversivo de la vida de unos adolescentes incapaces de sobrellevar la tensión vital provocada por sus instintos. Peliculón. 
  • Viridiana (1961)Luis Buñuel. Perversa y venenosa. Cine con mayúsculas que construye un humanismo artificial de origen religioso solo para destruir, con saña, con lucidez, de manera reflexiva, sin ambages. Una película extraordinariamente moderna cuya fuerza se agiganta con el paso de los años y con un tramo final antológico. Extraordinaria. 
  • Los olvidados (1950)Luis Buñuel. Una auténtica obra maestra. Buñuel construye una historia con vocación atemporal que pone el foco sobre la violencia intrínseca de una juventud criada en los arrabales del sistema, que nada espera de la vida y que por tanto no solo no teme a la muerte sino que la desafía y la invoca. Estremecedora. 
  • Anomalisa (2015)Charlie Kaufman, Duke Johnson. Hace daño. Es lo mejor que se puede decir de esta película: hace daño. Porque habla del paso del tiempo, de las ilusiones rotas, de la vitalidad física que ya no se encuentra, de la ensoñación permanente que ya no erotiza, de una madurez que no se valora. Y de los errores vitales que destrozan vidas y familias. Cine de animación estimulante e inteligente. 
  • Patterson (2016)Jim Jarmush (cine). ¿Existe realmente la felicidad? Tal vez solo sea ese estado en el que, cubiertas la necesidades básicas, no estamos sometidos al temporal de la enfermedad y somos capaces de situarnos en la misma frecuencia del momento y el lugar en el que vivimos y de aquellos con los que convivimos. Tan poca cosa, tal vez. Tanto, en el fondo. Jarmush construye su historia sobre esta idea y ofrece una de sus mejores películas. Una joya. 
  • Animales nocturnos (2016)Tom Ford. Extraordinaria e impactante ya desde sus títulos de crédito iniciales, difíciles de asimilar para un espectador educado desde siempre en la belleza de los cuerpos jóvenes de la pantalla. Historia alambicada y dura rodada con pulcritud y estilo, con unos actores en estado de gracia que se esmeran en mostrar, a través de su interpretación, una visión oscura y dolorosa del ser humano, de sus necesidades, debilidades y miedos. 
  • Comanchería (2016)David McKenzie. Cine que exuda sudor, rabia y derrota. Volvemos a la América profunda para  asistir un relato duro sobre las consecuencias de la ruina que provoca el sistema capitalista en cualquier rincón del mundo. Peliculón, con una interpretaciones extraordinarias. 
  • Queridísimos verdugos (1973)Basilio Martín Patino. Documental que te deja sin respiración, pegado a la pantalla, devorando no ya solo la crítica subterránea al franquismo, sino el espectáculo doliente de una España negra, visceral y pobre. 
  • Blade Runner 2049 (2017)Dennis Villenueve (cine). Espléndida secuela de una maravillosa película. Visualmente es arrebatadora, con una belleza dolorosa que nos habla de un pasado perdido que no solo no se puede recuperar sino que, convertido en nostalgia totalitaria, imposibilita el presente y destruye la posibilidad de futuro. El dilema sobre lo que nos hace humanos sigue presente pero se abren nuevas puertas filosóficas a través de ese replicante que sufre (y por tanto se humaniza) por el hecho de pensar que puede ser hijo de un humano. Los errores que pueda tener la película son ampliamente superados por sus aciertos y cuando las lágrimas en la lluvia se convierten en lágrimas en la nieve, mientras Deckard ve por primera vez a su hija con la música de Vangelis de fondo, el cine, ese arte, se hace extraordinario. 
  • El sacrificio de un ciervo sagrado (2017)Yorgos Lanthimos. Lo vuelve a hacer. Lanthimos vuelve a darnos una película excelente, fría, dura, inteligente y con personajes fascinantes. Descripción de una venganza con raíces mitológicas contra la familia de un médico que, debido a una negligencia, terminó matando a un paciente. Fantástica. 
  • Windriver (2017)Taylor Sheridan. El guionista de la también estupenda Comanchería se pasa a la dirección con un guion firmado por él mismo. La película lo tiene todo: dirección impecable, una trama bien hilada que va desentrañando el misterio a cuentagotas, unas interpretaciones poderosas, una atmósfera opresiva y una dura historia enmarcada en los arrabales emocionales de un país, EEUU, que nació con el enorme pecado de masacrar a los indios para después recluir a los pocos que quedaban, y a sus descendientes, en reservas. Estas reservas, con el tiempo, terminaron convertidas en cárceles sin barrotes para unos jóvenes que ven pasar sus vidas en ellas sin expectativas vitales. Espléndida.
  • The Florida Project (2017)Sean Baker. Una autentica joya. En el submundo de los suburbios del capitalismo, la luz de la infancia refulge durante un breve periodo de tiempo antes de que la realidad termine de pudrir una inocencia que ya no se volverá a encontrar. Ni siquiera servirá correr para escapar del mundo real y esconderse en DisneyWorld, ese mundo artificial donde la emoción pueril se convierte en objeto de consumo. Magnética, sensible, dura, conmovedora. Maravillosa. Encoge el corazón. 
  • The Square (2017)Ruben Östlund. Hay una cierta corriente en la crítica y en el público que denuesta cierto cine intelectual que se realiza desde la frialdad y el distanciamiento. Östlund, como buen heredero de Haneke, construye un artefacto cinematográfico de difícil digestión pero que funciona como un reloj: la crítica a la vacuidad del postureo que rodea al arte contemporáneo sirve como espejo deformado de una exposición descarnada de las pulsiones y emociones más prosaicas de una élite cultural decadente, que ya es incapaz de sobrevivir más allá de su burbuja de clase. Personas que cortocircuitan cuando la vida les hace interaccionar con la periferia de esa burbuja. Excelente. Con alguna secuencia para el recuerdo. 
  • Cold War (2018)Pawek Pawlikowski (cine). Un prodigio cinematográfico. Su sensibilidad y belleza a nivel visual solo son comparables con su capacidad para construir una historia de amor desesperado a través de retazos y elipsis radicales. Una auténtica gozada, cine de calidad, con una secuencia final soberbia que no solo sirve para sintetizar de manera inteligente el espíritu del relato al que hemos asistido, sino también para ilustrar de manera portentosa el carácter de los dos protagonistas. Pelos como escarpias. 
  • Roma (2018)Alfonso Cuarón. Película enorme y honesta. Nadie puede presentar objeción alguna a un acabado formal de una calidad incontestable. Las críticas han surgido en relación al supuesto clasismo que destila la historia. No entiendo esas críticas porque precisamente ese clasismo es algo que Cuarón, de manera tremendamente honesta, no pretende enmascarar en ningún momento: Cleo es la criada de la familia. No es un miembro de ella. Y es en las contradicciones y exigencias emocionales (y de sumisión) que esa relación laboral demanda donde surgen las reflexiones más perturbadoras e inquietantes que se pueden extraer de la historia. En ese sentido el final es elocuente y lacerante: toda la familia ya está en la casa tras el episodio de la playa y los niños se sientan para contarle a la abuela el heroísmo de Cleo para salvarlos del mar. Solo interrumpen la historia para pedirle a esa misma mujer, sin mirarla, que les traiga bebidas y pasteles. Magistral. Obra maestra. 
  • O futebol (2015)Sergio Oksman. Extraño, lírico y cautivador documental que comienza con un inseguro viaje a Brasil del director de la cinta con el objetivo de reencontrarse con su padre, ausente en su vida durante décadas. Con delicadeza emocional se muestra cómo rápidamente se da cuenta de que la conexión ya es imposible salvo a través de una pasión compartida: el fútbol. Mientras, el caos y el azar que rigen nuestras vidas deciden aparecer y aportar un elemento final dramático que el director, con pudor, incorpora a un relato visual muy hermoso y tremendamente humano. 
  • Pity (2018)Babis Makridis. Magnífica. Absolutamente brillante. Desde su primer e inquietante primer plano, con ese tipo que espera en su casa, a primera hora de la mañana, a que la vecina llame a su puerta para traerle ese pastel que cada mañana les hace a él y a su hijo desde que su mujer está en coma tras un accidente. Radiografía cruel y venenosa de un vampiro emocional que descubre el placer del protagonismo social y familiar que adquiere a través de la compasión que produce la casi segura muerte de su mujer. Un protagonismo que no está dispuesto a dejar escapar. La película es extraordinaria, en la senda del mejor Yorgos Lanthimos. No es casual que el guionista de la cinta sea el que habitualmente trabaja con él. Fantástica. 
  • The act of killing (2012)Joshua Oppenheimer y Christine Cynn. Escalofriante documental que se adentra en el asesinato de cientos de miles de comunistas y disidentes del régimen político instaurado en Indonesia tras la llegada al poder de Suharto mediante un golpe de estado militar en 1965. Más de 40 años después de los hechos, dos de los asesinos a sueldo que el régimen utilizara para ejecutar esos crímenes aceptan contar y reconstruir muchos de los asesinatos que cometieron. Y lo hacen con una crudeza, una vanidad y un distanciamiento emocional que harían estremecer incluso a la Arendt que escribiera aquello de la banalidad del mal. Imprescindible. Menuda hostia en el estómago. 
  • Los jóvenes salvajes (1961)John Frankenheimer. Los primeros cinco minutos de esta película siguen siendo hoy día una auténtica barbaridad: sin que escuchemos una palabra, mediante un deslumbrante montaje de imágenes y sonidos tan creativo como desquiciado, se contextualiza el enfrentamiento social entre bandas de chavales de los guetos de Nueva York y se muestra el contexto social y físico depauperado en el que estos jóvenes violentos desarrollan sus vidas. Espectacular. La recomiendo vivamente.
  • La sal de la tierra (1954)Herbert J. Biberman. Magnífica. Emocionante. Inolvidable. Película semidocumental sobre una huelga minera en el Nuevo México de los años 50. Es de lejos, junto a Las uvas de la ira (John Ford, 1939), lo mejor y más honesto que he visto nunca en el cine sobre la lucha por los derechos laborales. Resulta también impresionante (y casi sin fisuras, incluso visto hoy) el relato inicialmente secundario y finalmente definitivo (y definitorio) de empoderamiento femenino que plantea la trama. Transmite tanto dolor como verdad. Antídoto perfecto contra el cinismo. Imprescindible. 
  • Parásitos (2019)Bong Joon-hoo (cine), Brillante alegoría sobre la desigualdad social. La película, que comienza con un cierto tono despreocupado de comedia, nos cuenta cómo una familia de pillos se va introduciendo en el servicio de una mansión familiar de unos pijos buenistas que tratan de aparentar que no desprecian a esos pobres con los que, lamentablemente, deben convivir. Lentamente, de manera orgánica, la película se va oscureciendo hasta desembocar en una pesadillesca y cruenta metáfora final sobre la lucha de clases. Cine inteligente que utiliza la ficción para reflexionar sobre la imposibilidad de asimilación social de la enorme distancia que existe en las sociedades modernas entre las vidas disparatadas, ociosas y decadentes de lo más ricos y la miseria de los mas pobres (cuando además, estos viven expuestos al bombardeo continuo de imágenes que les recuerdan lo que no tienen y jamás podrán alcanzar). La secuencia de la fiesta en la casa y la de la carrera posterior bajo la lluvia, cuando la familia de pobres corre desesperada hasta su verdadero hogar, son brutales. Obra maestra.