Los que me conocen saben que no es un tema sobre el que tenga una postura extrema, ni siquiera clara. Me genera dudas personales, propias. Que no pueden servir de coartada para negar un derecho a las mujeres ante un futuro no deseado.
Esta carta al director de 20 minutos está escrita por una menor. Se puede argumentar más, hacer más aspavientos, gesticular verbalmente hasta el hastío. Pero poco se puede añadir ante argumentos tan contundentes expuestos con tal sencillez
Sobre el aborto
Supongo que ésta será una de las primeras cartas enviadas a un periódico por una chica menor de edad y, sin embargo, creo que somos nosotras quienes tenemos que tomar cartas en el asunto del aborto. Siento mucho oír a gente mayor y a hombres hablar de ello sin darse cuenta de que la ley del aborto nos afecta a nosotras. Se apela a los sentimientos. Yo apelo a la razón. Las nuevas leyes sólo pueden beneficiar a las mujeres que deseen abortar, lo cuál no obliga a nadie a hacerlo. Simplemente ampara a un sector ya de por sí desprotegido. Conlleva riesgos, como cualquier práctica médica, pero más peligroso sería si se practicara clandestinamente. En cuanto al límite de edad y a la información de los padres, aquellos que estén seguros de la educación que han dado a sus hijos no deben temer que ellos les oculten nada, y aquellos que no han estado a la altura, no deben exigir ser informados. Estas leyes limitarán la gerontocracia y darán más autonomía a las mujeres jóvenes. pero nuestras opiniones no interesan porque son mayoría, sólo interesa reflejar los pocos discordantes.
Esta carta al director de 20 minutos está escrita por una menor. Se puede argumentar más, hacer más aspavientos, gesticular verbalmente hasta el hastío. Pero poco se puede añadir ante argumentos tan contundentes expuestos con tal sencillez
Sobre el aborto
Supongo que ésta será una de las primeras cartas enviadas a un periódico por una chica menor de edad y, sin embargo, creo que somos nosotras quienes tenemos que tomar cartas en el asunto del aborto. Siento mucho oír a gente mayor y a hombres hablar de ello sin darse cuenta de que la ley del aborto nos afecta a nosotras. Se apela a los sentimientos. Yo apelo a la razón. Las nuevas leyes sólo pueden beneficiar a las mujeres que deseen abortar, lo cuál no obliga a nadie a hacerlo. Simplemente ampara a un sector ya de por sí desprotegido. Conlleva riesgos, como cualquier práctica médica, pero más peligroso sería si se practicara clandestinamente. En cuanto al límite de edad y a la información de los padres, aquellos que estén seguros de la educación que han dado a sus hijos no deben temer que ellos les oculten nada, y aquellos que no han estado a la altura, no deben exigir ser informados. Estas leyes limitarán la gerontocracia y darán más autonomía a las mujeres jóvenes. pero nuestras opiniones no interesan porque son mayoría, sólo interesa reflejar los pocos discordantes.
Venina Svetli (Madrid)
(Las negritas son mías)
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