31 diciembre 2010

Un año de cine (2010)

Seguimos con los resúmenes del año. Ahora toca el cine. Aclaro en la selección las que vi en pantalla grande. La películas nuevas (no contabilizo las revisiones) que he visto este año son:
  • La cinta blanca (2009) - Michael Haneke (cine). De lo mejor que vi este año en el cine. Mediante una pulcra y elegante fotografía en blanco y negro se hace un retrato demoledor de los efectos de la represión en la educación de los niños. El plano final es antológico.
  • Avatar (2009) - James Cameron (cine). Insustancial y olvidable. Ya me explayé hablando de ella. No perderé más tiempo.
  • Up in th air (2009) - Jason Reitman (cine). Es una película que me irrita. Mucho. Me molesta su pátina de cine independiente y comprometido cuando despide un hedor conservador insoportable.
  • Sacrificio (1986) - Andrei Tarkovski. Grandiosa. El cine de este tío parece hecho en otro planeta. Nadie ha conseguido superar la belleza de las imágenes de sus películas y el impacto emocional que producen.
  • El mensajero del miedo (1962) - John Frankenheimer. Cine de acción político. Eficaz y sorprendentemente moderno. Recomendable.
  • Shutter island (2010) - Martin Scorsese (cine). Hay un grupo de películas que el tiempo hace que vaya cambiando mi impresión sobre ellas. Esta es una de este tipo y cada vez la recuerdo con mayor agrado y me parece de mayor interés. Podemos estar ante algo grande de Scorsese o ante una tontería psicoanalítica de usar y tirar. Seguiré pensando en ello.
  • Vampyr (1932) - Carl T. Dreyer. Los juegos de sombra deslumbran y maravillan. Espléndida película de vampiros con aportaciones técnicas notables.
  • Manderlay (2005) - Lars Von Trier. Segunda parte de Dogville que se inicia con un interés que decae con los minutos. A pesar de ello es una película destacable.
  • Twin Peaks (1990-1991) - David Lynch. Me da igual que sea un serie y que esto trate precisamente de evitar el que empieza a ser un trillado tema de conversación. Adoro esta serie, me parece una cosa espectacular y me da exactamenteigual cuando dicen que decae (a mitad de la segunda temporada) porque en ese momento yo ya camino al lado del agente Cooper y amo el café y los dulces con la misma intensidad que él.
  • Häxan (1922) - Benjamin Christensen. Una rareza sueco-danesa censurada durante décadas en Europa por tratar el siempre controvertido asunto de la brujería y los asesinatos de mujeres acusadas de ello en la antigüedad. Tiene un enorme interés y calidad. Además, ahora que parece “descubrirse” los documentales ficcionados (la docuficción), este podría ser el primer ejemplo en la historia del cine.
  • Quiero la cabeza de Alfredo García (1974) - Sam Peckinpah. Se suda y sientes el polvo mexicano en los huesos, en la cara , en tu piel. Es un Peckinpah desatado y brutal y la película está de puta madre.
  • La carretera (2009) - John Hillcoat (cine). Era muy difícil adaptar el universo de Cormac McCarthy en una película realizada con las normas del cine comercial de Hollywood. Pues eso... era muy difícil. Prescindible.
  • Donde viven los monstruos (2010) - Spike Jonze (cine). A la espera de mayores retos para un director muy interesante, la película es un cuento infantil que no termina de servir ni para niños ni para adultos. Aún así mantiene el interés y a ratos es visualmente muy hermosa.
  • Celda 211 (2010) - Daniel Monzón (cine). Efectiva e impactante muestra de cine de género patrio. Me gustó bastante en su momento aunque los meses pasados no le benefician en mi memoria.
  • Malditos bastardos (2009)- Quentin Tarantino (cine). Tarantino en estado puro. La secuencia inicial y la del bar-cueva alemán son antológicas y sus homenajes a los grandes del cine un placer para cinéfilos.
  • Days being wild (1990) - Wong Kar Wai. La primera obra de la que sería una desarticulada trilogía formada también por las formidables Deseando amar y 2046. Hermosa, cautivadora, sutil.
  • En tierra hostil (2009) - Kathryn Bigelow (cine). Basura. Basura patriotera con envoltorio independiente. La secuencia en la que el tío en un supermercado entiende que sólo puede vivir con la adrenalina de la guerra es tan pueril por simple que induce al vómito.
  • An education (2009) - Lone Scherfiry (cine). Sencilla y bonita aunque intrascendente película inglesa. Sirvió para descubrirme a una actriz preciosa llamada Carey Mulligan
  • El rey de la comedia (1982)- Martin Scorsese. Corrosiva y ácida comedia de uno de los mejores directores de la historia del cine.
  • Los sustitutos (2009)- Jonathan Mostow. Un coñazo insufrible. Yo y mi manía de seguir viendo ciencia ficción sólo por el hecho de serla. Hubo más a lo largo del año.
  • Gallipoli (1981) - Peter Weir. Me encantó. En general todo lo que dirige este tío tiene un aroma especial, un aroma a clásico que nunca envejecerá.
  • El tiempo del lobo (2003)- Michael Haneke. Tras un desastre desconocido llega el momento de que el ser humano se enfrente a sí mismo y a sus pulsiones más básicas. La visión de un director clave de lo que podría pasar tras el fin de la civilización. Muy interesante. Yo la enlazo de manera diagonal con La carretera (novela). Se complementan.
  • Señales del futuro (2009) - Alex Proyas. Uffff… ufff… ufff… ¡Qué cosa tan mala! Que este tío sea el mismo que dirigiera en su día la muy estimable Dark City es incomprensible. Me cabreo sólo de recordarla. Menuda basura.
  • Punch-drunk love (202) - Paul Thomas Anderson. Curiosa, extraña y rara, muy rara ¿comedia? ¿romántica? de uno de los directores norteamericanos más interesantes. Recomendable (creo)
  • El jardinero fiel (2005) - Fernando Meirelles. Muy buena. Consigue integrar una trama de intriga política y social con un planteamiento estético muy particular y atractivo. Merece mucho la pena y el resultado es fantástico.
  • Prisionero del odio (1936) - John Ford. Película menor de un Ford que estaba ya preparado para retos superiores. Se deja ver con gusto y las secuencias de la cárcel nos recuerdan los coqueteos expresionistas del director en aquella época.
  • Kick Ass (2010) - Matthew Vaughn (cine). Una sorpresa. Me reí y me divertí con esta visión canalla del mundo de los superhéroes. La presentación de Nicolas Cage y su hija es impactante. De las que no se olvidan.
  • El caballero de hierro (1925) - John Ford. La primera película de largo aliento de Ford nos descubre cómo algunas de sus señas de identidad ya se estaban conformando en esta temprana época de cine mudo. A mí me encantó, claro. Para cinéfilos y completistas
  • Barco a la deriva (1935) - John Ford. Curiosamente una película en la que no conseguí entrar al principio termina siendo una delicia donde las obsesiones fordianas se muestran con claridad y sencillez
  • El fugitivo (1947) - John Ford. Ambiciosa película, tal vez fallida porque Ford es incapaz de colocar a un cura en el abismo donde el protagonista debiera situarse. Estimable y estéticamente poderosa.
  • Cuatro hombres y una plegaria (1938) - John Ford. Intrascendente.
  • Barry Lyndon (1975) - Stanley Kubrick (cine). La Filmoteca me permitió ver en pantalla grande la única película de Kubrick que no había visto aún, por ser la que más pereza me daba. A pesar de ello me gustó mucho. La selección musical y la puesta en escena son impecables y uno se tira todo el metraje admirando la maestría de un director diferente y genial.
  • Origen (2010) - Christopher Nolan (cine). ¿La Matrix de esta década que se acaba? El tiempo lo dirá, pero es una película que sé que voy a volver a ver y que contiene aún muchas sorpresas en su interior ajenas a las ya manidas de si es un sueño o no lo que vemos. Atentos a la estructura narrativa de la película.
  • Toy Story 3 (2010) - Lee Unkrich (cine). Cuando parecen que por fin van a fracasar y que la historia ya no da para más (lo primeros veinte minutos), Pixar nos deja un peliculón de los que marcan a generaciones de niños (y no tan niños) para siempre.
  • El precio de la Gloria (1952) - John Ford. Un Ford descontrolado e irregular, fuera de sitio en una comedia negra sobre la guerra donde se le ven mucho más sus defectos que sus virtudes. Absolutamente prescindible.
  • Escala en Hawai (1955) - John Ford y Mervin LeRoy. Adaptación de una obra de teatro muy popular por entonces en la que Ford tocó fondo. Le importaba un carajo la película y eso se nota. Termina siendo aburrida y repetitiva. No importó. Al año siguiente rodaría Centauros del desierto. Palabras mayores.
  • Los hombres que miraban fijamente a las cabras (2009) - Grant Heslov. Comedia con enorme potencial que sorprendentemente termina siendo insulsa e incluso aburrida.
  • Número nueve (2009) - Shane Acker. Visualmente es un espectáculo impresionante, pero la historia no se sostiene y termina siendo un coñazo.
  • Resacón en las vegas (2009) - Todd Philips. Ejemplo de la nueva comedia americana que intenta superar viejos clichés sin conseguirlo del todo. Se deja ver.
  • Pandorum (2009) - Christian Alvart. Otro de mis perversiones de ciencia ficción. En la estela de Horizonte final. No es peor ni es mejor que aquella… ¿Y qué?
  • Sherlock Holmes (2009) - Guy Ritchie. En pocas palabras: me la suda.
  • Planet 51 (2009) - Jorge Blasco,Javier Abad, Marcos Martínez. Españoles haciendo cine americano de animación sin la gracia ni la experiencia de aquellos. Pues eso: ni fu ni fa. Para niños muy niños.
  • Two lovers (2008) - James Gray (cine). Espléndida película con soberbia interpretación de Joaquín Phoenix. El cine norteamericano de calidad intenta sobrevivir. A duras penas.
  • Tres días con la familia (2009) - Mar Coll. Primera película de la directora que indaga en la inagotable fuente de las relaciones familiares. Aunque pierda el pulso a veces, sólo por la naturalidad con la que filma la comida y las jerarquías que en ella se muestran merecería la pena ver esta película. Ojo a un cine español joven, sin complejos que se está haciendo de espaldas a un público adocenado por la televisión y que no tiene nada que ver con esa imagen de cine insustancial y casposo que dominara la década anterior.
  • El quimérico inquilino (1976) - Roman Polanski. Un Polanski escabroso y perturbador en la línea de sus mejores películas. Excelente.
  • Europa (1991) - Lars Von Trier. A mí el cine de este tío casi siempre me pone. Me hace pensar y sus imágenes siguen sobrevolando mi cabeza días y meses después de ver sus películas. Cine de género extraño y sorprendente.
  • Código desconocido (2000) - Michael Haneke. La soledad, la incomunicación, los malentendidos. La vida filmada por un austriaco cabrón. Imprescindible.
  • LOL (2010) - Lisa Azuelos. Una basura francesa irritante y estomagante. Una película de pijos y para pijos, mal realizada y pésimamente interpretada. Una lamentable pérdida de tiempo. Joder, qué mala.
  • Forgotten silver (1995) - Peter Jackson, Costa Bates. Un docuficción sorprendente que destila un infinito amor al cine y que hace que el espectador lo ame tanto como sus directores. Una delicia.
  • 4 meses, 3 semanas, 2 días (2007) - Cristian Mungiu. Haneke ya tiene seguidores que como él filman historias apegadas a la realidad con una distancia sobrecogedora. Muy interesante.
  • Wall street: el dinero nunca muere (2010) - Oliver Stone (cine). Una traición imperdonable a una excelente película de los 80. Una bazofia intragable sin ritmo y sin dirección. El final todavía hoy me produce náuseas.
  • La isla (2000) - Kim Ki Duk. Mucha gente aún no se ha enterado de que seguramente el mejor cine de esta década nos viene de Asia. Tal vez por lo que nos cuesta verlo. Hipnótica y con unos personajes que rayan la locura estamos ante una película de indudable belleza. En su primer plano hay más cine que en temporadas completas de series de prestigio.
  • Jacuzzi al pasado (2010) - Steve Pink. Detrás de ese horrible título se esconde una comedia ácida sobre la incapacidad de los hombres treintañeros y cuarentañeros de adaptarse a la vida adulta, inmersos en una destructiva nostalgia continua por sus adolescencia y su juventud. Se deja ver pero decae a partir del planteamiento.
  • La red social (2010) - David Fincher (cine). Junto a Origen la película norteamericana más interesante del año. Fincher mantiene el pulso y consigue ilustrar a la perfección el guión de Aaron Sorkin, que yendo mucho más lejos de lo de Facebook, hace una sinteleigente radiografía de la sociedad del siglo XXI.
  • Rebobine, por favor (2008) - Michel Gondry. Otra película que destila amor al cine por los cuatro costados, pero con un enfoque más gamberro. La primera hora es fantástica. Después decae hasta los abismos.
  • Contra la pared (2004) - Fatih Akin. Ejemplo de cine “comprometido” europeo. Ejemplo también de lo que no hay que hacer. Un coñazo de película y de sufrimiento. Ganó todos los premio, claro.
  • La vergüenza (2009) - David Planell. Decepcionante y melifluo intento de mostrar un aspecto social no tratado habitualmente como es el de la adopción y las familias de acogida. Prescindible.
  • El mensajero del miedo (2004) - Jonathan Demme. Innecesario remake. Curiosamente es más abrrida y menos arriesgada que la original del 62, lo que nos debería hacer reflexionar sobre la decadencia del cine de Hollywood
  • Amarcord (1973) - Federico Fellini. Maravillosa, desborda vitalidad; resulta entrañable y divertida.
  • It´s about love (2003) - Thomas Vintenberg. Una rareza. No se puede decir que sea ciencia ficción, es más bien una alegoría extraña sobre el ser humano y cómo parte de él muere en la búsqueda del éxito profesional a la que nos aboca esta sociedad. Gana con el tiempo y la reflexión.
  • El escritor (2010) - Roman Polanski. Anodina y convencional muestra de cine de género. No aporta nada nuevo. Se deja ver. Decepcionante por estar dirigida por Polanski. Sorprendentes los parabienes, premios y alabanzas que ha recibido.
  • Cabeza borradora (1976) - Davin Lynch. Un Lynch joven y sin trabas, en estado puro. Inquieta y perturba; atrae y asquea; es incomprensible a ratos. Deja un regusto extraño. No se puede olvidar. Está de puta madre.
  • El dormilón (1973) - Woody Allen. Divertida a ratos, con chistes espléndidos que no son suficientes para mantener el nivel. Flojea y mucho.

2 comentarios:

  1. Me respetas al maestro Scorsese, así que nada que objetar. Con Polanski eres un poco más duro, pero tampoco te pasas. Tenías que explayarte con Amargord, obra cumbre de la Historia del Cine, pero se te disculpa. Abrazo fuerte. Quítate de Lynch, es perentorio.

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  2. The Road es jodida de adaptar, más que nada porque:

    - Si te has leído el libro no te sorprende (e incluso te puede decepcionar). El libro detalla el "mundo cubierto con una capa de ceniza" lo suficientemente bien como para no dejarte espacio para la imaginación.

    - Si no has leído el libro te parece una película lenta, ya que piensas que puede ir en otra dirección, algo con más acción, más apocalíptica, más "rápida", pero no es más que la relación padre-hijo en un mundo hostil.

    No sé, me pasó como con "El niño con el pijama de rayas". Es un libro que sorprende si no sabes de qué va, pero que una vez lo has leído ves la película y te quedas igual que antes que empezarla, sólo que con 6€ menos.

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