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10 junio 2012

¡Descubra si es usted un perfecto imbécil!


Test para descubrir al perfecto imbécil

1) ¿Está usted de acuerdo con la implantación del copago sanitario tanto en fármacos como en la atención médica?

a) , porque existe mucho despilfarro en el uso de la sanidad pública y deben existir unas tasas que echen para atrás a tanto anciano e inmigrante que usa excesivamente los servicios sanitarios. 

b) No, porque hemos conseguido tener una sanidad pública universal de gran calidad a un coste razonable. Debe profundizarse en una mejor gestión de los recursos sin eliminar ninguno de los derechos adquiridos e intentando ampliar prestaciones.

2) ¿Está usted de acuerdo con que una de las medidas recurrentes del Gobierno para superar esta crisis sea rebajar los sueldos y los derechos de los funcionarios públicos?

a) , porque ya era hora de que estos vividores, verdaderos culpables encubiertos de esta crisis, empezaran a sufrir en sus carnes la inseguridad laboral y el miedo continuo al que están sometidos tantos trabajadores del sector privado.

b) No, porque mientras se pudo considerar que con estos recortes en el sector público se podía ayudar a que solidariamente el Estado de Bienestar se mantuviese a flote, pudo tener sentido esta medida. Ahora, que sin pudor se permite a los defraudadores blanquear su dinero negro y se hacen préstamos a la banca a fondo perdido, parece injusto hacer pagar a miles de trabajadores públicos por algo que, evidentemente, ellos no pudieron provocar.

3) ¿Está usted de acuerdo con que se suban las tasas universitarias y se endurezcan los criterios para recibir becas públicas en educación? 

a) , porque España tiene un número excesivo de estudiantes universitarios por lo que es preferible endurecer económicamente el acceso a la Universidad para que sólo las familias con dinero puedan seguir mandando a sus hijos a ella. Los jóvenes de familias más pobres deben comprender que ése no es su sitio y acomodarse dócilmente al miserable mercado laboral que los espera 

b) No, porque endurecer las condiciones de acceso a la Universidad justo en estos momentos de brutal crisis económica, va en contra del principio de igualdad de oportunidades que nuestra democracia dice representar. Estas medidas segregan a la juventud según su origen socioeconómico y amenazan el desarrollo científico y cultural del país.

4) ¿Está usted de acuerdo con la amnistía fiscal aprobada para aquellos que llevan años defraudando a la Hacienda española? 

a) , porque lo importante es que el Estado sea capaz de recaudar algo del dinero evadido además de conseguir que los grandes capitales confíen en nosotros y sientan que pueden seguir delinquiendo gracias a las condiciones fiscales laxas de nuestro país. 

b) No, porque es una atrocidad moral con importantes consecuencias sociales, ya que lanza el mensaje de que sólo los asalariados con nóminas están obligados a pagar sus impuestos y sólo a ellos se les perseguirá ferozmente en el caso de que defrauden

5) ¿Está usted de acuerdo con imponer un impuesto que grave las transacciones financieras nacionales e internacionales? 

a) No, porque supondría una limitación inaceptable al libre mercado que provocaría la huida de capitales de nuestro país. No importa que sea justo o injusto sino su utilidad práctica. 

b) , porque la crisis ha puesto al descubierto la pésima regulación de las transacciones puramente especulativas de un sector financiero sobredimensionado y voraz, por lo que estas tasas servirían tanto para obtener beneficios sociales como para impedir o controlar la creación de nuevas burbujas financieras.

6) ¿Está usted de acuerdo con que la Iglesia católica pague el IBI por sus inmuebles y deje de financiarse a través de los impuestos de todos los españoles? 

a) No, porque la Iglesia católica hace una gran labor social. Por ello y porque sirve de guía  espiritual de los españoles debe seguir manteniendo esos privilegios. 

b) , porque a diferencia de otras instituciones sociales como los partidos políticos o los sindicatos, la Iglesia católica no tiene ningún papel en nuestra democracia representativa por lo que el mantenimiento de sus privilegios, consecuencia de siglos de oprobio y oscuridad, es una ofensa constante a la laicidad del Estado. Sus gastos debieran ser sufragados por sus cada vez más escasos fieles.

7) ¿Está usted de acuerdo con los recortes de personal sanitario y educativo? 

a) , porque España tiene demasiados funcionarios y hay que limitar su número, ya que no está demostrado que un menor número de empleados tenga que repercutir en la calidad del servicio prestado. Que haya más alumnos por clase y menos profesores por alumno no tiene importancia: hace años éramos cuarenta por clase y no pasaba nada. 

b) No, poque España no tiene un número excesivo de funcionarios, está en la media europea, y sólo el Estado puede garantizar una educación y una sanidad públicas dignas y de calidad a la que puedan acceder todos los ciudadanos, independientemente de sus posibilidades económicas.

8) ¿Está usted de acuerdo con gravar a las rentas más altas recuperando impuestos como el de patrimonio y que se endurezcan las penas por fraude fiscal?

a) No, porque debemos tener una fiscalidad generosa con los grandes capitales para que éstos inviertan en nuestro país. Hemos de abandonar la idea de que los impuestos sirven para redistribuir la riqueza y empezar a verlos como un obstáculo para que el libre mercado funcione  a pleno rendimiento. 

b) , porque desde hace años, a través de ingeniería fiscal, las grandes fortunas de este país pagan muchos menos impuestos de los que por su patrimonio real deberían. Además, los inspectores de Hacienda advierten desde hace años que el 75% del fraude fiscal en España es debido a las grandes empresas y las grandes fortunas por lo que en lugar de amnistías inmorales se debería penar duramente al evasor, siendo proporcional la pena a las cantidades evadidas.

9) ¿Está usted de acuerdo con que ningún banco que haya recibido ayudas públicas a través del Estado español o del BCE pueda desahuciar a ninguna familia con problemas económicos derivados de la crisis? 

a) No, porque sentaría un precedente peligroso que podría distorsionar el mercado y provocar un efecto arrastre que desvalorizaría las viviendas y generaría desconfianza en el mercado inmobiliario. 

b) , porque es inadmisible e inmoral que un banco que ha falseado sistemáticamente sus balances, que reparte millonarias bonificaciones a sus paniaguados directivos y que, finalmente, necesita ayudas públicas para no quebrar, se atreva a tomar decisiones ejecutivas privadas (sufragadas con dinero público) para ejecutar impagos hipotecarios y dejar a familias en la calle, sin vivienda y con deudas inasumibles

10) ¿Está usted de acuerdo con que se reduzcan las prestaciones por desempleo y se endurezcan los criterios para poder acceder a ellas y para poder seguir cobrándolas?

a) , porque no es de recibo que haya tanta gente que prefiera cobrar el paro a coger uno de los trabajos que le ofrezcan. Esto es debido a que la gente le gusta mucho vivir de la sopaboba y no tiene ningún espíritu emprendedor.

b) No, porque la prestación por desempleo es un derecho social por el que el trabajador cotiza durante años, para estar protegido ante una eventual situación de desempleo. El máximo tiempo que se puede cobrar es dos años y no debiera obligarse a nadie a aceptar empleos precarios, infames y denigrantes bajo la amenaza de perder aquello por lo que ha cotizado.

Análisis de resultados

- Si ha marcado 10 repuestas tipo a): ¡¡Felicidades!!  ¡Ha demostrado usted ser un perfecto imbécil! Salvo que sea usted un rico miserable e insolidario, sus respuestas confirman que es posible apoyar todas las iniciativas políticas que le perjudican a uno mismo y a la posibilidad de una sociedad más justa y solidaria. No presenta usted ningún signo de flaqueza. Como el cretino que es responde siempre de manera irracional, equivocándose constantemente de enemigo. Es usted digno representante de la ciudadanía más cerril y estúpida de este país.

- Si ha marcado entre 5 y 9 respuestas tipo a): ¡¡Casi lo consigue!! Está usted muy cerca de conseguir el objetivo. La imbecilidad es muy poderosa en usted y con el tiempo, si se aleja de perroflautas indignados, se convertirá en un perfecto imbécil de manual.

- Si ha marcado entre 1 y  4 respuestas tipo a): ¡¡Lo sentimos!! Está usted todavía lejos del objetivo. Seguramente está todavía contaminado por tontas ideas sobre la justicia social y otras bobadas por el estilo. No se desanime, persevere en actitudes como la indiferencia y la pasividad. Lea poco o tan sólo las portadas de La Razón y, con el tiempo, tal vez pueda conseguir acercarse a esas altas cotas de imbecilidad que tantos de sus compatriotas están consiguiendo. ¡No se desanime! 

- Si no ha marcado ninguna respuesta tipo a): ¡¡Ha fracasado!! Nos aflige comunicarle que, desgraciadamente, no es usted un imbécil. Le auguramos un estado de permanente indignación mezclado con altas dosis de impotencia. Intente no mirar a su alrededor porque la alta densidad de imbecilidad presente le recordará continuamente su soledad.

13 abril 2012

Las mentiras sobre el copago sanitario

Desde hace demasiado tiempo cada día nos despertamos con noticias desesperantes, generadas por el Gobierno con sus recortes o por la miserable presión económica exterior que apuesta por hacernos caer, como ya cayeron Grecia y Portugal. Nunca como en este tiempo me he informado tanto a través de tantas fuentes y nunca como ahora sigo tan poco lo que los periódicos caducos ofrecen en papel.

El anuncio por sorpresa del nuevo ajuste de 10000 millones de euros en sanidad y educación vuelve a mostrarnos cómo el PP no sólo mintió una y otra vez en su programa electoral y durante la campaña electoral de noviembre, sino que además ni siquiera cumple con aquello que Rajoy predicaba acerca de su fiabilidad y de que sus decisiones no iban a ser ocurrencias tomadas de manera irresponsable y precipitada. Un gobierno que tarda casi tres meses en presentar unos presupuestos generales, intentado ocultar sus intenciones a la ciudadanía con el interés bastardo de ganar las elecciones andaluzas, no puede dos semanas después presentar un recorte de este calibre que invalida todo el supuesto trabajo serio de evaluación que la presentación de tales presupuestos debiera conllevar.

La pregunta que surge ahora es de donde van a recortar en dos ámbitos tan delicados como son la sanidad y la educación para conseguir ese ahorro anunciado. En sanidad ya han empezado los dirigentes populares y los tertulianos en nómina a lanzar globos sondas a los medios respecto al camino a seguir: co(re)pago sanitario. Primero, en las recetas... Después, ya veremos. En este enlace se puede leer como Cospedal aboga por el copago en las recetas y abre la puerta a introducirlo también en las consultas (eso sí, todo muy "socialista" de momento, sólo en función de las rentas). También deja caer la posibilidad de dejar de financiar las medicinas más baratas.

Hay que intentar no caer en el nuevo engaño de la derecha. Es un argumento demagógico y falaz decir que deben pagar más por los fármacos aquellos que más cobran (en nómina, claro, a los otros nada se les hace...bueno, sí, reciben amnistías fiscales como premio por robarnos a todos durante años) ya que es injusto que paguen igual que los más pobres. Lo que sucede es que, debido a la progresividad fiscal, los primeros ya han pagado a través de los impuestos, mucho más que los segundos, porque la mayor parte del precio de los fármacos lo subvenciona el Estado... ¡precisamente a través de esos impuestos! Por lo tanto que el PP venga ahora con esta "vena socialista" defendiendo que paguen más por los fármacos los que más cobran sólo es una manera populista de intentar ganarse a la manipulable opinión pública española, aprovecharse de su desesperanza y desesperación y escurrir el bulto. En el fondo son conscientes de que es imposible alcanzar sus objetivos de déficit en un país que no crece, en recesión económica y en el que ellos mismos pronostican que habrá seis millones de parados a final de año. Pero prefieren seguir refugiados en su ortodoxia económica, no tocar el IVA porque sería tremendamente impopular y aprovechar la ocasión para terminar de abrir la puerta a una futura privatización total de la sanidad.
 
El problema (no para ellos que lo saben y les gusta la idea) es que el camino que abren puede romper el consenso social que ha permitido que la clase media y media-alta (las que sustentan el tinglado impositivo realmente) sostegan económicamente el sistema sanitario universal de extraordinaria calidad que tenemos, ya que se podían beneficiar de él tanto directamente (sobre todo en los casos más graves que supondrían un coste privado muy difícil de asumir) como indirectamente (porque podían contratar seguros privados muy baratos que les permitían eludir los aspectos más engorrosos de la sanidad pública). No hay que ser muy perspicaz para prever que en poco tiempo se empezarán a escuchar dulces cantos de sirena que abogarán por la obligatoriedad de seguros médicos privados para las rentas más altas (con jugosas desgravaciones, claro) que ofrecerán prestaciones que la seguridad social ya no ofrezca de manera general y sólo haga de manera asistencialista a los más desfavorecidos. Así veríamos como lentamente se irían desanclando aquellos con las nóminas más altas del compromiso social que supone la sanidad pública . 

Nada hay más peligroso que la demagogia socialista de la derecha

08 abril 2012

Cleptopía: sobreviviendo en la era de la estafa

No creo que pueda haber mejor ensayo para comprender las entrañas de la bestia. Cleptopía debiera ser lectura obligatoria para todo aquél que quiera comprender sin ambages, sin medias tintas, el porqué estamos en la situación en la que hoy nos vemos. Lo curioso es que está escrito desde el corazón de los EEUU y circunscribe lo que cuenta a lo local, política y económicamente. Pero su relato de la crisis, ese relato visceral, emocional, argumentado y totalitario se convierte finalmente en el relato de nuestra crisis, en el relato de la crisis mundial, en el relato de la crisis del capitalismo de casino, de la gran estafa, de la mentira neoliberal.

Otro ciclo diabólico para los ciudadanos ordinarios; otro crimen perpetrado por los ingenieros de la clase estafadora. Un ciudadano de Pensilvania como Robert Lukens ve cómo su negocio se desmorona por culpa de los precios del petróleo. Pero esos precios no han subido por sí solos: un puñado de bancos de inversión los han estado inflando a voluntad, gracias a que unos cuantos políticos les vendieron el poder de manipular el mercado. Lukens no tiene voz en todo esto y se limita a pagar lo que tiene que pagar. Parte de ese dinero va a los bolsillos de esos mismos bancos que lo privan de su existencia política, y otra parte, cada vez más importante, a las petroleras de Oriente Medio. Y como ahora gana menos dinero, Lukens paga menos impuestos al estado de Pensilvania, cuyo déficit presupuestario no deja de engordar. La siguiente noticia es que el gobernador Ed Rendell está de gira por la zona tratando de vender sus autopistas a los mismos países petroleros que se están embolsando los dólares de Bob Lukens. Es una máquina de extirpar suavemente riqueza del corazón de un país y es también una imagen perfecta de los que somos hoy en día como nación.” (Taibbi, 2010:249)

Llegué a este ensayo gracias a Javi, hace ya unos meses. Espero que otros puedan leerlo gracias a mí porque pocas veces se ha expuesto de una manera tan cruda el funcionamiento del modelo capitalista real (no el utópico), su dependencia política, las burbujas que genera y las consecuencias que provoca, al tiempo que se describe el desolador panorama de una opinión pública idiotizada que se complace en revolcarse en el fango de su miseria intelectual, culpabilizando de manera simplista e infantiloide (por los motivos equivocados, previamente manipulados) a los responsables políticos de la trinchera contraria, esas trincheras que ellos, con los huesos de sus cadáveres sociales, ayudan a construir y reforzar

09 marzo 2012

La Prensa-basura contraataca (II)



1) Portada de La Razón el día después de que decenas de miles de españoles se manifestaran por las calles de las principales ciudades del país para protestar contra la reforma laboral.


¿En serio? ¿En serio que esa foto con ese titular puede ser considerado información? ¿En serio que el director de La Razón considera que a esas manifestaciones sólo fueron afiliados de los sindicatos? ¿En serio que el mensaje sindical de esa mañana fue “a tomar cervezas”? ¿En serio que esa foto elegida representa el espíritu de los que estuvieron allí? ¿En serio creen que el burdo montaje cutre de esta portada podía pasar inadvertido? ¿En serio que se les puede no caer la cara de vergüenza a los profesionales que trabajan en La Razón cuando ven este tipo de portadas? ¿En serio? 

2) Noticia de ABC donde se “informa” (sin aportar ninguna prueba) de que profesores de instituto han instigado las protestas estudiantiles de Valencia prometiéndoles aprobados a sus alumnos si se manifestaban. Así dice el titular y la entradilla:

Investigan si algunos profesores han instigado las protestas estudiantiles
Los padres se quejan de que a los alumnos se les garantiza el aprobado si salen a manifestarse
 
 
En el interior de la noticia insinúan que el tema está en manos de la policía y de la inspección… El texto está lleno de insidias y acusaciones directas puestas en boca de estudiantes y padres genéricos, sin nombre, sin una sola prueba encima de la mesa y sin que parezca que, con el tiempo, el periódico haya seguido tirando el hilo de la noticia para ofrecer a sus lectores verdadera información y no basura amarillista. El texto sólo sirve para difamar y estigmatizar a los profesores. Una vez más. En el fondo lo que pretendían era distraer la atención sobre el verdadero origen de las protestas estudiantiles para que sus lectores no reflexionran sobre por qué miles de jóvenes estaban manifestándose en contra de los recortes educativos que se están produciendo en la Comunidad Valenciana. Había además que reenfocar la noticia para alejarla de la imagen de los días anteriores en los que la violencia policial había conmocionado a muchos ciudadanos, por lo que era necesario encontrar unos chivos expiatorios que fueran los verdaderos causantes de las algaradas: ¿por qué no los profesores? Claro que la sigueinte pregunta que habría que hacer sería: ¿por qué no continuó el periódico por esa línea editorial (porque estas noticias son editoriales, no información) los días posteriores? Pues muy sencillo, porque de manera inteligente el PP decidió que era mejor dejar de dar palos a los estudiantes y permitir que las manifestaciones y los movimientos se disolvieran por sí solos. Como así ocurrió, demostrando que más allá de pequeños grupúsculos que intentaron aprovecharse del asunto para armar gresca, la realidad fue que las manifestaciones estudiantiles habían resultado ser algo espontáneo y no premeditado que murieron al no ser alimentado su fuego.

3) Portadas de La Razón y ABC tras algunos incidentes producidos en Barcelona tras las manifestaciones estudiantiles los días posteriores a la violenta intervención policial en valencia
 


Como lo de Valencia no había dado de sí lo que los medios conservadores esperaban porque las miles de personas que se manifestaron los días posteriores a los incidentes protagonizados por la policía y los estudiantes del IES Lluis Vives lo hicieron de forma pacífica, dichos medios parecían esperar con anhelo tener algo con lo que hablar de algaradas callejeras, desórdenes violentos y el peligro de desestabilización social que las manifestaciones estudiantiles estaban provocando por todo el país. De paso podían atacar a un PSOE acomplejado que pasaba por allí y estigmatizar a los jóvenes que se habían manifestado esos días por España, aunque lo único que pidieran era tan sólo que no se recortase más en servicios públicos esenciales como la educación. Los pequeños altercados de Barcelona (no muy diferentes a los que protagonizan esos mismos jóvenes en las celebraciones por las victoria del Barcelona) permitieron frotarse las manos a La Razón y a ABC y sacar unas portadas dignas de de Mad Max, mostrando fotografías con primeros planos muy cerrados en las que se intuía un caos y un desorden propios de un apocalipsis social provocado, según ellos, por una izquierda antisistema alentada por el PSOE. De traca.

4) Artículo de fondo (jajaja) de ABC donde se analizan los diferentes grupúsculos responsables de la agitación callejera. Su titular y su entradilla eran los siguientes:
"Los 10 grupos que agitan la calle"
"La policía identifica a una decena de colectivos universitarios que buscan sembrar una lucha "a la griega” bajo la excusa de los recortes sociales"


Una de las joyas de la recopilación, sin duda. La redacción de la entradilla permitiría por sí sola su presencia en ella. Vamos, que lo que estos grupos quieren es liarla en la calle y lo de los recortes no es más que la excusa para hacerlo. Los chicos de La Naranja Mecánica reencarnados en jóvenes españoles deseosos de violencia para estimular sus aburridas vidas. La verdad es que el  pretendido artículo de fondo (de obligada lectura) es tan deleznable, miserable y exagerado que terminaría provocando la hilaridad y la vergüenza ajena sino fuera por los estragos que hace la lectura confiada de estas informaciones en los consumidores de mayor edad de estos diarios, a los que se les confunde, atemoriza y manipula sin compasión. Tras acusar a grupos anarquistas y de ultraizquierda de instigar las movilizaciones estudiantiles, el articulo afirma, apoyándose en información descontextualizada de la Policía, que su financiación proviene del ¡Rectorado de la Universidad de Madrid!, y da un salto brutal atrás en el tiempo (¡a 2009!) para recordar que entonces ya se intervino una furgoneta con gasolina para hacer cócteles molotov conducida (¡cómo no!) por miembros de IU (¡ese radical  y antisistema partido político!). No queda muy claro si eran delincuentes por ser de IU o eran de IU por ser delincuentes… Pero en todo caso los lectores de ABC, a esas alturas de la noticia, ya deben pensar que en España se está desatando una nueva conspiración judeo- masónica-comunista para atacar al legítimo y “ordenado” Gobierno del PP.

Pero la apoteosis, el delirio total, el dislate máximo llega al final del artículo, cuando se describen uno a uno los diez "peligrosos" grupos  antisistema  que  amenazan las calles españolas y mezcla sin ninguna vergüenza a asociaciones políticas, anarquistas, okupas y… a la ¡la marea verde!... Claro que sí, no podíamos faltar los profesores en todo este jaleo (tenemos infiltrados en todos los estratos de los grupos antisistemas y manejamos sus luchas a nuestro antojo…¿no lo sabíais?). Así es, en el décimo lugar (se ve que les faltaba algún grupo "malvado" para completar la lista) y a través del 15M para que se identifique y quede claro que todos los posibles enemigos del PP hacen piña, dice: “15-M Educación. En esta sección del Movimiento 15-M se engloba, según los datos policiales que se manejan, el grueso de la llamada «marea verde», la parte del profesorado madrileño contrario a los recortes...  jajaja... En fin, no dudo de que hay compañeros profesores inmersos con naturalidad en el movimiento 15M, pero de ahí a decir que el grueso de la marea verde está englobada ahí… La verdad, no veo yo a muchos de mis compañeros debatiendo cada semana largas horas en las asambleas de barrio de Madrid… Lo dicho, delirante.

5) Noticia de El Mundo en relación al líder de las protestas contra la privatización de la empresa pública que gestiona el agua en Madrid



Esta noticia provoca tanta vergüenza, contiene tantas mentiras, es tan abyecta, tan grosera en su redacción, está construida con el objetivo tan evidente de ridiculizar un movimiento ciudadano mediante la destrucción de la imagen pública de una de las personas que lidera las protestas, que sólo sirve finalmente para desprestigiar al periodismo en general y a El Mundo en particular. El propio Pedro J. tuvo que  anunciar en su Twitter que iba a revisar la información de esta noticia, aunque más tarde, por supuesto, sólo aceptó que “algunas expresiones eran exageradas”. Habría que recordarle a Pedro J. que el problema es que ese tipo de información (y de opinión) se han asentado de manera estable en El Mundo y por cosas como éstas has perdido lectores habituales que, como yo, compramos durante años este periódico.

Centrándonos en la noticia, ésta se publicó el mismo día que se realizaba la consulta popular para que los ciudadanos madrileños pudiesen dar su opinión sobre el proyecto de Esperanza Aguirre de privatizar el agua de Madrid. En ella se acusaba a uno de los impulsores de la consulta de ser terrateniente, de de tener una casa cerca  La Castellana y directamente se le insultaba sarcásticamente  acusándole de “anticapitalismo de Mercedes y cubertería de plata”... La cantidad de sandeces y maledicencias que contiene el artículo obligan a su completa lectura, algo que se puede hacer arriba en su redacción original, publicada en papel (fue modificada posteriomente en su edición en la web), siendo imprescindible también leer la necesaria y completa respuesta que dio Ignacio Escolar en su blog, en la que quedaban aclaradas punto por punto las mentiras que publicó El Mundo 
 


08 marzo 2012

La Prensa-basura contraataca (I)


Cada mañana me cuesta un poco más parar unos segundos mi carrera mañanera hacia el metro, acercarme a mi kiosco habitual y comprar el periódico. La compra diaria de prensa escrita ha sido una necesidad para mí desde que comencé la Universidad (hace casi veinte años) y puntualmente empecé a comprar El Mundo buscando con avidez las columnas de Umbral. Con los años, salvo que por algún motivo no saliera de casa, cada día he comprado uno o dos diarios con el simple objetivo de conocer el mundo que me rodeaba para poder construir una opinión sobre él. En mi infancia y adolescencia tuve la suerte de que cada día entraran en mi casa al menos dos periódicos, y en muchas ocasiones incluso tres o cuatro. Gracias a mi padre y a mis hermanos mayores cada tarde aparecían por el salón o la cocina el ABC, El País, El Mundo, el Diario de Sevilla… e incluso anteriormente, los prematuramente desaparecidos El Sol o Diario16 (además de la prensa deportiva). Todos ellos fueron la puerta que atravesé para encontrarme con el periodismo como fuente no sólo de información, sino también de opinión y literatura. Con ojos críticos y siempre muy abiertos (en una época en la que aún no se podía soñar con las posibilidades que Internet ofrecería con el tiempo) convertí en una de las pasiones de  mi vida conocer, identificar, desentrañar y dilucidar las razones intrínsecas por las que se producían los diferentes enfoques periodísticos de las mismas noticias en diferentes medios. Antes de saber nada de Chomsky o de los análisis teóricos sobre la manera de conformar la opinión pública a través de los grandes medios de comunicación, fui anotando cuidadosamente tendencias, confluencias de intereses, nombres de las empresas matrices que eran las dueñas de diversos medios diferentes, intereses espurios enmascarados tras noticias que parecían ser tan sólo crónicas objetivas de hechos que se estaban desarrollando, exclusivas filtradas con intenciones bastardas, tratamientos diferenciados de políticos y grandes empresas, giros sorprendentes en el tratamiento de ciertas informaciones con objetivos no confesados… A pesar de que la mochila con la que iba cargando tanta información se hacía cada vez más pesada y su análisis me llevaba a sentir cada vez mayor desconfianza hacia todas las cabeceras de prensa españolas que conocía, al final, siempre, diariamente, encontraba motivos para continuar pagando religiosamente cada mañana para encontrarme con crónicas y opiniones honestas que mostraban que detrás de la podredumbre empresarial que dominaba a los medios había muchos profesionales luchando por no terminar sepultados en el cenagal. Periodistas y columnistas que lanzaban botellas al mar de los lectores bajo la mirada desconfiada de sus superiores, esperando cada vez que aquélla no fuera la última vez que les permitieran el desafío. Ese halo romántico de búsqueda de la verdad desde la independencia que el periodismo siempre había llevado consigo no era más que el lejano eco de una leyenda de otra época que tal vez ni siquiera existió; esa cantinela que apelaba a su relevante papel como cuarto poder que ejercía de contrapeso a los demás poderes en las “sociedades libres” era más bien motivo de risa o sarcasmo. Pero la calidad de muchos de sus escritos y la ausencia de alternativas seguían haciendo impensable abandonar su lectura si alguien quería seguir estando medianamente informado de ciertas cosas.

Hace ya varios años que noto como aumenta mi desagrado y mi desapego hacia esa prensa escrita diaria. Superado el encantamiento inicial, lo mínimo que uno pide como consumidor es que se le ofrezca un producto con unas mínimas garantías de fiabilidad y calidad. El deterioro de la prensa diaria española parece ya imparable: algunas de las mejores firmas de opinión han desaparecido, otras han envejecido lastimosamente y por último han aparecido otras que nunca pensé poder leer en periódicos de pretendida calidad. Los redactores que han ido viendo cómo se precarizaba su trabajo al tiempo que las nuevas tecnologías irrumpían en el periodismo tradicional, fueron abandonando las calles y el compromiso con la información contrastada para refugiarse en Internet, en el remedo de noticias de agencias y en la perezosa búsqueda googleliana para completar sus escritos. Por otro lado es significativo que, en esta época de brutal crisis económica y social, la oferta diaria se ha terminado escorando lastimosa y patéticamente hacia una derecha socialmente conservadora y económicamente neoliberal, que pontifica sin contrapesos y construye una realidad a su medida que traslada a muchos de sus indefensos lectores, siendo imposible encontrar en el kiosco periódicos que permitan que, desde sus páginas, se expresen esa otras voces que, de manera argumentada, intenten defender esas otras ideas que no son las que dicta el capitalismo neoliberal.

Pero en los últimos meses estoy asistiendo estupefacto a una aceleración del envilecimiento en el tratamiento de las noticias en la prensa tradicional que provoca vergüenza ajena e indignación. Periódicos de larga tradición están abandonando ya todas las formalidades sobreentendidas en la profesión y, emulando sin sonrojo a la peor televisión basura, están construyendo información a base de retorcer y manipular torticeramente la realidad hasta adecuarla a sus más bajos instintos ideológicos y empresariales (¿no son los mismos en el fondo?). He sentido impotencia y un enorme desprecio ante la sucesión de portadas y noticias de algunos de lo principales diarios españoles que, incumpliendo las mínimas reglas del decoro y deontología profesional, han arrastrado por el suelo su ya desgastado prestigio para "informar" a sus lectores de los diferentes movilizaciones sociales que se suceden por toda España. Algunos de estas historias las he ido guardando y en el siguiente post las expondré una a una para para mostrar las entrañas más miserables de la prensa española

(Continúa)

29 septiembre 2011

No pienso dar las gracias

Sí, ya estoy trabajando. Tras cinco años dando clases de manera ininterrumpida con vacantes de curso completo (y tras tres oposiciones aprobadas), este año sólo he conseguido una sustitución de tres meses. De momento. Pero ya estoy trabajando. Ya debería estar más tranquilo O eso parece que piensan muchos. “Al menos trabajas”, me dicen antiguos compañeros bienintencionados, cuando se me acercan en las concentraciones y manifestaciones que seguimos realizando. “No te puedes quejar, fíjate como están los profesores interinos de otras materias”, comentan otros con mirada intensa. “Ya les gustaría a otros estar en tu situación”, escucho en tono de regañina si empiezo a expresar algunos de mis argumentos en contra de este tipo de planteamientos. “No pasa nada por sustituir”,  me reprenden algunos, “yo me tiré muchos años así, es lo que hay si eres interino”. Pues vale, me digo, como si no supiéramos cómo se ha llegado a esta situación y no supiéramos lo mal que están las cosas. Parece que debiera estar alegre y feliz, agradecido por tener trabajo y no verme abocado a las fauces del paro. Debería bajar la cabeza, ser más humilde y consecuente, tolerante, casi melifluo. Sonreír con gratitud. Pero no lo hago. No me sale. No lo siento. No lo entiendo. No lo acepto. Lo han conseguido. Han conseguido que tener un trabajo, el que sea, con las condiciones laborales que sea, sea un privilegio. El mayor de los privilegios. Y cuando trabajar es un privilegio, el objetivo final y último del trabajador, cuando no se tienen más opciones, cuando no se encuentra ningún canal mediante el que reivindicar los más básicos derechos, cuando la amenaza del despido es una constante porque la precarización permite disponer de otros cuya desesperación coloca más cerca del abismo y los hace aún más maleables y dóciles que tú, entonces, en ese momento, el trabajador ya sabe que ha perdido antes de comenzar su labor; ha vuelto a ser derrotado. Como tantas veces a lo largo de la historia: porque ha perdido su derecho a la dignidad, a mantener su orgullo, a expresarse en libertad, a no ser el esclavo que tan sólo puede acatar, otra vez, la voz de su amo.

No pienso hacerlo. No pienso dar las gracias por trabajar. Trabajar es un derecho, no una dádiva caritativa. No nos hemos formado y demostrado nuestra capacitación para andar ahora agradeciendo a nuestros empleadores el mero hecho de tener un sueldo mensual. Mediante la labor que hacemos se obtienen beneficios. Ahí es donde se mide nuestro valor. En el campo de la empresa privada esos beneficios que se obtienen gracias a nuestra productividad se los lleva un empresario. En el campo de lo público  pagamos entre todos, mediante los impuestos y la justicia social, a unos trabajadores para que nos eduquen, curen o protejan, obteniendo unos beneficios que no por no ser mensurables de manera económica podemos olvidar valorar y defender. Ya está bien de minusvalorarnos. Ya está bien de no entender nuestro papel en la sociedad. Ya está bien de no comprendernos entre nosotros mismos y equivocar de manera continua las prioridades de nuestros discursos político y social.

Porque lo están consiguiendo. Desde hace varios años, dentro de la propia clase trabajadora, se escuchan cada vez con más asiduidad insultos e improperios dirigidos hacia otros trabajadores. En el fondo, sin darse cuenta, se insultan y menosprecian a ellos mismos, o a sus familiares, o a sus amigos. Insultos e improperios que se hacen dolorosamente más patentes durante las jornadas de huelga que los distintos colectivos se ven obligados a convocar ante el acoso constante a sus derechos. La comprensión y la solidaridad de antaño se han convertido en una irracional inquina rencorosa que no tiene ninguna base ni justificación: los funcionarios son unos vagos insolidarios y privilegiados que deberían ser castigados sólo por levantar la voz; los conductores de metro, unos salvajes sin derecho a la queja y la protesta porque “disfrutan” de un trabajo estable; los empleados de la limpieza son unos irresponsables porque no recogen la basura dejándonos las calles sucias y malolientes; los trabajadores de AENA amenazan nuestra imagen internacional provocando caos aéreos propios de países tercermundistas. Siempre hay una excusa, una justificación que pretende ser objetiva, casi científica, siempre económica, que invalida todas y cada una de las protestas sociales aunque estén perfectamente justificadas. Y lo más doloroso, lo más extraño, lo más injustificado, lo más imbécil es que al final los primeros que censuran la defensa de los derechos laborales de los trabajadores son precisamente los propios trabajadores. Y así nos va.

No, no pienso dar las gracias por trabajar. Trabajar supone un esfuerzo mediante el que se consigue una contraprestación. Es un contrato de dos que debería beneficiar siempre a las dos partes. Dejemos que sea nuestro trabajo y rendimiento el que avale el juicio que se haga sobre nosotros. Dejemos de agradecer lo que es un derecho y comencemos a defenderlo como tal, como nuestro único patrimonio. Derecho a trabajar y a mantener el estado de bienestar social como el único garante de una mínima igualdad de oportunidades. Como la única posibilidad de alcanzar cierto grado de libertad dentro de nuestra sociedad.

Escuela pública de tod@s, para tod@s

20 agosto 2011

Desconcierto

De lejos lo escucho. Un sonido que creía olvidado. Las trompetas procesionales. Son casi las cuatro de la mañana. Se han parado. Silencio. Igual son imaginaciones mías. Carol ya se ha acostado. Esta noche, al llegar a casa, nos hemos encontrado las imágenes de un policía abofeteando indecentemente a una menor y a otro dando golpes sin sentido a un chico que con enorme dignidad, tan sólo intentaba escapar de la emboscada con su bicicleta. Una manifestación espontánea caminaba en esos momentos por las calles de Madrid protestando contra la violencia policial. Todavía no eran conscientes de que su objetivo de llegar a Sol era imposible de alcanzar. Las imágenes de una cámara fija que TVE nos ofrecía desde su web, nos mostraban cómo esa plaza se había convertido en coto privado de los católicos y se impedía el paso a los demás ciudadanos, a aquéllos que no esgrimían ese pasaporte vaticano en el que se ha convertido la mochila de las JMJ(C). Nunca había visto tantas “lecheras” de la Policía Nacional en un mismo plano, situadas estratégicamente en cada punto de acceso a la emblemática plaza madrileña. A través de Twitter hemos seguido con sorpresa cómo una guerra de guerrillas, nerviosa e imprevisible, se establecía entre los manifestantes que querían acceder a Sol y los policías que a cada paso se lo impedían. Los manifestantes, como si fueran velocirraptores de un parque jurásico, fueron tanteando las múltiples posibilidades de acceder a la plaza. Sin conseguirlo. Finalmente asumieron que el objetivo era imposible y fueron dispersándose sin grandes incidentes, hasta que su pequeño número permitió a la policía hacerles una pequeña demostración de fuerza. Pero el movimiento de los indignados sigue encontrando poros imposibles por los que seguir respirando, y sin que la policía pudiera evitarlo una miniasamblea de católicos e indignados se creaba en Sol sin que nadie se atreviera a disolverla. A través de esa cámara de TVE asistíamos en directo a la misma y nos convertíamos en testigos incómodos de cómo una decena de policías la rodeaban de manera intimidatoria y procuraban que nadie más se incorporara a ella (no siempre con éxito). ¿Por qué razón? ¿Qué molestaba de esta reunión? Eran casi las doce de la noche. Algo estaba pasando. Nos hemos vestido y hemos marchado hacia Sol Sin saber muy bien por qué. Ni para qué. Pero sentíamos que queríamos estar allí. Craso error. Al llegar el desconcierto ha sido mayúsculo. El contexto había cambiado. El impacto ha sido brutal. Ya no había asamblea. Por supuesto, no había manifestantes. Los católicos habían hecho de nuevo suya la plaza. Los policías (profesionalmente) a su servicio habían abierto un pasillo, que no se podía cruzar, por el que desfilaba una de esas vírgenes sevillanas que invaden Sevilla cada primavera. Y como en una de esas malas películas, nos encontrábamos en la parte equivocada del conflicto. Es decir, al otro lado. De hecho ni siquiera parecía que estuviésemos en Sol. Parecía otro lugar, parecía otro tiempo. Los cánticos religiosos resonaban en nuestros oídos. Era evidente que nada teníamos que hacer allí. Había que largarse. Pero no iba a ser tan fácil. Intentamos varias veces atravesar el pasillo sin éxito. La policía nos impedía regresar al siglo XXI, escapar del bucle espacio-temporal en el que nos habíamos metido. No me lo podía creer. Tantos años después, de manera increíble, de nuevo estaba envuelto en el irrespirable ambiente de la semana santa. Por fin conseguimos escapar. Como ratas, por las cloacas, como Harry Lime, utilizando los pasadizos del metro para alcanzar el otro lado y correr hacia el hogar. Para no ver más. Para no caminar más por mi ciudad. La que considero propia, la única que he elegido, la que esta semana ha sido invadida a costa del erario público… Hace ya un par de horas que estamos en casa. El helicóptero de la policía sigue dando vueltas, identificando potenciales peligros inexistentes. No se escucha otro sonido. Parece que era una falsa alarma. No resuenan más trompetas. El silencio va envolviendo Madrid. Es hora de acostarse. Los peregrinos siguen caminado por las calles. Mañana será otro día.

14 agosto 2011

¿Siglo XXI?

Vivimos en un Estado que se declara aconfesional. Vivimos en una sociedad moderna donde la religión debería ya haber sido desplazada del ámbito del poder al ámbito de lo privado. Vivimos en lo que creemos una sociedad democrática donde las instituciones nos deben representar a todos los ciudadanos. Pero en Madrid estos días parecemos vivir en otra época. Para muestra estas fotos que pertenecen al blog de SoyPública, una plataforma de profesores y maestros de nuestra Comunidad que pretende dar voz a los que no creemos que las políticas educativas que se están siguiendo sean las adecuadas. En este caso no se trata de hablar de recortes o de privatizaciones. No. Tan sólo de imagen. De la imagen que ofrece la fachada de la Consejería de Educación de Madrid. No hace falta comentar mucho más

23 junio 2011

Control parental a través de las redes sociales

Un análisis de las nuevas formas de control que ejercen los padres sobre sus hijos adolescentes a través de las redes sociales. Pichando en el siguiente enlace se puede leer el artículo con mayor comodidad o descargarlo
Una mirada a las nuevas formas de control parental a través de las redes sociales

22 marzo 2011

Los dueños de la información en la España actual

Este ensayo pretende profundizar en las relaciones que mantienen los dueños de las principales empresas de comunicación de nuestro país y analizar sus diversos intereses para intentar comprender la construcción de la realidad que hacen desde sus altavoces mediáticos. Pincha en el enlace para leerlo con mayor comodidad o para descargártelo.

Las redes de empresas multimedias locales

13 noviembre 2010

El capitalismo contraataca

Una y otra vez me vuelve esta secuencia a la cabeza. Dirán que Keynes está superado. Puede ser. Pero John Ford nos regala en 1939 poco más de un minuto impagable que sirve a la perfección para ilustrar las consecuencias de una crisis que ya no es la del 29, pero que se le parece mucho para los que nada tuvieron que ver en su génesis.

Con una diferencia. El tío de los tirantes, una vez que se marche ese coche, puede ir a su casa y antes de que le corten la línea de teléfono y le embarguen la casa puede ocurrírsele investigar por internet.

Después igual no le bastaría solo con el rifle.


27 septiembre 2010

El intelectual fantasma

Hoy toca dar palos a uno de esos escritores que el tiempo va otorgando cierta aureola casi mítica y que hagan lo que hagan, o digan lo que digan, siempre parecen tener el aplauso de los palmeros de turno. Se trata de Antonio Muñoz Molina. Ya sé que este post no me va hacer muy popular entre algunos de mis amigos/familiares. Pero si no lo escribo, reviento.

No tengo demasiado que opinar sobre su obra literaria que no he seguido por auténtico desinterés (sé que no está de moda reconocer que uno no lee nada de ciertos autores, pero desafío a quien sea a que por cada autor que para él sea imprescindible yo pondré encima de la mesa otro que para mí ha sido fundamental y él no ha leído una sola línea), pero en cambio sí puedo decir que he sido asiduo lector a sus aportaciones en prensa, a sus ilustradas opiniones sobre educación, política o sociedad. Todavía recuerdo el amarillento artículo que hace años anda recuadrado en cierto despacho de la casa materna, y que habré leído una decena de veces buscando la clave que lo hace tan especial para ser encumbrado al medallero familiar. Seguiré intentándolo. Seguro que el problema es mío.

La última aportación de nuestro magno escritor es un artículoescrito en el instante” sobre la huelga general. Intentaré diseccionarlo para que lo comprendan mejor.

Estoy cenando esta noche con Elvira en uno de nuestros restaurantes favoritos de Madrid, La manduca de Azagra, por gusto de celebrar el entusiasmo con que tantos lectores han recibido ya su novela

La primera en la frente. Llevo años aguantando con sopor y hastío como Elvira y su santo, el santo y Elvira se promocionan el uno al otro en artículos infumables donde lo más destacable es que además, pretenden hacernos creer que ambos son muy independientes y no se necesitan el uno al otro. Sobre lo de aprovechar para hacer publicidad ¿gratuita? del restaurante de turno…

Me gustan muy poco los manifiestos. Y menos todavía me gustan los manifiestos de personas que se conceden colectivamente a sí mismas el calificativo de intelectuales

¿De dónde se saca AMM que los firmantes del manifiesto (a favor de la huelga) se autodenominan intelectuales? De nuevo se plantea la problemática posmoderna de la necesidad o no del intelectual. Ahora gusta más hablar del francotirador, del independiente lúcido ajeno a toda causa que pontifica desde su púlpito. Sin mojarse jamás. O no demasiado. En todo caso sería un problema de los sindicatos, que como no saben cómo gestionar el apoyo de los “famosos de la cultura” recurren a terminología de otra época y simplifican el asunto denominándolos “intelectuales”, porque no creo que yo que tipos como Rafael Reig (firmante del manifiesto) vayan por la vida presentándose con un: “aquí, don Rafael, escritor e intelectual, a su servicio

Nadie me ha pedido mi apoyo para la huelga general. Nadie me ha preguntado lo que pienso de ella. Pero ya puestos, no tengo reparo en decirlo. No me parece oportuna, no creo que vaya a servir para nada

Aquí empieza el meollo de la cuestión, el análisis profundo del intelectual que no quiere pertenecer a un colectivo de ellos pero que, en el fondo, gusta de ejercer (pobremente) como tal: “la huelga no es oportuna”. Vaya por dios. Es inoportuna. Profundo análisis y extraordinaria argumentación. Los que la vamos a hacer tendremos que pedir perdón a AMM por nuestra mala educación. Con lo que me molesta a mí ser inoportuno. Claro, que a lo mejor no se ha leído la reforma laboral que el gobierno socialista ha aprobado. Ni lo de las pensiones, ni lo de la rebaja indiscriminada de sueldo a los funcionarios, ni lo de los millones de parados que tenemos. O igual le parece bien. O intrascendente. Al fin y al cabo no creo que a él le vaya afectar demasiado. “No va a servir para nada” Por lo tanto para qué luchar por algo que parece justo. Menuda chorrada, mejor callarse y aguantar. Sabemos que esta huelga está medio pactada entre gobierno y sindicatos. Sabemos de la miseria de estos últimos y de su apoltronamiento en el poder. Y qué decir de los socialistas que agachan la cabeza ante el Mercado y no tienen ni la decencia de aparecer en público y decirnos la verdad del porqué de sus políticas liberales. Pero como siempre digo a quien me quiere escuchar, una convocatoria de huelga es una oportunidad para dar un puñetazo en la mesa y demostrar el poder (que no ejercemos nunca los trabajadores) de paralizar un país, al menos como advertencia de que no nos gusta que nos sigan jodiendo desde todas las trincheras.

No me pareció justa la huelga del metro de Madrid, que sólo sirvió para atormentar más a mucha gente trabajadora ya maltratada por la crisis y por las medidas de austeridad del gobierno. ¿Dónde estaban los líderes sindicales del metro de Madrid cuando les rebajaban el sueldo a profesores, a médicos, a enfermeros, a policías, a guardias civiles?

Ante este argumento sólo se puede expresar un profundo desprecio. Es triste observar la desconexión del “intelectual fantasma” de la realidad social laboral del día a día. Claro, que habría que saber cuando fue la última vez que AMM cogió el metro. Sigamos la línea de razonamiento: la empresa decide rebajarte el sueldo porque le sale de las narices, incumpliendo todos los convenios firmados, actuando como si fueras funcionario para realizar los recortes pero sin tenerlo en cuenta para tus derechos laborales, y lo único que puede pensar el señor es en el “tormento de la gente trabajadora” (¿qué tormento? ¿llegar a tarde a trabajar?). Porque los del metro no son trabajadores, ya se sabe. Son alienígenas. Pero la realidad es otra, esto tipos tienen sueldos decentes, sin más, no eran controladores aéreos defendiendo privilegios, eran tan sólo trabajadores defendiendo sus derechos. Aclaremos un poco más las cosas: la tremenda campaña mediática para denigrar y desacreditar la huelga del metro de Madrid debería servir al conocedor de las relaciones de las grandes empresas periodísticas con el poder para reconocer que estuvimos ante una situación excepcional: la primera vez en muchos años que en España unos trabajadores organizados en defensa de sus intereses y con capacidad de lucha demostraban que no es tan fácil humillarles e imponerles medidas lesivas para sus derechos cuando se organizaban e iban todos a una. Pero el final del extracto destila una demagogia que no sería decente por mi parte ignorar: “¿Dónde estaban los lideres sindicales del metro cuando les rebajaron el sueldo a los funcionarios?” ¿Y dónde coño estaba usted, señor Muñoz Molina? ¿Cuáles fueron sus aportaciones a la huelga de funcionarios del 11 de junio? Cuando los funcionarios fueron a la huelga los de metro no los apoyaron (del mismo modo que sucedió a la inversa en la huelga de Metro) porque no estaban convocados por los sindicatos. Porque éstos fueron tan idiotas (o interesados) como para convocarnos por turno, segmentando las luchas e impidiendo el apoyo de unos a las causas de los otros. Y porque todavía no hemos articulado mecanismos del siglo XXI para organizar protestas laborales ajenas a los sindicatos (entre otras cosas porque se considerarían ilegales) Por eso es tan importante la huelga general. Por eso es tan triste su presumible fracaso.

" Los sindicatos no levantaron la voz en todos estos años en que se generalizaba en España un mercado de trabajo desigual e injusto, un modelo económico y educativo que nos llevaba derecho al callejón de salida tan difícil en que nos encontramos ahora […] Quién decía algo en esos tiempos en los que la crisis ya estaba golpeando y parecía que llamar la atención sobre ella era hacerle el juego a la derecha? ¿Quién levantó la voz por el escándalo de medidas tan despilfarradoras y electoralistas como el cheque bebé y los 2.500 euros de regalo fiscal? ¿O cuando ya en plena recesión se tiraron miles de millones de euros en levantar aceras y en cambiar estatuas de sitio? ¿Era justa una medida que afecta igual a quien gana el salario base y a quien tiene un sueldo de alto ejecutivo?

El ejercicio de demagogia parece no tener fin. Desde siempre las medias verdades han sido la mejor manera de mentir de manera interesada, de manipular para lograr hacer pasar por lucidez lo que no es más que pura impostura. Para finalizar AMM se desahoga utilizando argumentos populistas que tratan de culpabilizar al gobierno socialista del situación de crisis que atravesamos, y para ello nada mejor que hacerlo a costa de algunas de sus medidas sociales. Y no podemos obviar que lo que dice no es mentira: las medidas que menciona o fueron fallidas (plan E) o electoralistas y despilfarradoras (cheque bebé), lo que sucede es que son mucho más importantes y significativas las otras medidas, las que no menciona, las que no parece dar importancia, que provienen de gobiernos anteriores y fueron continuados por éste, como son las desgravaciones a la vivienda y la especulación inmobiliaria, o que la mayor parte de nuestro déficit público surge de la provisión de fondos que hubo que hacer al mundo financiero para que sobreviviera a costa de nuestros impuestos, tras ser el germen de la crisis con su capitalismo de casino. No deja de ser curioso como en el último año cada vez se habla menos de esas millonarias ayudas públicas que hicieron los gobiernos occidentales (hasta ahora a fondo perdido) y que son las que han puesto nuestras economías al borde del precipicio, y se habla más de los gastos públicos en otros terrenos que, casualmente, ahora hay que reducir: pensiones, costes laborales, educación…

Y por eso la huelga sí es necesaria. Y no sólo contra el gobierno de Zapatero y su miserable reforma laboral, y la congelación de las pensiones, y la reducción de sueldo de los funcionarios, y la incapacidad de dar una respuesta desde la izquierda a su electorado tocando la fiscalidad de los que más tienen (y no a través del IRPF, precisamente)… Sino también contra las políticas económicas liberales que nos han traído hasta aquí. Por eso este día también hay movilizaciones por toda Europa de las que no se habla. Porque el problema actualmente es que los trabajadores no están representados ni por partidos ni por sindicatos, y mientras Forbes nos cuenta que los más ricos han visto aumentar su capital en medio de la crisis, a los demás no sólo parece que nos toca jodernos sino que también se nos pide que callemos y traguemos. Porque el momento, para algunos, no es el oportuno. Manda cojones.

28 junio 2010

Tontolabas

Aparecen como setas. Están por todas partes. Proliferan especialmente en televisión. Pero también los ves en el metro, en el bus, por la calle. Nos invade una nueva generación de tontolabas. Heredera de otras en la historia. Desde el principio de los tiempos. Su idiocia me molesta, y me culpo por ello porque no debiera, al menos la suya no hace daño, salvo a la inteligencia

Estoy hablando de los portadores del plástico. Sí, de esos que llevan esas pulseras horteras de plástico cuyo precio de fabricación no debe superar los veinte céntimos y que están arrasando entre los tontolabas de este país. Se gastan cuarenta o cincuenta euros en una pulsera de plástico de colores chillones con un ¿holograma? que al parecer emite ¿frecuencias? que ¿reaccionan positivamente con el campo de energía del cuerpo?

Evidentemente es mentira. Tan sólo hace falta un ensayo científico de medio pelo para entender que carece de base científica el rollo ése de que mejora tu equilibrio y estabilidad corporal. Pero no es suficiente, porque la gente quiere creer, en lo que sea, y si encima se lo venden bien, lo convierten en un producto “cool” y consiguen que una serie de tontolabas famosos como futbolistas, presentadores de televisión e incluso tertulianos políticos aparezcan con ella en la muñeca, la moda se convierte en epidemia y los tontolabas de todo el país unen sus voces en una único grito, cuál vuvucela gigante, defendiendo su derecho a ser y parecer idiota. Y lo tienen. Es el derecho universal mejor reconocido en las sociedades de consumo modernas.

El problema es que he convertido a mi pesar, en una prueba irrefutable de que estoy ante un tontolaba, el hecho de ver a alguien con ella puesta. Y si encima intenta convencerte de que funciona, de que no sabe por qué, pero que él se siente mejor, no puedo más que confirmar en silencio mi diagnóstico. Y es peligroso. Porque la plaga se extiende y no sabe uno cuál será el próximo conocido que aparezca con una de ellas puesta y, sorprendido, descubras su verdadera identidad, ésa que siempre pretendió ocultar o tú nunca quisiste apreciar.

08 junio 2010

No hago huelga pero...

No hago huelga pero… considero que el recorte de los sueldos de los funcionarios que impone el decretazo del gobierno “socialista” de Zapatero es injusto, equívoco y mezquino. Injusto porque quita el dinero a un colectivo que nunca vio aumentar su poder adquisitivo en época de bonanza, y que es el único que asegura la limpieza fiscal de sus nóminas. Equívoco porque sirve para colocar en el centro del problema económico del país a un colectivo que no supone más que un 9.5 % del total de la población trabajadora, índice éste muy por debajo de la media europea y que no justifica la inquina y la persecución moral que sufre. Y mezquino porque hace pagar parte de los costes de la crisis a quienes por su labor y sueldo nunca tuvieron posibilidad de participar en el festín financiero especulativo al que otros sí acudieron a devorar con ansia.

No hago huelga pero… considero que la reacción social del resto de los trabajadores ante el recorte de sueldo de los funcionarios ha sido, en general, miserable y cicatera, fruto de una animadversión de fuerte raigambre fomentada por el imaginario popular, por una inexplicable envidia que surge fundamentalmente en épocas de crisis como ésta y por los poderes económicos que tratan siempre de introducir sus zarpas en el pastel de los servicios sociales que ofrece el Estado. Esta actitud sólo es entendible si analizamos críticamente la evolución social de los últimos años, el auge del individualismo y la idea del “sálvese quien pueda” que tan útil resulta para mantener a la masa asalariada trabajadora paralizada, sin capacidad de lucha colectiva, expectante. Cada trabajador parece sólo preocuparse por sí mismo, pendiente del movimiento de los cercanos para evitar zancadillas o ponerlas él mismo para medrar y mejorar y, de manera imbécil, sólo parece despertar de su letargo reivindicativo para despotricar de los funcionarios, cerrando los ojos de manera infantil y necia a la necesaria labor que casi todos nosotros realizamos. Ahora no es el momento pero llegará el día donde se tenga que volver a revindicar nuestro trabajo, aún a costa de sacar a la luz y denunciar las miserias de los trabajos de otros y de los beneficios de los de siempre. Será la hora de conseguir el respeto de nuestros iguales, de diferenciarnos y no dejar que nos presenten como funcionarios sin mentar nuestra labor específica y lo que nos costaría esa labor, esos servicios que prestamos, si los realizaran empresas sin competencia pública que nos cobraran por cada uno de esos servicios. No es el momento.

No hago huelga pero… considero que sería bueno recordar que el problema de déficit de España (que no es sólo público sino también de carácter privado) no es posible que haya sido provocado (ni siquiera en un bajo tanto por ciento) por nuestros sueldos. Unos sueldos que en su gran mayoría se sitúan en la media (tirando a la baja si nos atenemos al nivel de formación de muchos empleados públicos) de la del resto de españolitos de a pie. Sería el momento, ahora que tantos tertulianos liberales parecen “olvidar” premeditadamente el origen meramente especulativo de la crisis, de recordar la ayudas millonarias a bancos que siguen sin dar créditos a Pymes que se ahogan ante la cínica mirada del capital global, recordar el gasto en mantener en precario equilibrio los puestos de trabajo del hiperinflado sector de la construcción mediante inyecciones de dinero público a través proyectos como el del Plan E, recordar la pérdida de recaudación a través de los impuestos por la quiebra de la burbuja inmobiliaria y la incapacidad para limitar el fraude fiscal (también el legal, tipo SICAV) o recordar el coste de las ayudas sociales destinadas a paliar la horrorosa plaga del paro que asola el país. Recordar y no olvidar.

No hago huelga pero… espero que los funcionarios no olviden las circunstancias en las que se produce esta bajada de sueldo: la traición de una Administración incapaz y contaminada por infinidad de asesores de confianza política, un Gobierno que raya la ineptitud y no es capaz de tomar medidas alternativas y socialistas a las ya manidas liberales, siempre relacionadas con recortes sociales, pérdidas de derechos laborales y privatización (que son las que tomaría, sin duda, la oposición), y la certeza de que cómo no reaccionemos y reactivemos las luchas colectivas el futuro se presenta desolador.

No hago huelga porque... soy incapaz de salir a la calle a reclamar sólo por lo mío y sólo por mi sueldo y mis condiciones laborales, eludiendo una realidad que nos muestra que los más afectados por la crisis no somos nosotros sino los casi cinco millones de parados, las familias hipotecadas que son incapaces de salir adelante, la gente que trabaja sin cobrar por las deudas que acumulan sus empresas (muchas de estas deudas son impagos de la propia Administración), la gente que ha visto reducido su sueldo unilateralmente bajo amenazas de despido o Expedientes de Regulación, o aumentadas sus horas de trabajo y se mantienen callados, amedrentados al no disponer de paraguas sindicales que los defiendan.

No hago huelga porque… no nos podemos permitir seguir luchando por separado para después mordernos los unos a los otros. Y por ello espero que por una vez los sindicatos cumplan con su parte o seamos capaces de movilizarnos sin ellos para encontrar la manera de descubrir alguna vía de ataque que sirva para canalizar esos sentimientos entremezclados de cabreo, rabia y perplejidad que tienen la gran mayoría de los trabajadores españoles. Estoy a la espera de huelgas generales, globales, indefinidas donde los trabajadores nos unamos de una puñetera vez y levantemos la voz contra este Gobierno débil e inútil, contra una oposición canalla y ventajista, contra un sistema que nos ha dado de lado y ha provocado las mayores brechas en la historia de las sociedades modernas entre ricos y pobres, y contra los poderes fácticos económicos que ejercen de supragobiernos convirtiendo nuestros parlamentos en meros gestores de temas intrascendentes y transformando nuestras democracias en dictaduras blandas gobernadas por el capital.

Y realmente levantemos la voz para hacernos oír.

12 mayo 2010

Sin alternativas

El problema no es que les (nos) bajen el sueldo a los funcionarios. El problema no es que congelen las pensiones. El problema no es que se eliminen prestaciones sociales que ya en su origen fueron innecesarias y demagógicas como el cheque-bebé. El problema no es que el déficit fiscal del que tanto se habla haya aparecido dos años después de que el superávit permitiera veleidades como aquellos puñeteros 400 euros. El problema no es que a la falta de unos ingresos que se podrían haber conseguido mediante impuestos que se no se hubiesen bajado irresponsablementese se le haya unido el coste económico de una masa de parados desesperante e imposible de asumir. El problema no es que la deuda pública haya crecido ayudada en gran medida por las inyecciones de dinero público a unas entidades financieras que han especulado e inflado la burbuja económica, unas ayudas "necesarias" para “tranquilizar” a un mercado que poco tiempo después tiene la desfachatez de devolver la la moneda exigiendo reformas y recortes que reduzcan la deuda contraída precisamente por darles a ellos dinero y conseguir que la economía no se hundiera. El problema (aunque suene a manido) no es que siempre penen y sufran las crisis los mismos en los sistemas capitalistas. El problema no es tener que apretar los puños y contener la indignación cuando a las propuestas presentadas y con casi cinco millones de parados se le añade ese melifluo "se estudiarán nuevas subidas de impuestos a las rentas más altas para contribuir a la reducción del déficit". El problema no es tener que escuchar al portavoz de la patronal perdonando la vida al gobierno y afirmando que las medidas son necesarias y correctas, que les da su apoyo aunque se debía ir más allá y aprovechar el momento para discutir la privatización de la gestión de los servicios públicos. El problema no es recordar la tabarra que llevamos algunos dando hace muchos años en relacion a que las bajadas de impuestos a la larga nunca benefician a la clase trabajadora, que la eliminación del impuesto de patrimonio sólo beneficiaba al que tiene mucho que heredar, que la insultante fiscalidad de las SICAV compromete la democracia de este país y el principio de igualdad, que las rebajas de las tributaciones de las empresas nunca llegan a los trabajadores, que las putas desgravaciones eran otra engañifa mediante la que el mercado inmobiliario se hacía de oro a costa de la especulación y de los impuestos de todos los españoles, que la espiral autodestructiva de parte de la población asalariada intentando comprar y vender viviendas a precios desorbitados terminaría volviéndose como un boomerang contra los pobres ilusos que creyeron las mentiras que les contaron lo que hablaban de inversión y crecimiento exponencial infinito. No. Todo esto se podría soportar, se podría asumir, se podría olvidar, si pudiéramos creer que había servido para algo, para poner las bases de otro tipo de sociedad, de otro tipo de crecimiento económico. Pero todos somos conscientes ya de que no será así. Que todo esto sirve para reforzar aún más el modelo neoliberal de la economía, que los que pensamos que algo podría variar fuimos unos ilusos. Que la doctrina del shock de la que nos hablaba Klein es una realidad incontestable. Y que las crisis sólo sirven para mostrar la verdad desnuda.

Porque el problema real, el que desazona, el que hace que uno se quiera encerrar en sí mismo, escapar de la realidad, salvarse como sea, beber mucho whisky, ver muchas películas, follar hasta cansarse y olvidarse de comprometerse con ninguna causa es saber que esta crisis demuestra (de nuevo) que no hay alternativa. Que el capitalismo en su versión globalizada va a terminar invadiendo y devorando todos los espacios públicos y dejando a los estados un papel asistencial. Que cuando aparece el miedo los vecinos geopolíticos que antes se apoyaban y decían construir un futuro de unión se miran con desconfianza, arremeten unos contra otros y abandonan al débil en su travesía del desiero. Que sólo parece quedar un largo camino de derrotas en batallas perdidas antes de empezar. Que lo que nos pasa hoy volverá a pasar. Que la crisis que acabe con el próximo ciclo de crecimiento provocará terremotos sociales semejantes. Que el estado de bienestar será cada vez más esquelético. Que ya no sabemos cómo combatir porque las armas políticas del siglo XIX son obsoletas en el siglo XXI y hemos sido incapaces de darnos otras para intentar cambiar las cosas.

Que al final Fukuyama va a tener razón aunque desde otra perspectiva a su imbécil triunfalismo, y en un mundo sin alteridad sólo será posible un capitalismo voraz y devastador que consuma todos los recursos de crisis en crisis mientras le alquilamos cada vez más tiempo de nuestras vidas.

Fantástico.

16 diciembre 2009

Solidaridad occidental: concursa, gana y "vive una experiencia solidaria"

Hoy en 20 minutos

Vive una experiencia solidaria en Mali

Supersubmarina, Sidecars, Sidonie colaboran con Voces. (Imagen: ARCHIVO/VOCES)

  • Concursa con nosotros y podrás ganar un viaje de una semana de duración al país africano de la mano de la plataforma Voces.
  • Podrás visitar, junto a alguno de los artistas colaboradores con esta causa, los talleres que la ONG ha organizado allí este año.
  • Tienes hasta el próximo 21 de diciembre para contarnos en pocas palabras cómo crees que la cultura ayuda a combatir la pobreza.

Nada más adecuado que concursos de esta calaña para entender el tinglado de las ONG y de muchos de los que mediante ellas se dan intensos viajecitos solidarios. Poco más se puede añadir. Si acaso recomendar para no quedarse en el exabrupto que me provoca inevitablemente este tipo de noticias, la lectura de El espejismo humanitario, un libro fantástico escrito por quien fuera durante más de veinte años cooperante y que, sin ser capaz de renunciar a su pasado ni a su labor, considera necesario desenmascarar los putrefactos modos y actitudes solidarias de los "enviados especiales humanitarios" que mandamos al Tercer Mundo

Al final uno no puede más que sorprenderse estando de acuerdo con el espíritu del artículo de Dragó referido a los cooperantes españoles secuestrados, y que tanto revuelo ha armado.

Es que hay que joderse con el concurso: "Concursa y vente con tus artistas favoritos a hacerte unas fotos con un grupo de negros famélicos, para que puedas enseñarlas en tu Ipod en las reuniones de amigos, y poder así ser el centro de atención con el relato de tu aventura solidaria, intensa, trasformadora y diferente"

03 noviembre 2009

Deathbook

A principios de año especulaba yo con la idea de una línea de comunicación con los muertos a cuenta de unas nuevas esquelas de El Mundo donde se podían mandar las condolencias vía sms. Nunca debí hacerlo. Tan sólo tenía que esperar porque, con las nuevas tecnologías, la realidad termina siempre superando cualquier pensamiento más ridículo. El hombre de la sociedad occidental capitalista del siglo XXI en un tarado enfermizo con unas ínfulas constantes de trascender una vida, la suya, demasiado convencional. Y tiene los medios tecnológicos para creer que lo puede conseguir.

Este fin de semana mientras leía en el EPS (esa cosa aburrida y sin alma que ejerce de Semanal de El País y que ahora tienen que promocionar artistas, periodistas o escritores para intentar reflotarla) no me terminaba de creer lo que iba leyendo; pero a medida que leía y leía el reportaje no podía más que imaginar las siniestras posibilidades que el nuevo invento podía llegar a tener. El asunto no es otro que la nueva posibilidad de contratar un servicio de mensajería desde los infiernos (o los cielos, nunca sabe uno) para que una vez que la espiches puedas seguir molestando y dando por saco al personal que se ha quedado en la Tierra, que descansa mientras te echa nostálgicamente de menos y que aprende a vivir sin ti… ¿Vivir sin ti? ¿Y por qué tu ego tiene que sufrir el penoso tránsito de verte desparecer sólo porque seas tan idiota de morirte? ¿Por qué va tolerar la posibilidad de que cuando ya no estés todo en el fondo seguirá igual, que el mundo continuará girando y que tu importancia era menor de lo que te gustaría pensar?

Pues para solucionar estos conflictos irresolubles que al parecer deben dejar sin dormir a mucha gente, han aparecido empresas en Internet que se dedican a guardar tus mensajes, fotos, vídeos y demás morralla personal que la gente acumula o crea para que, una vez que estés muerto, les llegue vía email a aquellos que tú hayas elegido en las fechas indicadas… ¿De verdad a la gente le parece bien morirse y no dejar en paz a los vivos para que puedan rehacer sus vidas? ¿Es normal que año tras año o mes tras mes (hay gente para todo, con mucho tiempo libre en vida) abras el correo y tengas un mensaje de tu muerto recordando lo mucho que te quería o lo feliz que ha sido contigo? ¿O controlando tu vida desde el amor y el chantaje emocional?... No sé como lo veis, pero a mí todo esto me despide un olor nauseabundo a egoísmo desmedido: al final antes de morirte solucionas un doble problema que tú solito te has creado: la necesidad de trascendencia ( y claro, como muy pocos son los elegidos que además de lo del árbol y la familia terminan escribiendo un libro, esta necesidad se está convirtiendo en un monstruo en nuestra sociedad de escaparate continuo) y la indecente necesidad de “ser sinceros”, eso sí, cuando la cosa ya no te puede afectar demasiado (al fin y al cabo ya estás muerto... que se jodan los demás…).

Por supuesto que algunos recordarán en este momento algunos bodrios sentimentales con buenas intenciones (como aquella película de Coixet que a tanta gente entusiasma… ¿por qué?) donde una madre deja grabados emocionantes (¿babosos?) mensajes a sus hijos para ir felicitándolos por cada uno de los cumpleaños que no podrá compartir con ellos; pero a mí me gustaría señalar que la vida real nunca es como una película, y al final este nuevo método de espiritismo virtual supondrá seguramente nuevos sobresaltos en la vida de la gente, por ejemplo cuando los muertos se atrevan a contarles lo que nunca se atrevieron a confesar en vida. Por no hablar del caos mental final que puede tener alguno que sobreviva demasiados años: puede terminar teniendo una bandeja de correo electrónico repleta de mensajes de muertos con mucho tiempo libre. Imaginaos tener que responder emocionalmente a semejante correspondencia.

No puedo dejar de señalar una solución que por sencilla nadie se planteará: siempre se puede no leer (o no escuchar o no ver) aquello que te envían desde ultratumba pero, no nos engañemos, ¿alguien se cree que podremos hacerlo?… ¿Conocéis a mucha gente que no conteste a cualquier pitido del móvil sin ni siquiera mirar quién lo llama o notar si es conveniente o no descolgar el teléfono en ese momento?