Tras seleccionar las 30 mejores películas que vi entre 2010 y 2015 ahora llega el momento de recordar las 30 peores películas que vi durante esos años. Están elegidas entre las casi 500 que vi y tengo comentadas en ese intervalo de tiempo.
Están ordenadas de manera cronológica según las fui viendo, desde el año
2010. Cuando escribo (cine) es que esa película la "disfruté" en pantalla grande. Estas son las elegidas:
- Up in th air (2009) - Jason Reitman (cine). Es una película que me irrita. Mucho. Me molesta su pátina de cine independiente y comprometido cuando despide un hedor conservador insoportable.
- LOL (2010) - Lisa Azuelos. Una basura francesa irritante y estomagante. Una película de pijos y para pijos, mal realizada y pésimamente interpretada. Una lamentable pérdida de tiempo. Joder, qué mala.
- Transformers (2007) - Michael Bay. Un truño infumable, una sucesión de despropósitos sin sentido. Narrativa y visualmente confusa sin pretenderlo y sin que tenga algún tipo de significado. Aún teniendo perfectamente presente lo que se puede esperar de este tipo de cine esta película resulta infame. Aquellos a los que les haya gustado deben hacérselo mirar. Empecé la segunda parte y la tuve que quitar a los diez minutos. Y no es algo que suela hacer.
- Diamantes de sangre (2006) - Edward Zwick. Con un planteamiento interesante que alude al tráfico de diamantes, la película se autodestruye en minutos quedando convertida en un inverosímil y coñazo viaje redentor del personaje que interpreta Di Caprio. Una cosa lacrimosa y deplorable
- Next (2007) - Lee Tamahori. Con los años habrá que asumir que las ideas de Philip K. Dick no han hecho demasiado por el cine. O que el cine ha sido muy descuidado con la fértil imaginación de este escritor. Otra buena idea tirada a la basura. Interpretación penosa de Cage, nula personalidad en la puesta en escena y en la dirección y aburrimiento continuo desde el minuto diez. Ah, y por supuesto, otro papel de mujer florero, histérica y llorona, de esos con los que Hollywood honra a la mujeres.
- Buried (2011) - Rodrigo Cortés. No entiendo el fervor de tanta gente con esta película. Y menos que el mérito que resalten es que mantiene la tensión durante el metraje. Faltaría más. Pero a pesar de eso no deja de ser un tío metido en un ataúd (del que no parece poder salir) durante hora y media. Sin trasfondo, sin reflexión, sin nada que reenfoque lo que se cuenta, que le dé otro valor. Nada, el vacío. Y el ataúd, claro.
- Prometheus (2012) - Ridley Scott (cine). El desastre de aquel año, la peor película que vi en relación a las expectativas formadas. Interpretaciones planas, una dirección sin pulso y sin rumbo. Un guión de chiste que acumula referencias sin sentido y preguntas sin respuesta casi en cada plano. Personajes del tebeo pésimamente construidos, confusión, una historia pretenciosa con cierto tufo a religiosidad barata… Un desastre. Basura.
- Men in black 3 (2012) - Barry Sonnenfeld. ¿Hay algo peor que una película concebida para la risa, para ser un mero entretenimiento liviano, y que aburra desde el primer minuto? ¿Y que además todo parezca extremadamente estúpido, desde la estúpida trama hasta los estúpidos personajes? Pues eso es lo que es esta cosa. Qué horror.
- La educación prohibida (2012) - Germán Doin. Basura. Absoluta. Sólo así se puede definir el documental que llegó en 2012 para revolucionar el mundo de la educación (cuando no era más que un carrusel de clichés sin sustancia), llenar de verborrea inútil dos horas y media de aburrimiento existencial, presentar como expertos educativos a los que no son más que charlatanes y representantes del pensamiento mágico y llenar la cabeza de tonterías peligrosas a demasiados espectadores despistados. Investigar a los supuestos expertos que se atreven a denostar la educación pública estatal y las formas de enseñar “tradicionales” desde unos presupuestos ideológicos que no exponen es algo absolutamente trascendental para aquellos que realmente quieran comprender el trasfondo de este documental. La educación y los modos tradicionales de enseñanza deben seguir evolucionando, pero hemos de tener cuidado y no aceptar como alternativas viables soluciones mágicas e intelectualmente anoréxicas. Lo dicho, pura basura.
- The Amazing Spiderman (2012)- Marc Webb. Y de pronto Peter Parker de nuevo es adolescente (me temo que no será la última vez). Y de nuevo sufre mogollón hasta que acepta su destino. Y de nuevo asistimos a unas clases de psicología barata para explicar el carácter de nuestro superhéroe. Y de nuevo se enamora (ahora de Gwen) y el chaval lo pasa mal (normal). Y todo está ya muy, muy visto; y es muy, muy cansino; y termina siendo muy, muy coñazo. De nuevo.
- La vida de Pi (2012) - Ang Lee (cine). La historia de cómo un adolescente tarado por un chute demasiado fuerte de religión(es) elude la realidad para sobrevivir a un naufragio se convierte en un bodrio esteticista, cansino, reiterativo, infantil y pesado, muy pesado, que extrañamente se coonrtió en un éxito para esa crítica y ese público que cada año esperan como idiotas esa película de prestigio a la que adorar. De fácil consumo y espiritualismo de saldo gustará a seguidores del pensamiento mágico y del rollito "todo vale" propio de la new age.
- Sombras tenebrosas (2012) – Tim Burton. Lo de Burton ya es preocupante. Se ha convertido en una parodia de sí mismo, su universo se derrumba película a película, desgastado por el tiempo y la repetición de fórmulas ya manidas. Esta película es un auténtico despropósito. Mala hasta molestar.
- Lo imposible (2012) - Juan Antonio Bayona. Sensiblera, aburrida, artificiosa. No sólo aburre sino que también abochorna. Sigo sorprendido por su enorme repercusión. Tal vez sea cosa mía pero me pareció un auténtico truño. Inaguantable. De principio a fin. Qué cosa más mala.
- Fin (2012) – Jorge Torregrosa. Pura cochambre. Lo peor del cine español expuesto ante los ojos del espectador. Pésima elección de casting, una historia idiota basada en un libro que tuvo en su momento cierta repercusión, una puesta en escena pobre y una evidente falta de pericia para manejar los resortes de tensión que la historia, al menos, demandaba. Mala de narices.
- La jungla de cristal 5 (2013) – John Moore. Es culpa mía, lo asumo… ¿A quién se le ocurre? Pues yo qué se, nostalgia ochentera por un personaje icónico que tuvo una primera película excelente…. Aun no esperando nada de nada de la película he de reconocer que me sorprendió. En serio. Era difícil, muy difícil, casi imposible que pudiera ser aún peor, mucho peor de lo que yo ya esperaba que fuera. Basura infinita. Truño absoluto. Mierda cósmica.
- Idiocracia (2006) – Mike Judge. Una propuesta subversiva: un idiota de nuestra época se despierta en el futuro convertido en el tío más inteligente de un mundo involucionado en el que la imbecilidad prevalece y se extiende como la peste. Lo que más me jode de todo es que una idea tan interesante y divertida, con tantas posibilidades, termine derivando en una película tan vulgar, tan idiota y tan intrascendente como ésta. Qué pena.
- A Roma con amor (2012) – Woody Allen. Infame. En serio, que alguien le diga a Allen que ruede cada dos años, que pula un poco más sus guiones y que no dirija como si le importara todo un carajo. Y por favor, que alguien convenza a sus fundamentalistas fans que películas como ésta, así como muchas otras de los últimos años ( ¿Vicky Cristina Barcelona? ¿Midnight in París?) son pura cochambre, desechos de tientas, por mucho que se las mire con simpatía por ser el director que es
- Elysium (2013) – Neil Blomkamp (cine) Podría limitarme a decir que es mala de cojones (lo que significa que me ha molestado hasta su visión) pero las expectativas que había generado este director después de la prometedora Distrito 9 merecen que diga algo más: un guión de chiste con una pretendida preocupación social infantiloide, unos personajes construidos a brochazos, una puesta en escena digna que se diluye a medida que avanza el metraje y uno de los finales más lamentables del año sitúan a esta película entre las que se disputan el lamentable honor de mayor truñaco de ese año.
- Linterna verde (2011) - Martin Campbell … ¡Pero esto qué es! ¡Pero esto qué es! ¡Quién dio el visto bueno a este engendro del demonio! ¡Pero qué hace ese tío ahí vestido con unas ridículas mallas verdes y sosteniendo ese farol de farero en la mano! Ya en serio, centrémonos... No, paso. Es tan mala que duele sólo recordarla
- Her (2013) – Spike Jonze (cine). Venga, va. El hipsterismo y los modernitos adoptaron a esta película como su himno cinematográfico del año. Es inexplicable. A pesar de lo mucho que me gustaron anteriores película de Jonze, Her es una auténtica bazofia, de principio a fin, sin nada que la salve. Desde la propuesta de un futuro con una sociedad sin conflictos en la que el tedio impera y las emociones se dibujan con trazo grueso, hasta la falta de verosimilitud en el desarrollo de una inteligencia artificial tan idiota, superficial y vacía como el personaje que interpreta Phoenix. Y con secuencias que provocan vergüenza ajena, como ese "momento de sexo" con final fundido a negro. Superficial, grandilocuente e intrascendente a pesar de sus penosos deseos de parecer profunda. Un producto que define nuestro tiempo. Ideal para amantes de Apple y para hipsters en proceso de encontrar un sentido a su vida.
- Vivir es fácil con los ojos cerrados (2013) – David Trueba. Para mí resulta inexplicable ciertos consensos artificiales que a veces consigue cierto tipo de cine español. La película de Trueba no sólo es aburrida sino que es deslavazada y absurda. Cine de buenas intenciones, blandito y difuso, que nada puede transmitir porque en el fondo poco hay tras el ornamento (también en la fotografía, de una calidez artificiosa y molesta). Más que aburrir irrita, por insustancial
- After Earth (2013) – M. Night Shyamalan. Aburrimiento colosal. No digo que sea una basura completa porque a la película la salvan destellos de dirección y una música eficaz. Pero lo cierto es que estamos ante un auténtico peñazo intragable a mayor gloria de los Smith (padre e hijo), con demasiados fallos, sin emoción y sin grandeza. Con una secuencia final entre padre e hijo que provoca molestias intestinales durante horas. Joder, vale, sí: menuda puta mierda.
- Estación lunar 44 (1990) – Roland Emerich. Madre mía, menudo engendro. Lo único bueno para Emerich es saber que ya era muy malo cuando empezó, que no fue que Hollywood le convirtiera en un director de mierda, que siempre fue así. Ciencia ficción de serie Z que intenta colocar todos los clichés del género que tan bien habían funcionado en la década anterior en un batiburrillo sin ton ni son donde nunca se entiende la trama del todo y que en el fondo pronto reconoces que te importa un carajo. Basta con fliparlo ante la "calidad" de las interpretaciones, de la puesta en escena, de la historia y del montaje de ciertas secuencias. El momento del ascensor, ya al final, está entre lo más bochornoso que jamás vi en película alguna. Basura cósmica.
- The amazing Spiderman (2014) – Marc Webb. Indescriptible. Menudo truño se marcaron los de la Sony con el reboot del viejo superhéroe. Si ya la primera apestaba esta no hay por donde cogerla. Penosa por patética. Patética por mala. Y mala, es muy mala, pero de las que hacen daño.
- Trascendence (2014) – Waly Pfister. Indescriptible. Recomiendo ver esta película porque pocas veces en una producción millonaria de Hollywood (en la que al menos siempre parece estar garantizado un acabado impecable) se encuentra uno con tal cantidad de despropósitos. No solo en el montaje (que es auténticamente de traca) sino que somos testigos de una atribulada interpretación de grandes actores que nunca terminan de saber por qué y para qué están haciendo y diciendo lo que hacen y dicen, dentro de una historia sin sentido, mal narrada, pésimamente dirigida y que termina de manera surrealista. Mala de solemnidad
- Lucy (2014) – Luc Besson. Basura infinita. Hace ya mucho tiempo que Besson solo dirige y produce basura. Queda ya muy lejos aquella original y divertida El quinto elemento. En este caso además, al sopor que genera la primera parte de la película (la parte de acción, manda narices), hay que unir una segunda parte donde la historia se detiene en elementos pseudocientíficos y absurdos para tratar de dotar de una trascendecia imbécil a una historia que no se sostiene desde el primer minuto. Horrible.
- Divergente (2014) – Neil Burger. Un absoluto "pa qué". No es solo que sea mala, es que molesta. Distopía adolescente que desaprovecha algunas buenas ideas para conformar un espectáculo sobrecargado y desmañado en el que prima el ruido, la acción mal narrada y el romance intensito.
- Hombres, mujeres y niños (2013) – Jason Reitman. Lo mío con Jason Reitman empieza a ser puro vicio. Sí, veo las peliculas de Reitman porque odio visceralmente su cine. Y, sorprendentemente, este tío jamás me "decepciona". Su cine es un absoluto fraude, una basura fraudulenta que juega siempre a la provocación más hipócrita, para finalmente terminar masacrando a aquellos personajes de sus películas que intentan pobremente convertirse en alternativa a la moralidad dominante. Rancio conservadurismo social envuelto en celofán indie y alternativo que vuelve a estomagar en esta película de relaciones familiares modernas. Asco.
- San Andreas (2015) – Brad Peyton. Qué cosa más mala, joder. Copiando el viejo esquema que tan ridículo ya pareciera en Parque jurásico 3, nada mejor que una crisis (un hijo perdido entre dinosaurios entonces, una hija perdida en una ciudad en la que se produce un terremoto ahora) para que el hombre de la familia marque sus huevazos y vaya recuperando el respeto y el amor de su ex mujer, mientras el nuevo novio de esta se comporta con un gañán, cobarde patético sin matiz alguno. Personajes principales que actúan como idiotas, idiotas que actúan como idiotas secundarios y un fuerte hedor a idiocia generalizada en la producción. Mala hasta hacer daño.
- Sin límites (2011) – Neil Burger. Sin límite de hedor. Basura infinita. Una droga que expande la mente le sirve al personaje encarnado por Bradley Cooper para convertirse en alguien aun más gilipollas de lo que ya era anteriormente. Sus nuevas capacidades intelectuales le sirven, fundamentalmente, para follar, ganar pasta y hacer el imbécil. También escribe un libro. Además, tenemos que aguantar a un director con ínfulas que pretende ir de innovador en lo visual, en una película mal contada, con una trama ridícula y un guión al que se le notan demasiado las costuras.
Bola extra:
- Young adult (2011) – Jason Reitman. Basura infecta. Reitman une sus fuerzas de nuevo con Diablo Cody para, en este caso, construir un personaje femenino desagradable, egoísta, ambicioso, envidioso y superficial. Revestida con el falso disfraz de comedia, la película es otra muestra más del tipo de cine que nos ofrecen estos dos "creadores". Tras la aparente subversión se esconde el más rancio conservadurismo moral. Y, por supuesto, la única explicación posible que se les ocurre para explicar el carácter miserable de esta mujer es una maternidad frustrada convertida en trauma irresoluble. Vomitiva.