22 septiembre 2010

¿Dónde coño están?

Se quejan. Continuamente. Suelen esperar a la hora del café. Son profesores de educación secundaria. Son funcionarios, gestores fundamentales de la educación pública. Se quejan. Continuamente. Con razón. Con tanta razón. La educación pública en Madrid se está muriendo. No. Miento. La están matando. Sigo sin decir toda la verdad. La está destruyendo el PP de Esperanza Aguirre. De manera sistemática. Hablemos claro, sin paños calientes. Pero no hay respuesta. Sólo gemidos victimistas y apelaciones continuas a la mala labor de los sindicatos. Y estoy de acuerdo, está claro: no lo han hecho bien... ¿Y?

Hoy de nuevo concentración para hacer públicas nuestras reivindicaciones. Que debieran ser de todos: defender una educación pública de calidad. No hay padres. Tampoco apenas profesores. Cortamos la calle. Damos pena. Somos tan pocos. Allí estamos. Tanta pena. Rozamos lo patético. Pero tenemos razón. No es suficiente. Es un problema clásico de física. No tenemos la masa crítica suficiente. ¿Cuándo coño los profesores se van a responsabilizar de su labor social y entender que deben dar un paso al frente? Somos los únicos que sabemos de verdad la apocalíptica situación de la educación pública madrileña. Los demás sólo lo intuyen. ¿Dónde estaban mis compañeros? ¿Que era tan importante para ellos esta tarde que impedía su presencia? Siempre hay excusas. Somos tan listos. Tan lúcidos: no hago huelga de un sólo día. No hago concentraciones que no signifiquen huelga. No hago huelgas que impliquen concentración. No hago huelgas que no sean indefinidas. No hago paros parciales. No le hago el juego a los sindicatos. No le hago el juego a la Administación. Me explico. Os explico: no hago nunca nada pero en todo momento explico a todos cómo deberíamos hacerlo. Tomando un café. Con gesto serio y constreñido. Así de listo soy. Para eso tengo una carrera. Así de lúcidos son mis compañeros. Qué envidia. Cuánta personalidad.

Y mañana volveremos a los institutos. Con grupos de 37 o 40 alumnos. Sin refuerzos, sin desdobles. Con jornadas paciales. Con profesores de Inglés dando Francés. Con profesores de Historia dando Economía. Con profesores de Física dando Biología. Creando guettos de inmigrantes en las aulas para que no tengan ninguna oportunidad. Asumiendo toda la carga que supone la escolarización del 100% de la población sin recursos. Pero no pasará nada. Porque nunca pasa nada. Al fin y al cabo somos bilingües. Y tecnológicos. Y está la concertada para salvar a nuestros hijos. Y siempre nos quedará la hora del café. Para seguir quejándonos. Con pasión. Hasta que toque el timbre y consigamos huir.

Sin mirar atrás.

2 comentarios:

  1. Bueno, Pepe, veo que sabes muy bien cuál es uno de nuestros mayores males. Ya sabes lo que comentamos hace nada. Bonito artículo; ciertamente, aquí nos pasamos la vida esperando a Godot.

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  2. Totalmente de acuerdo. Con todo, voy a tomar un caf´´e que estoy muy quemao.

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