22 julio 2006
El origen
14 julio 2006
La realidad transformada
Por otro lado están los políticos. ¿Qué dicen nuestros dignos mandatarios europeos? (para qué gastar mis dedos escribiendo sobre la reacción diplomática de EEUU... Demasiado asco. Demasiado desprecio). Pues compugnidos y apenados hablan de "reacción desproporcionada"... Reacción desproporcionada... Impresionante. Ante Irán, amenaza de embargo, apoyo a las tesis estadounidenses, posición de fuerza y firmeza. Ante Israel... "Creemos que se trata de una reacción desproporcionada, estamos muy preocupados, hay que reconducir la situación".
No tengo ninguma simpatía por los fundamentalistas islámistas, ni por los estados islámicos. No respeto ninguno de los aspectos de su cultura que hacen que sus leyes, obviando la razón, se inspiren en una religión anticuada, misógina, vengativa y totalitaria. Una religión monoteísta que actúa como las demás. De la única manera que lo sabe hacer una religión cuando conquista el poder: de manera despótica. Me dirán que otro Islam es posible. Puede ser, pero el problema es que éste, el que ahora existe, también. Por supuesto que podría existir un Islam domesticado y no agresivo. Pero repito ése es una ilusión, y el otro es real, igual que sus consecuencias. Podría convertirse en algo semejante a lo que se ha visto por las calles de Valencia con los católicos, el pasado fin de semana. Los cristianos empezaron cantando como gilipollas delante de los leones en Roma. Después, cuando cataron el poder, se volvieron despiadados y miserables. Como sólo los iluminados pueden ser. Con el tiempo vuelven a cantar y a dormir con caras de gozo inexplicables, mientras esperan el show de su líder. A la espera y al acecho de retomar un poder que afotunadamente perdieron. Pero el auge de los gobiernos islamistas no se produjo espontáneamente. Y a día de hoy, tampoco sobreviven por sí solos (¿Que hacía nuestro rey abrazándose con el presidente de Arabia Saudí en el palco del mundial, un país que impide el voto de la mujer, restringe sus derechos y mata a los homosexuales?).
¿Buscamos una solución real al problema de los totalitarismos y creemos en algo que entendamos la mayoría como justicia? ¿O sólo nos llenamos la boca de buenas palabras, defendiendo las libertades y todo lo demás, siempre y cuando el que comete las tropelías no es de los nuestros o no tiene fuerza internacional? Los voceros conmigo que no cuenten. Los mamporreros tampoco. Los de ningún bando.
Volvemos pues a los medios de comunicación. Ésos que, tras tantas luchas para dominar los mercados quedan exhaustos para conseguir el objetivo que sus receptores queremos que cumplan: que informen sin más, sin juegos de palabras, sin dobles lenguajes. Corrompidos y acomodados... Ofensiva de Israel... Respuesta desproporcionada y condenable... ¿La respuesta de Hezbolá mandando misiles sobre la ciudad israelí de Haifa? Está claro, los terroristas atacan la ciudad con cohetes... Unos realizan ofensivas, los otros, los que se defienden, son terroristas. Para qué seguir leyendo. Nada importa. Ya está todo claro.
01 julio 2006
Barbarella. Recomendada por Maca
Barbarella es una película que hacía años que quería ver por ser una de las primeras adaptaciones de cómic moderna y por lo que decían sobre lo rara y psicodélica que era. Por fin la conseguí a través de Maca (una amiga) a la que siempre recordaré por ser la transmisora de semejante espanto... :)
Está dirigida por Roger Vadim, más famoso por sus escarceos amorosos (estuvo liado con algunas de las mujeres más guapas y sensuales de los sesenta y setenta: Brigitte Bardot, Catherine Denueve, Jane Fonda...) que por sus aportaciones cinematográficas. Por otra parte el guión, basado en una novela y una serie de comics de los 60, esta perpetrado por ¡¡ocho!! guionistas. Me lo imagino, cada uno de ellos sustituía al anterior, que se daba de baja por la depresión que le causaba haber participado en semejante proyecto.
Lógicamente Barbarella no es una película que se tome en serio a sí misma. De lo que se trata es de mostrar el lado más sensual (y sexual) de Jane Fonda en su periplo viajero en busca de un científico, que ha inventado un "rayo positrónico" que puede alterar la paz que se ha alcanzado en un universo donde ya no hay guerras ni armas. Nuestra chica es la agente que el presidente de
Todo lo anterior contado con cierto ritmo y gracia, podría haber sido muy divertido, pero el problema es que Barbarella es la película más deshilachada que haya visto jamás. A su lado Aterriza como puedas es una película compacta, con una historia lineal. Avanza a base de escupitajos argumentales sin sentido, nada importa, la lógica no existe. Todo gira en torno a lo supuestamente atrevido que es hacer una película tan explícitamente sexual a finales de los 60. Pero como eso a día de hoy está superado, y la provocación ya no es tal (porque es una película más bien pacata bajo los cánones actuales) se descubre la tremenda vaciedad de lo que se cuenta. La sonrisa que uno trata de buscar en su interior recordando que está viendo una serie B pura, se congela antes de aparecer en la boca cuando no dejas de contemplar una y otra vez la cara de gilipollas de Jane Fonda, siempre posando y pretendiendo ser el súmmum de la sensualidad. Mientras tanto el sentido de la vista es agredido violentamente por unos horrorosos y estridentes decorados coloristas, y el del oído por una espantosa música sesentera. Definitivamente, la estética y los ideales pacifista-ecologistas hippies (además de lo que se fumaban) hicieron mucho daño en los cerebros de los creadores de películas de ciencia ficción de esta época (recordar Naves silenciosas).
En algunos foros se defiende esta película como una desinhibida muestra de comedia sensual muy divertida. Yo desde aquí no puedo más que asombrarme ante los gustos de la gente y sólo recomendar que si algún día se os ocurre divertiros viendo una película...¡¡No pongáis Barbarella!!
21 junio 2006
La espera
La espera. Odio las esperas. Siempre significaron en mi vida parálisis e inacción. Sensaciones de vacío y angustia.
La culpa innecesaria es un sentimiento que siempre me repugnó. Afrontar lo realizado y las consecuencias que derivan de ello es algo que siempre me ha parecido honesto y liberador. Pero invariablemente a lo largo de la vida esa sensación me llega tras unos días previos de desazón, desgana y cierta conmiseración por uno mismo, indudablemente un tanto miserable. Por fortuna, nunca me quedan restos con el tiempo. Qué jodido debe ser para un buen cristiano cargar perpetuamente con sentimientos de culpa. O tan sólo nacer y moldearse como sufridor profesional.
Hace tiempo que los miedos irracionales me descubrieron algo de mí que no quería reconocer. Ahora lo acepto y lo controlo. Tanto como puedo. Tal vez sea la edad. Ya no soy inmortal. A veces uno se deja caer suavemente, descansar, esperando que pronto, de nuevo, como tantas veces pasó, llegue el resurgir repleto de entusiasmo y ambición.
Aburrimiento.
La espera.
13 junio 2006
Encuentro
Trata de cruzar la calle, gracias a uno de esos impulsos espasmódicos que el alcohol permite sentir antes de entrar de nuevo en una horrible oscuridad mental. Esta vez, este impulso no es suficiente. No logra hacer que atraviese toda la calle. Aparece pues, de repente, en medio de la calzada, como un espectro que saliera de la nada. Observa con desdén, sin entender, cómo algo grande, oscuro y difuso se abalanza sobre él. Escucha un ruido ensordecedor y molesto que trata de apartar de sus oídos con un manotazo que casi le hace caer; después unos gritos se dirigen hacia él, gritos que no comprende pero intuye agresivos e insultantes. El Mercedes clase C ha frenado a escasos centímetros del viejo borracho, mientras éste, sin mover los pies de la calzada, hace desesperados intentos por mantenerse erguido. El intercambio de insultos dura pocos segundos: el miedo ante el posible atropello transformado en indignación por parte de los ocupantes del vehículo; los balbuceos inconexos e ininteligibles por parte del viejo que balancea su cartón de vino sin que milagrosamente se le derrame un sola gota. Un nuevo impulso le permite llegar a la acera de enfrente. Objetivo conseguido. El coche se aleja por Embajadores. El viejo, por la calle Dos Hermanas. Lavapiés en estado puro. La opulencia y la miseria enfrentadas una vez más. Lavapiés como metáfora del mundo. El mundo entero cabe en Lavapiés.
08 junio 2006
Sólo queda el odio
¿Adónde nos van a llevar? ¿Vivimos acaso en el apocalipsis permanente que algunos medios y políticos se empeñan en describir diariamente? ¿Tan diferentes somos los que a distintos partidos votamos en esta maltrecha democracia representativa? ¿En serio alguien, si se para a pensar con tranquilidad, nos ve con deseos, sueños y problemas tan distintos? Pero no parece haber tiempo para la reflexión, cada vez el ruido es más ensordecedor, el diálogo más difícil y los insultos al adversario abstracto más brutales. Y ahora no hablo sólo de la prensa y la política, describo lo que la calle espeta cuando alguien se le ocurre sacar un tema político tomando una cerveza. Otra vez.
Mientras tanto, unos hablan de aplicar la pena máxima al presidente del gobierno y otros vomitan sin disimulo y sin medida el odio que sienten al ver una foto del secretario general del partido enemigo. Y los que lo hacen no somos los ciudadanos normales, que podríamos tener cierto derecho a esos exabruptos en la barra de un bar de manera distendida. No, lo expresan comunicadores, articulistas y representantes públicos. Nuestros guías y portavoces sociales. Ya no habrá charla distendida en el bar, aparecerán violentamente el rencor y hostilidad. Otra vez
El sábado, en Madrid, los de un lado volverán a atiborrar las calles, y no las inundarán de reivindicaciones más o menos justas, no, la inundarán de odio, resentimiento y hostilidad. Manipulados y arrastrados por un clima político-social que cada vez se hace más irrespirable.
Hasta dónde.
31 mayo 2006
Las conexiones latinoamericanas de PRISA
En su último número (es quincenal) da una interesante información sobre el emporio creado por Polanco allende los mares, en Latinoamérica, lo cuál explicaría las posiciones editoriales y el tratamiento de la información que El País y los demás brazos armados mediáticos del grupo están mostrando hacia todo lo que viene de Bolivia y Venezuela.
Para los perezosos que no se lo comprarán aquí pongo el enlace en PDF
http://www.diagonalperiodico.net/pdfs31/12y13diagonal31-web.pdf
29 mayo 2006
Compre usted medio kilo de miedo fresquito
El año pasado fue la valla de Marruecos. La invasión inmigrante nunca cesa en nuestros medios. También es época de cayucos y naves nodrizas. Un amigo canario me cuenta que no vienen este año más que el pasado. Pero ahora llegan a Tenerife y no a Fuerteventura. No están acostumbrados.
¿Por qué separar ambos asuntos? Acebes se lo preguntó y se lo respondió a sí mismo. Puso su cerebro en marcha y además tuvo la amabilidad de compartir sus cavilaciones con los demás, pobres mortales que no nos atrevemos a decir lo que él proclama. ¡Cuánta valentía! ¡Cuánto atrevimiento! Sólo él es sincero y tiene los arrestos necesarios. Para él la cuestión está clara: la inmigración es el problema. Los putos inmigrantes se están cargando nuestro estado del bienestar. Han descubierto nuestras debilidades garantistas y se aprovechan de ello. Con la boca pequeña matiza: “no son todos los inmigrantes, son los que no vienen a trabajar”. Yo traduzco: “No son todos los inmigrantes, sólo aquéllos que no vienen dispuestos a arrastrarse limpiando nuestros suelos, o a trabajar sin descanso en la construcción, o en lo bares, o en el campo". Los sumisos y humillados no molestan. A éstos les dejamos quedarse, pero de momento que no vengan más, que se queden en sus países. Da igual que se mueran de hambre o de desilusión, que no se preocupen, que aguanten, que ya les llamaremos mediante cuotas laborales para que vengan a esclavizarse puntualmente, según nuestros antojo y nuestras necesidades.
No parece útil explicar que los que presuntamente cometen esos delitos de robos violentos son blancos centroeuropeos. Los que vienen en cayucos no tienen fuerzas para cometer muchos delitos. O simplemente no los cometen.
Pero da igual, primero se siembra y después se recoge. El Mundo recoge en portada que el 70% de los españoles considera que ya hay demasiados inmigrantes en el país. Demasiados...¿Alguien me puede explicar que es demasiados? ¿Sin que aparezca el inevitable cinismo conservador y egoísta?
Curioso el tratamiento informativo de los atracos. ¿Desde cuándo suceden? No importa, la gente lo comenta hoy con una confianza y una fe en lo que cuenta asombrosa. Hasta ayer no había nada. Hoy todos hablan de ello, como si fuera algo que estuviera sucediendo desde hace mucho tiempo (los medios...Orwell...). Pero lo cierto es que aparece, informativamente hablando, la semana pasada. De pronto todos los telediarios traen a sus portadas imágenes de personas dolientes, muy asustadas ante los ataques sufridos. El mensaje es claro. En dos direcciones. Por un lado el Estado y las fuerzas policiales no nos pueden proteger ante semejante avalancha. Consecuencia: caña al gobierno (que temeroso ante la demagogia y la alarma social responde de manera patética, aceptando las presiones). Por otro lado, la lectura de la supervivencia, estamos solos ante el problema. Consecuencia: Seguridad privada.
Y aquí esta el meollo del asunto. Los telediarios lo tuvieron fácil, ¡qué suerte y qué casualidad! Primero, entrevistas y narración de los horribles atracos y secuestros exprés; después, paseo por la feria del hogar que se celebraba nosedonde para que nos cuenten los expertos las últimas novedades en la protección de los hogares. Todos los informativos nos muestran, casualmente, lo último de lo último en seguridad: las habitaciones del pánico. Ponte un búnker en tu casa. Atrinchérate, defiéndete. Pero pocos llegarán a poder permitírselo, será el señuelo, la zanahoria para el burro: el que no pueda comprar su total seguridad pagará todo lo que pueda (y más) por todo tipo de artilugios inútiles. Aunque siempre soñando con más. Mayor control. Mayor seguridad. Nada mejor que incitar a comprar medio kilo de miedo para aplacar conciencias e ideologías. Para apagar principios y atenuar libertades.
Se les olvidó explicar como hacerse una habitación de ésas en un piso de
Pero es un problema cojonudo. Reúne todo lo que es útil para ser noticioso. Es impactante, tiene superficiales derivaciones políticas y conllevará mayor gasto en un sector en alza en nuestro país. Además permite que los problemas reales y enquistados desaparezcan de nuevo: adiós por un tiempo al encarecimiento de la vivienda y al trabajo precario.
La casualidades informativas no existen. Pero la causalidad sí.
Depende de nosotros darnos cuenta o no.
22 mayo 2006
Naves silenciosas. Recomendada por Juanma
Naves silenciosas me la recomendó mi hermano Juanma. Un borrón en su trayectoria como asesor cultural. No me puedo quejar, gracias a él descubrí a los quince años el mundo de Asimov, posteriormente me abrió las puertas de la literatura norteamericana del siglo XX (Miller, Chandler, Capote...) y también fue él el que me hizo sentir la curiosidad por descubrir el cine expresionista alemán de los años veinte. Un cine que ha significado mi mayor descubrimiento estético en los últimos años. Pero nadie es perfecto. Recuerdo el día que me comió la cabeza con la película: cenábamos unos platos de pulpo gallego cojonudo en un bar del centro de Sevilla (pagaba él, por supuesto) hará unos nueve o diez años. Esa misma noche me recomendó Planeta prohibido. Con ésa no falló, pero con ésta... Todos estos años tratando de encontrarla y cuando lo consigo...
Un día cualquiera, después de comer, Carol y yo nos sentamos a verla. Su argumento, resumido, nos plantea un futuro donde la fauna y la flora han desaparecido de
El comienzo es demoledor, casi como una advertencia: primer plano de un caracol. Un puto caracol. Y mientras la cámara se va alejando de él, mostrándonos un vergel, arrancan las primeras notas de una canción setentera horrorosa cantada por el icono pacifista-ecologista de la época: Joan Baez. Ahí me tenía que haber plantado. Esta cosa hippiosa y pretendidamente profunda prometía, de repente, ser un muermo de cuidado. Pero decidí darle una oportunidad. Lógicamente, me equivoqué.
Ha pasado media hora de película. Media hora lenta, soporífera, donde no se consigue ninguna implicación con los personajes y sólo deseas que no vuelva a cantar Joan Baez porque excitará mis ganas de bombardear Vietnam. Hasta ahora hemos visto algunas conversaciones, interacciones entre los tripulantes, un partida de cartas, los asesinatos. Queda una hora de película, queda lo peor. Y todavía algunos frikis de internet califican a esta obra como pequeña obra maestra... Ufff.
¡¡Pero será zoquete!! ¡¡Será tarugo y obtuso el tío para no darse cuenta de que sin luz las plantas se mueren!! ¡¡Menudo botánico de pacotilla!! En fin, que el tío coloca unas lámparas halógenas en medio del bosque como sustituto solar (lo que vayan a durar las lámparas no lo sabemos, ni nos lo dicen), deja al cuidado del bosque al robot que queda útil y expulsa la cápsula con el bosque y su nuevo cuidador (debidamente reprogramado para sus nuevas funciones jardineras) al espacio, esperando que los que vienen a rescatarlo crean que también lo ha destruido. Después, ya en la nave, conecta cuatro o cinco bombas nucleares (no vaya a ser que una sea poca efectiva) y se suicida... ¿Final?
No hombre, no, si el director o el guionista yo creo que han montado toda esta batalla sólo para mostrarnos ese plano final de un robot cuidando amorosamente de un bosque que los humanos no han sabido valorar ni preservar. La moraleja es clara, para idiotas, pero para reforzarla aparece de nuevo la voz chirriante de Joan Baez para que todos mis nervios se pongan a cien. Sólo el recuerdo me está encabronando. ¡Qué coñazo de película! Está claro, termino de escribir esto y dejo el ordenador. Tengo una misión. Inducida subliminalmente por la película.
Me voy a cargar la pilistra, esa cosa de verdes hojas que invade mi salón. La voy a destrozar.
15 mayo 2006
¿Y Sevilla?
Tal vez no parezca importante (por inútil) reivindicar una vivienda digna a un precio justo. Tal vez sólo sirva para desahogarse y gritar que estamos hasta los huevos de que la vivienda suponga más del 50% de muchos sueldos. Una protesta que igual se sabe débil porque se enfrenta a poderosas fuerzas económicas y sociales. Inútil y débil. O no.
Tal vez sea un presagio. Una señal.
Da igual que el tema sea personal o no lo sea, que particularmente te afecte o no; éste es un problema social, un drama repugnante del que somos testigos cada vez que un vergonzante sorteo, en un sucio polideportivo, de un mísero poblacho de mierda tiene lugar, y observamos cómo se llora histéricamente porque a la gente le toca pagar "sólo" quince millones de pesetas por un piso de protección oficial. Es algo que afecta a todos aunque todos decimos con la boca pequeña que es un problema, y por detrás arramplamos con los beneficios que el mercado nos otorga si tenemos la más mínima posiblidad.
En Sevilla las agencias dicen que se juntaron 75 personas en la Plaza Nueva. En una ciudad cuyas calles fueron ocupadas por una ingente multitud esta misma semana para celebrar un puto título de fútbol.
No critico la celebración. Ni el hecho de que el motivo sea el fútbol. Me encanta ese deporte. Pero es algo que pertenece y debe pertenecer al ámbito del ocio. No puede ser una religión. Sevilla peca de demasida religión. La ciudad sucumbe en primavera a una orgía de excesos místicos. Religioso y paganos.
Y el contraste es impactante. Demoledor: 75 personas.
Sevilla es una de las ciudades donde más se ha encarecido la vivienda en los últimos años. Un 21% según los penúltimos datos. Los sueldos no suben. Respecto al consumo están a niveles de 1997.
75 personas.
07 mayo 2006
Adiós
Un gol que mereció una Copa de Europa. Un gol que merece un recuerdo. Un gol que merece un genio.
Un genio que merece una despedida.
Adiós. Fue un placer.
04 mayo 2006
Proyecto Brainstorm. Recomendada por Danisev
El director es Douglas Trumbull. Lo conocía por haber sido el responsable de los efectos especiales de 2001, una odisea del espacio. Su labor en esa película fue espectacular, convirtiéndose en claro referente del mundo de los efectos especiales, en algo así como el sucesor momentáneo de Ray Harrihausen. Precursor de la revolución que en ese campo emprendería años después George Lucas (de hecho hubo acercamientos que al final no terminaron en nada para que trabajara en Star Wars), participaría en los efectos especiales de éxitos de esa época como Encuentros en la tercera fase (que cada vez que me acerco un rato a ella me parece más y más aburrida) o Star Trek, la película, e incluso fue responsable de los efectos fotográficos de la magistral Blade Runner.
Pero como decía en un post anterior, el principio de Peter no es manejado con fluidez por estos tipos, de manera que Trumbull parece que se echó la manta a la cabeza y decidió pasarse a la dirección. Sólo le tengo contabilizadas dos obras. La primera, su ópera prima, pertenece a esta excelsa lista de cuatro filmes que estoy destripando (el tío las clava, dos de dos) y la otra es este Proyecto Brainstorm, estrenada en 1983. Sus intérpretes principales son Christopher Walken (que venía de ganar el óscar a mejor actor secundario por El cazador) y Natalie Wood (la entrañable Debbie, sobrina de Ethan en la legendaria Centauros del desierto, y que fallecería durante el rodaje de esta película de manera un tanto extraña).
La trama es atractiva: unos científicos (Walken y su colega femenina cuyo nombre no recuerdo) idean un dispositivo que es capaz de registrar y grabar la sensaciones físicas y emocionales de un individuo, siendo posible después, mediante una especie de casco, que otras personas sientan y disfruten esas mismas sensaciones como si fueran propias. Puede que esto suene bien, pero la película es un verdadero coñazo. Infinito. Aburre hasta hastío y más allá. Además, a medida que la vas viendo te la termina sudando todo lo que le pasa a los personajes. Y eso es una terrible lacra para una película. Los actores están pésimos (lo que confirma mi teoría sobre ellos), Christopher Walken deambula por la pantalla sin saber muy bien qué esta haciendo y si lo que hace tiene algún sentido. De hecho la cara de bobo que pone (demasiadas veces) me provocó unos sentimientos muy agresivos hacia él. Lo de Natalie Wood es de pena. Entristece que muriera durante el rodaje, pero desde un punto de vista estrictamente cinematográfico lo cierto es que no hubiera importado que dejara la película con anterioridad. Ambos forman una pareja que colabora en el desarrollo comercial del experimento; están casados, pero en proceso de divorcio. Consiguen con extraña rotundidad que te importe un carajo que se separen, que sigan juntos o que alguno se muera. Todo un logro, la verdad. Los pensamientos como espectador transitan a esas alturas entre el asombro por la terrible falta de ritmo y la sorpresa ante lo incapacidad de dar consistencia visual y argumental a la historia
Y uno se hace preguntas sobre la película: ¿para qué la van a hacer atractiva o entretenida? ¿O verosímil? ¿O lógica? ¿Para qué? El director prefiere deleitarnos con multitud de imágenes de prados verdes y hermosos riachuelos en una demostración que hacen a los jefazos de la empresa, a los que muestran un viaje en globo o helicóptero que, mediante el casco, sienten como si ellos mismos lo hicieran. Y así, con imágenes de bucólicos valles tomadas desde el aire, pasan más de cinco minutos de la película. Uno se desentiende de la historia y cree que en cualquier momento va a salir Ramón Sampedro en alguno de sus viajes oníricos. Y la cosa no mejora. La historia raya el surrealismo cuando a un amigo del protagonista no se le ocurre otra cosa que hacerse pasar a través del casco la sensación de placer de un orgasmo sentido y grabado por otro. Pero no un ratito, no, sino durante horas. Lógico, el tío termina fatal de lo suyo y se tiene que jubilar. ¿Que qué tiene que ver esto con la trama? ¡Y yo que sé, yo a estas alturas ya alucinaba! La compañera del proyecto mientras, sufre un ataque al corazón y... ¿qué se le ocurre? Pues lo más normal del mundo: grabar lo que siente mientras se muere. Cojonudo, vamos. ¿Para qué coño va a intentar salvarse o llamar a alguien? Qué va, se enchufa el casco y ya está, ya tenemos la cinta de la muerte. Y nunca mejor dicho, porque esa cinta se convierte en el eje del resto de la película. Los militares (tan malos y torpes como siempre) la quieren como arma de destrucción masiva y el payaso que interpreta Walken la quiere recuperar para sentir lo que su amiga sintió al morir y todo ese rollo de ver que hay más allá de la muerte y todo eso.
Claro el problema es que un mcguffin como ése podría ser utilizado para hacer una intriga entretenida y que contuviera alguna reflexión interesante. Pero lo que se consigue es una búsqueda de la puñetera cinta que te va importando cada vez menos, que se cuenta de manera confusa, soporífera y con un ritmo terriblemente monótono. Claro, como uno se aburre se empieza a hacer todo tipo de preguntas idiotas sobre lo que ve (entre ellas... ¿por qué coño no apago el DVD?): ¿Por qué es tan importante para los militares la cintita? ¿No pueden ir a cualquier penal donde haya un condenado a muerte y ponerle el dichoso aparato ése y grabar cómo muere? ¿Y para Walken? Si ya es un fracasado, si su proyecto se va a militarizar sin que pueda hacer nada, ¿qué más le da? ¿Por qué cojones le es tan importante recuperarla? ¿Como muestra de respeto a su amiga? ¡¡Pero si nos da igual!!
Y la mejor pregunta de todas, la que uno se hace cuando ve ese final pretendidamente emotivo que te arrastra al vómito, cuando Natalie Wood le llama desde la vida para que no se deje arrastrar por las sensaciones de muerte que está sintiendo al enchufarse a la cinta (ya sabéis si siente la muerte, se muere, como en Matrix) es ésa que le hice a Carolina, que "disfrutaba" enormemente conmigo: Oye, ¿a ti... te importa un carajo que la palme?
En fin. A pesar de todo (tengo que decirlo), esta peli es mejor que la ópera prima del director. La siguiente de mi lista... imaginaos...
Seguiremos machacando.
03 mayo 2006
Frente a la manipulación y la demagogia
"La nacionalización de los hidrocarburos bolivianos confirma que bajo el jersey de cordero de Evo se esconde un político que no duda en echar mano del ejército para confiscar tierras, romper contratos y empujar a su pueblo al delirio revolucionario que solo conduce a más pobreza para los pobres y más poder para los revolucionarios. Evo es el alumno de esa escuela de calor de Hugo y Fidel"
Jorge Moragas. Diputado del PP. Secretario de Relaciones Internacionales de dicho partido. Extraído de su blog en Periodista Digital
"No por largamente barruntado el control absoluto de los hidracarburos decretado ayer por Evo Morales resulta menos preocupante (...) Con esta nacionalización (...) Bolivia pone en juego la credibilidad de sus garantías juridicas"
"El de la inversión extranjera no puede ser un juego de suma cero en que lo que uno gana(en este caso el Estado) lo pierde otro (las empresas)"
Editorial de El País
"El presidente de Bolivia y líder del llamado "Movimiento al Socialismo" acaba de hacer pública la nacionalización del sector de los hidrocarburos. Y no por previsible es menos preocupante. De la borrachera de demagogia –debidamente lubricada por el crudo venezolano– que está cebándose con Hispanoamérica no puede esperarse nada bueno. Venezuela es ya, de facto, una dictadura socialista y Bolivia está en camino, porque a nadie se le oculta que la libertad económica va indisolublemente unida a la libertad política."
Editorial de Libertad Digital
Estos son ejemplos de lo que nuestros diarios "independientes" exponen hoy ante lo que entienden como una deriva populista del presidente boliviano y un ataque frontal a una empresa nacional como Repsol YPF (pues eso es lo que hay detrás de esas críticas a la nacionalización de Evo Morales)
Frente a estas "informaciones" que aparecen en primera plana aquí dejo otras que nunca aparecerán en esas mismas portadas y editoriales:
"Bolivia es uno de los países más pobres de Latinoamérica. La pobreza afecta a la calidad de vida de la mayoría de su población y restringe el disfrute y el ejercicio de sus derechos humanos."
"Según el Mapa de la Pobreza 2002 con base en información del Censo del 2001, el 59 por ciento de una población de más de 8.274.325 personas es pobre y el 24,4 por ciento vive en estado de extrema pobreza. No obstante, muchos analistas sostienen que estas cifran deberían de ser mayores porque el ingreso y el empleo no se consideraron para realizar el cálculo."
"Bolivia ocupa el lugar 104 de un total de 174 países en el ranking de desarrollo humano."
"La pobreza afecta de manera distinta a los diferentes grupos humanos, según el género y el origen étnico. Los indígenas y campesinos y, entre ellos, las niñas, los niños, los jóvenes y las mujeres son los grupos más afectados por la pobreza y la exclusión. Son los más vulnerables."
"Según datos de la Unidad de Análisis Político y Económico (UDAPE), en el año 2002 el porcentaje de población que vivía por debajo de la línea de la pobreza era de 81,99 por ciento en el área rural y de 53,94 por ciento en el área urbana."
Informe de Unicef
"El 20% mas p0bre de los bolivianos tiene una tasa de mortalidad más alta que Haití, Kenia, Nigeria y Camerún, pero el 20% más rico del pais tiene tasas comparables a las del mundo desarrollado (...) El 14,4% de la pobalción vive con menos de un dólar al día mientras que un 34,4% lo hace con dos dólares diarios."
Mariana Martínez. BBC mundo
Estas informaciones últimas, como se indica, son datos de antes de la llegada de Evo Morales, pero después, mucho después, de la llegada de las multinacionales petroleras al país. Debo ser un poco gilipollas pero no he observado en nada de lo que he leído o me ha contado gente que ha viajado allí, algo que me haga suponer que dejar el negocio de petróleo a las empresas haya beneficiado en algo a los indigenas bolivianos y al resto de la población perteneciente a clases no acomodadas.
Pero la alarma mundial llega ahora.
Un dato más:
"4/02/2006 El beneficio neto de REPSOL YPF aumenta un 29,2% y alcanza en 2005 el resultado histórico de 3.120 millones de euros
Crecen los resultados de todas las líneas de negocio, con un incremento del 69% en Refino
El cash flow se incrementa un 37,9% hasta los 6.500 millones de euros"
Datos tomado de la web de REPSOL.
Ciertamente. Esta noche no podré dormir. Me embarga una preocupación terrible por el destino de esta empresa.
26 abril 2006
Nada queda
Gabriel Albiac, Diccionario de adioses
21 abril 2006
Solo una cosa no hay...
Ayer fuimos Carol, Maca, Jaime y yo a ver dicha obra que se representaba en un aula de la escuela, habilitada para ello. Los que me conocen saben que no soy un gran aficionado al teatro. Ni siquiera un aficionado. La amistad con Dani, sus aportaciones y recomendaciones, han hecho que suavice mis críticas ignorantes (no hay nada más atrevido que la ignorancia) a ese arte, que no intente considerarlo un apéndice aburrido y sobreactuado del cine (terreno en el que claramente si poseo, por educación, los instrumentos necesarios para criticarlo) y que espere a ver las pocas obras que veo antes de decir si lo que veo me parece una mierda o no. Es decir, me ayudó a que abandonara eso tan imbécil que es la generalización desde el desconocimiento.
La obra de Dani me ha gustado. Mucho. A pesar de que la historia vuelve a utilizar a los nazis como encarnación del mal. Eso es algo que está grabado a fuego en nuestro imaginario colectivo y por tanto resulta cómodo y fácil para el espectador la rápida identificación con unos (los judíos) y la sensación de horror hacia los otros (los nazis). No importa. Lo mejor de la obra es como utiliza Dani (y su grupo de actores, ya que la creación ha sido de alguna manera colectiva) el espacio del que dispone, con una puesta en escena imaginativa y repleta de significado. Sitúan dos escenarios en el centro de la sala, cada uno dirigido hacia un sector del público que, por tanto, se ha dividido al inicio en dos gradas enfrentadas. El primer escenario, la celda judía, cuenta con un suelo blanco y sillas del mismo nocolor, buscando un efecto desasosegador (amplificado por la iluminación) en el espectador, ya que los trajes de los presos son también blancos y todo se confunde cuando se retuercen por la angustia y el miedo en el piso (cómo la cárcel de THX 1138, de George Lucas, lo mejor de la película). Los presos, un judío y una judía, que se amaban antes de ser detenidos, deben hacer el amor para comprobar el éxito de la esterilización a la que han sido sometidos por parte de los nazis. El segundo escenario, el laboratorio alemán, cuenta con un suelo negro que remarca y confirma la inhumanidad de los nazis. En él, tenemos a un médico psiquiatra que sin que los presos se den cuenta, los vigila y estudia mientras intenta excitar (sin éxito) sus instintos sexuales con todo tipo de estímulos externos, para que consumen el acto.
De esta forma, los espectadores tienen dos puntos de vista completamente distintos: Uno primario, en nuestro caso el laboratorio nazi, en el que el psiquiatra nos hablaba de frente, contándonos en monólogos fragmentados cómo había sido su historia personal hasta llegar allí y su desesperación ante el fracaso del experimento. Y uno secundario, en nuestro caso la celda, en el que los judíos también explicaban las circunstancias que les habían llevado hasta allí, y de los cuáles sólo teníamos una visión distorsionada, de espaldas y lejana. Creando así una distancia emocional muy interesante. El escenario se completaba con una leve tela casi transparente donde aparecía información escrita sobre los pasos dados por los nazis hacia la solución final y que servía como separación física de celda y laboratorio.
Funciona la historia. Con precisión. Utilizan con inteligencia la música y la voz en off. En una de estas voces aparece el propio director, rompiendo la cuarta pared, hablando directamente a los espectadores en un arriesgado monólogo que enlaza con el que acababa de representar uno de los actores sobre el escenario, y que termina con la lectura de un manifiesto en el que se acusa al pueblo de ser cómplice de los horrores de sus dirigentes; sólo al final de dicho monólogo, descubrimos que estaba escrito en 1547 (Discurso de la servidumbre voluntaria, Etienne de
Los peros que se le pueden poner a la obra son más argumentales que de la inteligente y creativa puesta en escena o del magnífico trabajo actoral: ¿Por qué los presos no consuman nunca el acto sexual y mueren sin hacerlo ante la desesperación científicamente miserable del psiquiatra alemán? Este hecho soporta la historia y curiosamente es lo más débil de ella. No me la creo. Imagino que se basará en una idealización del ser humano, para el cual el amor no lleva al sexo en esas condiciones de esclavitud y falta de libertad. Da igual, no me lo creo. Es una premisa débil.
Por último, una idea. Ya he comentado que creo que resulta demasiado cómodo encuadrar una historia en el genocidio nazi. Me parece más complicado hacer algo parecido a lo que cuenta Dani, ambientándolo por ejemplo en las cárceles de la revolución francesa (no pido una Pimpinela escarlata, sino una reflexión sobre la pretendida lucidez de los libertadores oficiales y la ambigüedad de sus actos). A ver si Dani me escucha. Desde luego aquí tiene un espectador para lo próximo que haga.
15 abril 2006
Los invasores de Marte. Recomendada por mí
Bueno me centro en la película en cuestión. Llevaba años detrás de ella. La busqué desesperadamente para emitirla en el ciclo de cine de Tenerife. Todos los que hablábamos de la película la recordábamos con emoción, con el recuerdo infantil de película de sobremesa de los sábados, con el miedo que nos había provocado ese camino tenebroso que llevaba a la colina donde se ocultaban los marcianos, o esos tornillos en el cuello con los que controlaban la personalidad de los padres y vecinos del niño protagonista, convirtiéndolos en autómatas. La nostalgia, los recuerdos y la memoria no existen más allá de la manipulación constante que hacemos de ellos.
La película está encuadrada en el cine americano de serie B (yo diría de serie Z) de los años 50, en plena paranoia anticomunista. Vista de tal modo, la película es un patético panfleto, infame y conservador, que defiende la pureza de los valores americanos frente a cualquier tipo de posible intromisión por parte de los terribles comunistas. Pero para ser sincero, a día de hoy me la suda esa visión, principalmente porque cuando la vi de niño a mí lo que me asustaba es que fueran de verdad extraterrestres y de lo de la lectura sociopolítica ni me enteré.
Pues bien, veinte años después me senté a ver la película de nuevo, un tanto emocionado esperando disfrutar y volver a paladear un cine fantástico, ingenuo y divertido, tipo La guerra de los mundos (de la misma época). Y joder, vaya con la peliculita. En primer lugar, aclaremos un tema. Curiosamente, como antes escribí, todos recordábamos el puñetero sendero que daba a la colina de arena... Normal, no te jode, como que el 80% de la película se desarrolla en un único plano fijo por el que desfilan los ¿actores? delante de ese decorado. No hay que negar que los primeros veinte minutos mantienen el interés: el decorado expresionista del sendero es muy bueno como recurso inicial, se retuerce sobre sí mismo creando y transmitiendo una sensación de miedo a lo desconocido al espectador. También funcionan los primeros planos de aquéllos que son absorbidos por la arena y después vuelven trastornados y cambiados. Pese a ser un recurso fácil, la vuelta del padre a casa o el primer plano de la niña amiga del protagonista, que aparece tras una puerta que se abre repentinamente no están nada mal. Pero después, la película se transforma en una sucesión de tópicos manidos, no tiene ritmo ninguno y aburre hasta el sufrimiento. Menos mal que al verla acompañado el descojone ante lo que presenciábamos se impuso al análisis riguroso (con las películas de los siguiente mensajes que escribiré ni eso ocurrió... Imaginaos... el horror, el horror). Por supuesto aparece el astrofísico, joven y guapo, que fuma en pipa y tiene ese aire de sabio despistado y profundo ( el día que me pongan a alguno fumándose un porrito y hasta los huevos de la soledad de un observatorio...). Después tenemos a la chica guapa que corre, grita, gime y termina en brazos de astrofísico. Natural, nuestro irresistible encanto, tantas veces comprobado en las noches laguneras. Sobre el chico y sus reivindicaciones sobre lo buenos que eran sus padre antes de los tornillazos qué decir, sólo que entran unas ganas de pegarle una somanta de ostias...
Pero, dejando a un lado a los personajes, me concentro mejor en momentos memorables de la historia. Uno sería cuando el niño le cuenta su teoría de la invasión marciana al astrofísico y éste, ante la pregunta de la médica sobre si es posible tal cosa, contesta con la mayor naturalidad: “Las teorías dicen que sí, que en Marte podrían vivir los extraterrestres bajo la tierra”. Con dos cojones. Sus fuentes científicas: Asimov y Arthur C. Clarke. Por lo menos. O ese otro momento en el que el militar al mando, al perder de forma patética a uno de sus hombres en la arena espeta: “Esos marcianos, o lo que sean, se van a enterar de quien soy yo”. Claro referente filosófico en el que se inspirará posteriormente Stallone para construir el personaje de Rambo, en su lucha contra los marcianos amarillos. La llegada de los militares marca un punto de inflexión de la película. Como diría Danisev, ahí la película rompe definitivamente. El director (o lo que sea) decidió inflar el metraje de la cinta a base de incluir imágenes de archivo de maniobras militares que no pegan ni con cola con la textura ni el color de la película. Así, nos tragamos imágenes e imágenes de tanques y aviones que nunca sabremos por dónde vienen, cuándo llegarán y para qué. Bueno el para qué, sí. Mientras se plantean si entran o no en la arena los cuatro actores que hacen de extras que en la película, se entremezclan imágenes de bombardeos continuos y terribles... ¡Pero jamás sabremos cuál es su objetivo! Y la cosa continúa. Un subordinado le trae al general uno de los tornillos que han extraído de un tío que murió por la noble causa marciana y el general le pregunta a su experto (también militar) que tiene al lado:"¿Qué le parece?” El otro, con gesto serio y concentrado, le contesta: “Parece un cristal de cuarzo unido a una pieza de platino”. Literal, le basta un simple vistazo en la oscuridad de la noche para saberlo. Surrealista. Para qué coño se necesita un laboratorio teniendo a este tío en el grupo.
Y qué decir del final, cuando empiezan a buscar la localización exacta de a nave marciana. Lógicamente comienzan la búsqueda junto a nuestra entrañable cerca, al final del camino, allí donde se ha desarrollado la mayor parte de la película. Después nos muestran una serie de planos cortos del concienzudo rastreo de la zona con una especie de radar que nuestro experto ha creado con el puto tornillo de cuarzo y platino, y cuando encuentran el lugar exacto, nerviosos, preparan una bomba para abrir una agujero en la tierra. Como el director no quiere dejar escapar la oportunidad de deleitarnos con sus efectos especiales, nos muestra un plano medio de la explosión, ¿y qué descubrimos.?... ¡¡Que la explosión tiene lugar junto a la cerca, en el mismo sitio donde iniciaron la busqueda!! Pero eso no es todo, porque los marcianos son muy listos y tienen una especie de arma que sella los pasadizos que han construido bajo tierra, por lo que los militares han de volver a la superficie justo para ver como arrastran hacia el interior de la arena al niño y a la tía protagonista. ¿Intentar entrar por donde los han arrastrado? Imposible, ya habrán sellado la zona, mejor seguir buscando otra entrada. Y la encuentran por fin... ¿Dónde? Pues coño, en el mismo sitio que la primera vez, puesto que para qué van a hacer otra explosión, cogen el mismo plano en el que explosionaba la bomba de la primera vez y ya está. Impresionante. Podría parecer que esto es el mejor ejemplo de la economía de medios empleados. Pues no. Lo mejor está bajo tierra. A los monstruos marcianos se les ven las cremalleras de los disfraces, pero aún más divertido es asistir, en un mismo decorado, a las múltiples persecuciones de militares y marcianos por los múltiples túneles que debiera haber en el interior terrestre. Es decir, hicieron un pasadizo con una curva y según desde donde rodaban parece un giro a la derecha o un giro a la izquierda y nada, los extras a correr y correr, que hay que rellenar minutos. Y corren os lo aseguro. Corren muchas veces. Por el mismo puto sitio.
En fin, la verdad es que debido a todo esto y a ver la película con Carolina me descojoné mucho y bien. No hay que negar el valor del planteamiento de la historia y su final, que la hace circular y aún más desesperante por ello. Pero la película es mala, mala de cojones, por mucho que algunos frikis de Internet le quieran extraer valores que no tiene. Los otros clásicos de la época en el género fantástico y de ciencia ficción como Ultimátum a
01 abril 2006
Federico Jiménez Losantos: devorado por los adjetivos
Comenzó utilizando con inteligencia y soltura el amplio surtido gramatical que el castellano nos otorga a todos, pero pocos pueden utilizar. Usó los adjetivos como nadie. Inventó palabros, sustantivos, definiciones espléndidas de largo recorrido conceptual. Recuerdo ese magnífico Prisoe, hoy ya tan manoseado. Repleto de mierda por el uso constante e indebido que sus cachorros hacen de él. Da pena y asco leer los distintos foros de Internet y ver como repiten hasta la extenuación, sin gracia ni inteligencia, lo que su ídolo mediático dicta cada mañana desde su atalaya radiofónica. Ha conseguido una cohorte de admiradores paletos, jóvenes con ínfulas de patéticos patriotas, neoliberales de manual que idolatran como memos el libre mercado, fachitas de pacotilla y resentidos sociales. A todos los mima sin pudor desde su micrófono, y ellos se dedican a difundir lastimosamente sus consignas de forma panfletaria, cayendo siempre en el exabrupto, el grito y la ofensa. Internet está repleto de ellos. Se dedican a su tarea con pasión y furia, sus comentarios son un monumento a Darwin y a su teoría de la evolución, pues no se puede escribir ni hablar tan mal, diciendo las barbaridades y obscenidades que dicen, sin entender que nuestra parte animal, la menos inteligente, se hace más evidente en ellos. No escriben, no hablan, no comunican. Rebuznan.
25 marzo 2006
Miserable extorsión
"Cualquier persona que trabaje en un departamento de la Generalitat sin ser funcionario, está allí porque tiene la confianza del consejero y por lo tanto es un cargo de confianza, por eso debe pagar al partido."
Se le pregunta si eso afecta al los interinos:
"Sí. Cualquier persona no funcionaria y por lo tanto susceptible de ser sustituida por otra debe hacer su aportación al partido, aunque no sea militante. También administrativos o telofonistas."
Para terminar de aclarar el malentendido:
"Esquerra es un partido republicano, nosotros no tenemos reyes, y aquí pagamos todos."
No sé bien qué escribir ante esto. Lo fácil sería hablar de asco, miseria, descaro o indignidad. Pero lo cierto es que esta realidad lo que debería darnos es miedo. Este tipo de gente es la que nos gobierna, la que decide nuestra manera de organizarnos como sociedad, la que debe solucionar nuestros problemas, la que nos representa. Este tipo dice con total desfachatez lo que otros partidos seguro que también hacen, pero con mayor discreción gracias a los años que otorga la experiencia. Pero de verdad, es demasido duro, me parece increíble:
gente susceptible de ser sustituida...
aunque no sea militante...
aquí pagamos todos...
El Padrino no podría decirlo mejor; yo al leer esas palabras es como si lo escuchara, con la voz susurrante, arrastrando las sílabas. El imaginario de la mafia que nos legó Coppola hecho realidad.
Pd: Para todos los que con toda la razón del mundo nos hemos quejado alguna vez al ver o tratar a funcionarios inoperantes, aposentados, vagos o incompetentes esto debe ser un aviso para navegantes. El PSOE está manejando una posible ley de funcionariado que establecería incentivos, bajadas de sueldo e incluso despidos para tratar de dinamizar a una anquilosada administración pública. Cuando leí esa noticia me pareció positiva y sigo pensando que se haría desde el convencimiento de que así mejoraría el trabajo público. Pero se nos olvida el porqué de esa seguridad laboral de los funcionarios. Precisamente el motivo es intentar evitar que los distintos gobiernos en el poder puedan inmiscuirse en sus trabajos La idea es que puedan ser lo más independientes posibles y que no dependan sus sueldos y su futuro de uno de los muchos Vendrells que pululan por el lodazal de nuestra política. Ignoro entonces la solución, sólo sé que no debe pasar por decisiones políticas a no ser que queramos que la administración, en sus importantes labores que afectan a nuestro dinero, nuestra intimidad y nuestra organización, se quede ya completamente expuesta al chantaje, al mercadeo y a la extorsión.
Qué asco.