Más allá de las tres de la mañana. Las calles de Madrid están atestadas. Jóvenes y no tan jóvenes deambulan como zombis en busca de un refugio donde agotar sus ansias finales de alcohol y diversión. La ciudad los rehuye como a leprosos, las puertas de los garitos están ya medio echadas, la música aún resuena pero la amenaza ya se deja sentir en el interior mediante luces insidiosas que de repente iluminan lo que nunca debió ser otra cosa que oscuridad; los porteros o dueños, con caras de circunstancias, aluden a unas normas que obligan al cierre sin tener en cuenta ni el clima ni el espíritu necesariamente trasnochador de una ciudad viva. Los refugios escasean, los pocos bares con licencias especiales de apertura están atestados y en su exterior decenas de personas suplican pasar a por su último anhelo, la quimera final, la última posibilidad de que esa noche sea la noche, no una noche más en la que el alcohol de nuevo invada lentamente la sangre y el letargo se imponga de manera ventajista y cobarde a la excitación que inicialmente el dulce líquido proporcionó. No, aún la noche puede ser la noche, esa noche que genera recuerdos, anécdotas, encuentros inesperados, conversaciones emocionantes o descubrimientos insospechados. Un último intento, una tentativa más que sólo un despreciativo Caronte con músculos y mirada maliciosa puede ofrecer. Y mientras él elige a los afortunados que podrán darse esa última oportunidad los demás continuamos nuestro triste caminar.
Cada vez más en silencio, con menos risas, con más cansancio, hasta esa última esquina desolada donde la despedida es un tanto forzada, casi sin palabras. La peor de ellas, la impuesta por otros, por las circunstancias, por una ciudad terminal que envejece por días, más segura y más silenciosa.
Esa noche, esta vez, no fue la noche.
29 junio 2009
03 junio 2009
Rigor periodístico
Hace unos días en dos periódicos diferentes aparecían sendas noticias sobre la utilización en el aula de las nuevas tecnologías en la educación por parte de los profesores de secundaria
Así presentaba el gratuito ADN la noticia. Era espectacular: el 70% de los profesores ya estaba adaptado a los nuevos tiempos. Eso significaría que España se situaría a la cabeza del mundo en el uso de estas novedosas técnicas educativas. Un dato brutal.
Ese mismo día Público se hacía eco del mismo informe (que está señalado con color en ambas noticias para comprobar que las informaciones provienen de la misma fuente) pero desgraciadamente reducía el tanto por ciento de profesores "tecnologizados" a un más triste (aunque incluso excesivo) 30%. Eso sí, simplificando al máximo la información en un patético titular y reintroduciendo al PC en el aula (uno se imagina al pobre profe arrastrando un 486 por los pasillos del instituto)
¿Qué falla? ¿Quién tiene razón? Igual es que ambos periódicos en su afán reduccionista adelgazan la información hasta hacerla contradictoria mediante titulares grandilocuentes. Si uno se va a la fuente original se encuentra con que:
¿Tan difícil es escribir un titular atractivo, informativo y riguroso?
Así presentaba el gratuito ADN la noticia. Era espectacular: el 70% de los profesores ya estaba adaptado a los nuevos tiempos. Eso significaría que España se situaría a la cabeza del mundo en el uso de estas novedosas técnicas educativas. Un dato brutal.
Ese mismo día Público se hacía eco del mismo informe (que está señalado con color en ambas noticias para comprobar que las informaciones provienen de la misma fuente) pero desgraciadamente reducía el tanto por ciento de profesores "tecnologizados" a un más triste (aunque incluso excesivo) 30%. Eso sí, simplificando al máximo la información en un patético titular y reintroduciendo al PC en el aula (uno se imagina al pobre profe arrastrando un 486 por los pasillos del instituto)
¿Qué falla? ¿Quién tiene razón? Igual es que ambos periódicos en su afán reduccionista adelgazan la información hasta hacerla contradictoria mediante titulares grandilocuentes. Si uno se va a la fuente original se encuentra con que:
- Más del 70% de los profesores utiliza las nuevas tecnología y el 26,40% lo hace semanalmente.
¿Tan difícil es escribir un titular atractivo, informativo y riguroso?
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