"El aprendizaje cooperativo […] es una pedagogía para la democracia que otorga el poder a los estudiantes y no tanto a una figura autoritaria (el profesor)"
Extraído de un manual de formación de profesores
para el nuevo sistema universitario
para el nuevo sistema universitario
En el segundo dibujo-esquema: "control emocional, aprender a negociar, aprender a perder"
Lo curioso del constructivismo pedagógico es que tras el mensaje primario que enaltece el conocimiento y el aprendizaje grupal y colaborativo, y critica la enseñanza clásica centrada en la autoridad (¿autoritaria? ¿Por qué la autoridad debe ser autoritaria?) del profesor para ceder el protagonismo a un pretendido dinamismo del alumno, no se empeña demasiado en ocultar "ese segundo nivel de trabajo": conductismo de manual para el disciplinamiento de individuos necesarios, adecuados y conformados al sistema socioeconómico vigente
Lo curioso del constructivismo pedagógico es que tras el mensaje primario que enaltece el conocimiento y el aprendizaje grupal y colaborativo, y critica la enseñanza clásica centrada en la autoridad (¿autoritaria? ¿Por qué la autoridad debe ser autoritaria?) del profesor para ceder el protagonismo a un pretendido dinamismo del alumno, no se empeña demasiado en ocultar "ese segundo nivel de trabajo": conductismo de manual para el disciplinamiento de individuos necesarios, adecuados y conformados al sistema socioeconómico vigente
Basura en estado puro.
ResponderEliminarEn el curso que estábamos obligados a hacer cuando aprobé las oposiciones se incidió mucho en que teníamos que compartir nuestro conocimiento con el de los alumnos. Siguiendo esta maravillosa línea argumental nos hicieron ver lo prescindible que era nuestra función ya que todo el conocimiento del que somos portadores se encuentra disponible en cualquier parte (knowledge is in the air!).
Es evidente que esta gente se encuentra al margen de la realidad. No entiendo porque se considera a la pedagogía una ciencia. En ciencia uno tiene que demostrar la veracidad de lo que afirma y en pedagogía han sido incapaces de llegar a ninguna conclusión útil, veraz y demostrable sobre nada. Al contrario, para mi esta claro que son una parte del problema que nos concierne.
Leía en una entrevista a Belén Gopegui hace poco algo en relación a eso que dices del conocimiento. Existe una tendencia clara en ese sentido respecto al profesor o, en general, respecto al portador de conocimiento cultural (no informaciones privilegiadas del mundo economico o empresarial, el rumor vende muy bien): la idea de que su conocimiento es prescindible porque está en los libros o en la red. Como si fuera posible acercarse a ciertos conocimientos de manera virgen, autogestionando el aprendizaje (algo que sólo podrá hacer una persona madura que haya aprendido durante años mediante guías de las que poco a poco irá aprendiendo a desligarse)y mediante esos conocimeintos llegar a establecer un juicio crítico y a conformar una opinión fundamentada.
ResponderEliminarImagínate los primeros años de Física sin tener la oportunidad de recurrir a las explicaciones de los profesores, y adentrándote en las procelosas aguas de la cuántica, la óptica o la estadística sin ellos (a pesar de lo malos que fueron algunos, y de lo malos estudiantes que fuimos otros)
Vivimos en un mundo donde al que sabe mucho de algo se le llama friki, un término que inicialmente se acuñó para designar de manera simpática (a pesar de su inquietante origen etimológico) a aquél que acumulaba datos idiotas de películas como Star Wars, o de comics, etc
Últimamente no dejo de escuchar frases del tipo :"Ése es un friki de la historia, o de la literatura, o del cine...". No me deja de chocar.
Ese imbécil y ruin relativismo cultural tiene necesariamente que significar algo. Seguro. Y tener consecuencias.