10 septiembre 2007
Conversaciones
28 agosto 2007
En la muerte final de Umbral

“El cine barato y sin tiempo es el refugio negro y cálido de los que vagamos al atardecer por la ciudades de nieblas, el rincón vaginal donde el hombre acorralado por la vida va a parar cada anochecer, cuando todo queda en suspenso y él ve con claridad indeseada que sus existencia no va a ninguna parte, que no tiene amigos ni dinero ni amantes ni nada que hacer en todo el planeta. Son esos claros que hace la existencia, de pronto, esos remansos donde se enlaguna el tiempo, ocasiones que debieran aprovecharse para meditar en el propio destino y en el destino de la humanidad, pero que nadie aprovecha, pues nadie quiere ver con demasiada evidencia lo que hay cuando cierran las tiendas, se van los amigos y se duermen las preocupaciones: nada”
19 julio 2007
Léolo

Proyectamos Léolo, una petición de un alumno que no asistió. Una película de Jean Claude Luzon, estrenada en el 1992 y considerada ya de culto por muchos. Por mí entre ellos. Muchas películas van desgastándose en mi cerebro con el paso del tiempo, van perdiendo fuerza al desaparecer el impacto inicial; algunas llega incluso a avergonzarme o extrañar el hecho de haberlas defendido o alabado. No pasa eso con Léolo. Su impacto crece y crece con vigor dentro de mí. Sentado, entre tinieblas, casi en soledad, paladeé de nuevo cada fotograma. Porque sueño no lo estoy, porque sueño no lo estoy, porque sueño...

Al final sólo queda el grito desesperado de una madre que se aferra a un último intento de salvar a su niño de las garras de la inconsciencia, adentrándose en su universo interior, aceptando que sólo ahí puede sobrevivir. Una madre que grita por fin lo que tantas veces le pidieron, un nombre, sólo un nombre:¡¡¡Léolo!!!
Las luces de la sala se encienden poco a poco... Porque sueño no lo estoy, porque sueño no lo estoy, porque sueño...
18 julio 2007
La conjura de los necios (¿o son miserables?)

El periodista es cuestión no es un cualquiera, el artículo no se escribe en algún patético blog burdamente liberal o conservador de Periodista Digital, ni es una columna del absurdo Jorge Valín en Libertad Digital. No, el periodista no es un joven desconocido con ansias de hacerse valer en el renovado panorama mediático conservador, ni un vocero agitador de los que están haciendo carrera en los últimos tiempos. No, el tipo en cuestión es académico de la lengua española, ha sido director de éxito de varios periódicos, donde escribe semejante sandez es en la revista cultural semanal que cada jueves se vende con El Mundo, y su nombre es Luis María Ansón. Sólo un necio indocumentado o un miserable que únicamente busca la confrontación directa y enardecer de manera indigna a las masas, manipulando a su antojo la realidad y los datos, puede escribir lo entrecomillado anteriormente. Y Ansón no es un necio.
“El Gobierno actual quiere educar a los adolescentes no para la ciudadanía sino para que voten al PSOE y se alineen contra
El ejemplo sirve para constatar nuevamente el bajísimo nivel actual del periodismo de este país, capaz de escribir lo que le viene en gana sin que se le ocurra en ningún momento contrastar las tonterías que dice. Un periodismo que vive de las rentas en un presente tremendamente cochambroso, de momias varias por un lado, y jóvenes con más ganas de hacer méritos ante ellas que de promover la necesaria regeneración y renovación de las plumas de la prensa escrita nacional por otro. Entre los que fueron y ya no son (aunque hagan malabarismos para mantenerse en el candelero) y los que debieran ser pero malgastan su tiempo y sus columnas al servicio de los otros, la prensa escrita muere un poco cada día.
Alejándome ya de los patéticos estertores de periodistas amortizados y con un pie en la tumba escrita, se hace necesario un primer análisis de Educación para
No es cuestión de apoyar sin paliativos que sea la escuela la que se deba ocupar de dichas enseñanzas. Pero no por los motivos que
No tengo ninguna esperanza especial con la nueva asignatura. Lo cierto es que no es más que un parche que sirve para discutir y gritar mucho y muy alto (igual que con el tema de la religión en las escuelas), pero no sirve para solucionar nada en el proceso de descomposición de la educación pública en este país. Una descomposición producto, entre otras cosas, de la tradicional cobardía, falta de ambición y preocupación real de unos gobernantes y los intereses espurios de otros, de los miedos y el racismo sociológico de las nuevas generaciones de padres patéticamente protectores con sus hijos, y de la falta de profesionalidad, la pereza, y las malas prácticas de ciertos profesores de la educación pública, excesivamente acomodados y verdaderos parásitos sociales algunos de ellos en espera de la jubilación dorada, exigiendo derechos y asumiendo pocas responsabilidades.
16 julio 2007
Un país de feos: los portadores de grasa

Y ahí, debajo de la sombrilla, tras una gafas oscuras, bajo la camiseta e impregnado de crema protectora, uno observa desfilar a España. No la de los políticos, ni la de los nacionalismos. Ni la de los medios de comunicación. No
En esta ocasión me centraré tan sólo en los poseedores de grasas superfluas. Afortunadamente alguna vez alguna chica de buen ver atravesaba mi campo visual oxigenando mi extenuante investigación. Lo repito, somos un jodido país de feos y cuidamos nuestros cuerpos menos que Espinete. Es una verdad incómoda. El modelo de cuerpo que nos vende la televisión no existe, deben ser cyborgs construidos para que pensemos que es posible una barriga tipo tabla de planchar. Pero desde mi silla, bajo mi sombrilla, el hombre medio español a partir de los cuarenta es un tipo que se tambalea sobre unas chanclas baratas, que viste (por decir algo) algún terrible bañador de un único color (estridente a poder ser) o floreado, cuyo elástico suele quedar a la altura de la última zona sin grasa de su cuerpo (es decir por encima de sus partes nobles), y que a veces se protege con una gorra demasiado pequeña para su cabeza que le han regalado en el taller donde le hacen la puesta a punto al coche. Por encima del elástico del bañador emerge orgullosa la panza, el mondongo, la barriga cervecera y descuidada, que se presenta con diferentes variantes, todas ellas realmente nada sensuales. Me obligué a catalogarlas en una mañana en la que olvidé los periódicos en casa. Éste es un resumen de mi investigación:
- En primer lugar aparecen las barrigas pequeñas, incipientes y fofas, que son las que suelen presentar aquellos que, sin abusar de la comida, hace años que dejaron de hacer deporte (aunque seguramente cada año renuevan la ilusión de que volverán a hacerlo). Son los protogordos, a los que cualquier descuido alimenticio convertirá en candidato a ocupar algún rango superior en el escalafón. Su caminar es algo más rápido que los de sus compañeros, pero al sentarse o agacharse no pueden ocultar la fatal flaccidez de unas carnes que vivieron tiempos de mayor tensión.
- Posteriormente aparecen las que denomino barrigas contundentes. Su aspecto es compacto, surgen desde debajo del tórax, formando una parábola eterna que promete un futuro memorable y un presente repleto de hamburguesas. Estas barrigas obligan a sus dueños a adoptar la clásica postura paseante del gordo, con sus manos entrelazadas tras la espalda para equilibrar el exceso de grasa localizado en la zona delantera, y conseguir que su centro de masa se desplace un tanto hacia atrás, permitiéndole así continuar erguidos.
- Tras ellas nos encontramos con las superbarrigas, que sólo se muestran en todo su esplendor en las zonas costeras pues el resto del año suelen ocultarse bajo ropas amplias. La presentan tipos de una estatura más bien pequeña, cuya cabeza aún siendo de tamaño normal ya empieza a parecer al observador extrañamente pequeña debido a la desproporción con el resto de su cuerpo. En estos especímenes se observa el comienzo de una extraña fusión entre la cabeza y el tórax, además de la desaparición gradual del cuello. Sus carnes, libres de ataduras corpóreas, se balancean desafiantes, orgullosas, oscilando vehementemente al ritmo del caminar necesariamente firme (para no terminar rodando) de sus dueños por la arena. Estos barrigudos suelen ser más coquetos que el resto y se atreven incluso con algún complemento que acompaña a su horrible bañador: una camisa barata, a cuadros, con los botones sin abrochar (por imperativo físico), que al principio del paseo vuela libre mecida por el viento, pero que tras unos minutos bajo el sol es inevitablemente atrapada por el sudor de la grasa que intenta contener, quedando húmedamente abrazada para siempre a las carnes de su dueño.
- Por último sólo quedan las hiperbarrigas. Son arrigas etéreas en las que la mirada se queda atrapada por el balanceo rítmico de sus carnes. El bañador de los afortunados que las poseen casi se hace innecesario, pues queda semioculto, casi invisible a unos ojos inexpertos, escondido por una cascada de carne que como una enredadera busca el suelo en su movimiento, asumiendo el inevitable tributo gravitatorio con majestuosidad y orgullo. Estos tipos ya no consiguen enlazar sus manos tras la espalda (demasiado amplia), pero suelen poseer unas fuertes y cortas piernas que consiguen soportar el peso del cuerpo y su cadencioso vaivén. A veces se agrupan en manadas y su presencia conjunta evoca alguna imagen documental de una playa repleta de leones marinos. El tiempo se ralentiza a su paso. Sus brazos, no proporcionados al resto de su enorme cuerpo, se balancean desvalidos, a ambos lados de tan memorable masa, y la única imagen que le viene a uno a la cabeza es la de un Jabba The Hutt en tanga, de turismo en alguna playa perdida de Tatooine.
26 junio 2007
La infame visita del Rey de Arabia

Y lo peor es la cantidad de gente que hace el idiota siguiendo los dictados de los intereses inmediatos mediáticos de nuestras empresas de comunicación, y se solidarizan y se molestan sólo (eso es lo importante, sólo) por aquello en lo que inciden nuestros magnos editorialistas y periodistas. El problema no es la información, su defecto o exceso, sino el tratamiento y la relevancia que se le da.
Por cierto nuestros reyes andan ahora por China, de viaje promocional y comercial. Otro ejemplo de país amante de las libertades y garante de los derechos humanos. Tras tanta transición, tanto halago por su intervención en el intento del golpe de estado, tanta unanimidad en elogiar su figura y su talla política, ahora el Rey de España, en su vejez, ha quedado para esto, para abrazar sátrapas e hijos de puta en bodas, recepciones o partidos de fútbol, y para ser un jodido representante comercial de las grandes corporaciones españolas. Guay, ¿no? El Jefe y máxima representación del Estado español
12 junio 2007
Sobre el cierre de la iglesia roja de Vallecas

25 mayo 2007
Treinta años de Star Wars

Pero nada de eso importa. El tiempo depende del sistema de referencia que se utilice, y en eso uno es m

Posteriormente, con la dificultad que suponía no tener reproductor de VHS, llegaron las visiones de El Retorno del Jedi y, algún año más tarde, tras incluso haberme leído la versión novelada de la película, pude ver el comienzo de la saga (la que después sería llamada Una nueva esperanza pero que entonces sólo se conocía por
El hecho ya comentado de no tener reproductor de vídeo fue curiosamente clave para mantener viva y pura la llama de la afición. Si lo hubiéramos tenido, tal vez me habría

Con los años descubrí que George me permitiría tener muchas veces esa música en distintos formatos y grabaciones, pero aquellos momentos de descubrimiento fueron impresionantes e inolvidables. La música de cine desde entonces se convirtió en otra de mis aficiones, por su capacidad de despertarme emociones cinematográficas sin necesidad de estar viendo físicamente las películas.
Han, Leia, Vader, Luke, Obi-Wan, Chewbacca, Yoda, R2D2, C3PO... llevan ya c

Hoy, 30 años después de su estreno, le rindo éste, mi pequeño homenaje.
06 mayo 2007
Lo que piensa Aguirre sobre la educación

Ahí está la clave, si la responsable del gobierno y de la redistribución de los impuestos en Madrid piensa que la escuela concertada enseña valores como el mérito, el estudio y el esfuerzo, me gustaría preguntarle qué considera entonces que enseña la pública: ¿el valor del enchufe, la pereza y la cultura del mínimo esfuerzo?
Lo más peligroso no es que lo piense. Dudo que lo haga. Es peor. Lo que pretende es que esa idea se extienda entre la población, que la recuerden esos padres asustadizos y temerosos que a la hora de elegir sigan optando por potenciar el gran negocio de la concertada y dejando de lado lo que debiera ser un bien social y comunitario: la defensa de una misma educación pública para todos, que reciba los impuestos que todos pagamos, redistribuya las problemáticas sociales, y se ajuste a las necesidades de los niños de este país para que reciban la mejor formación posible
28 abril 2007
Historias docentes
