23 febrero 2007

Decepcionante Babel

No me gustó. La espera, desde que supe de la gestación de la película que iban a crear de nuevo el tándem Arriaga-Iñárritu, ha sido finalmente en balde. Aclamada por casi todos (salvo por los críticos mayores y ya algo conservadores respecto a la estética y el formalismo de este tipo de películas), y calificada casi como de obra maestra, lo cierto es que a mí Babel me dejó frío e indiferente, y lo peor de todo, consiguió que me aburriera y me saliera por completo de universo de dolor y azar que me planteaba, para terminar asistiendo con tedio a las interminables secuencias alargadas hasta el hastío con las que Inárritu pretende acercarse al sufrimiento y la incomprensión humana.

El miedo al otro, el choque de culturas, la incomunicación y el azar como causa de terribles acontecimientos que marcan para siempre nuestras vidas, son los complejos y arriesgados temas que esta película intenta plantearse mediante la interrelación de tres historias en tres partes del mundo completamente diferentes, como son Marruecos, la frontera EEUU-México y Japón, que poco a poco se descubren unidas (aunque una de ellas de manera un tanto forzada) por invisibles lazos causales y casuales. Se trata por tanto de una película de riesgo, nada simple, y que pretende llegar más allá en la comprensión de las pasiones humanas. Pero a medida que el metraje avanza uno va echando de menos la fuerza y la pasión de la emocional, sincera y brutal Amores perros, y va sintiendo una creciente irritación ante la pretenciosidad de la puesta en escena de la película y ante la percepción de cómo el director se recrea hasta el paroxismo en la angustia de sus personajes. Unos personajes a los que trata como títeres en su plan mayor, y a los que no otorga la más mínima capacidad de raciocinio en pos de mantener las tesis centrales de su película, dejándoles tan sólo la capacidad de sufrimiento y castrando otras características fundamentales del ser humano.

Yo terminé cansado de tanta angustia inútil, de tantos detalles totalmente inverosímiles (la mexicana que se lleva a los dos niños estadounidenses a Mexico sin autorización paterna como si alguien pudiera desconocer la necesidad de papeles para esos menores, y finalmente eso le obliga a terminar huyendo de la policía; o la incapacidad para habilitar alguno de esos todoterrenos de la policía marroquí para trasladar a la turista herida) de tantos silencios con pretensión de profundidad, de tantas imágenes redundantes y artificiosas en la historia de la sordomuda, de la interpretación quieroganarunóscar de Brad Pitt, y de las lagunas argumentales y los socavones en la continuidad de la historia, que a duras penas se ven compensados mediante el, un tanto ya manoseado, montaje fragmentado.

Por lo tanto, lo apuntado en el título del post, decepción con Babel, lo que unido a que tampoco encontré nada que mereciera la pena en la aún más pesada y aburrida 21 gramos (con un Sean Penn excesivo, como siempre que le dejan creerse que es el nuevo Marlon Brando) me debería hacer replantearme las esperanzas que tenía puestas en un tipo como Iñárritu que consiguió emocionarme y disfrutar con el auténtico puñetazo en el estómago que suponían aquellos Amores perros, pero que desde entonces ninguna de sus propuestas han terminado de convencerme.

Celebro que los caminos del guionistay novelista Guillermo Arriaga y Alejandro González Iñárritu vayan por fin a separarse, y veremos que nos deparan por libre dos tipos que de todas formas siguen siendo una promesa de algo diferente a la hora de ir a ver una película al cine.

15 febrero 2007

El alcalde de Sevilla

Este señor gobierna una ciudad de cerca de un millón de personas

Extraigo los siguientes párrafos de la propia página web del PSOE de Sevilla

El tipo trae un discurso escrito, preparado, para hablar sobre el desarrollo sostenible de los ayuntamientos. Las negritas son mías:

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Sánchez Monteseirín hizo esta reflexión en el foro sobre "Ordenación del territorio, modelo de ciudad y vivienda", una de las actividades paralelas que se desarrolló hoy dentro de la Conferencia Política del PSOE-A sobre Desarrollo Sostenible, que reúne en Marbella a más de 700 participantes.

"Qué sería de nosotros, los astronautas, si no fuera por los astrónomos o los astrólogos", dijo Monteseirín en referencia a los expertos que intervinieron en el foro antes de que se abriera un debate

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Que sería de nosotros los astronautas, si no fuera por los astrónomos o los astrólogos....¿Nosotros, los astronautas? ¿Sin los astrólogos?

¿Y qué sería de nosotros gobernados por políticos cultos y no por analfabestias de medio pelo?

Aquí tenéis el momento mágico. Que sus palabras os iluminen

11 febrero 2007

Abrazo

No es fácil mirar a un niño a los ojos y decirle que todo irá bien. No es fácil ocultar la angustia momentánea que te invade al escucharle balbucear, desde el desconocimiento, que su madre está enferma. No es fácil indagar en los motivos que últimamente le hacen no asistir a clase y que él te conteste, desde detrás sus gafas y desde su corta estatura, que no ha podido venir porque debía cuidar a su madre enferma. No es fácil escucharle contar orgulloso cómo rebuscó en los papeles de los médicos mientras sus padres no lo vigilaban y descubrió la enfermedad que ellos no querían que supiera. Al fin y al cabo sólo un nosequé en nosedonde. No es fácil oírle hablar mientras él cree que ya sabe todo lo que tiene que saber y te cuenta que a su madre le están dando nosequéquimio y que últimamente está muy cansada.

Y te entran una ganas terrible de achucharlo y darle un abrazo. Pero no lo haces porque sabes que no debes. Porque a él no le hace falta. Porque él está feliz. Porque es un tipo esencialmente alegre y su única preocupación es que ha vuelto a no traer hechos los resúmenes encomendados, y que el último examen lo volvió a suspender porque la naturaleza no lo ha dotado de especial inteligencia.

Le mando a su sitio, mientras le digo que lo que tiene que hacer es darle muchos abrazos a su madre y decirle lo mucho que la quiere. Y me mira como si fuera gilipollas. A él le interesa si le voy a poner el negativo de cuaderno otra vez. Pasa de otras historias. Me escabullo como puedo. Le digo que se siente, que he de empezar la clase. El resto de alumnos como siempre ríen y gritan a partes iguales. Indiferentes. Como debe ser.

Él no lo sabe. Pero los muchos negativos que este trimestre ya acumulaba se han transformado en hermosos positivos. Al fin y al cabo, tan sólo ése es mi pequeño abrazo.