13 abril 2012

Las mentiras sobre el copago sanitario

Desde hace demasiado tiempo cada día nos despertamos con noticias desesperantes, generadas por el Gobierno con sus recortes o por la miserable presión económica exterior que apuesta por hacernos caer, como ya cayeron Grecia y Portugal. Nunca como en este tiempo me he informado tanto a través de tantas fuentes y nunca como ahora sigo tan poco lo que los periódicos caducos ofrecen en papel.

El anuncio por sorpresa del nuevo ajuste de 10000 millones de euros en sanidad y educación vuelve a mostrarnos cómo el PP no sólo mintió una y otra vez en su programa electoral y durante la campaña electoral de noviembre, sino que además ni siquiera cumple con aquello que Rajoy predicaba acerca de su fiabilidad y de que sus decisiones no iban a ser ocurrencias tomadas de manera irresponsable y precipitada. Un gobierno que tarda casi tres meses en presentar unos presupuestos generales, intentado ocultar sus intenciones a la ciudadanía con el interés bastardo de ganar las elecciones andaluzas, no puede dos semanas después presentar un recorte de este calibre que invalida todo el supuesto trabajo serio de evaluación que la presentación de tales presupuestos debiera conllevar.

La pregunta que surge ahora es de donde van a recortar en dos ámbitos tan delicados como son la sanidad y la educación para conseguir ese ahorro anunciado. En sanidad ya han empezado los dirigentes populares y los tertulianos en nómina a lanzar globos sondas a los medios respecto al camino a seguir: co(re)pago sanitario. Primero, en las recetas... Después, ya veremos. En este enlace se puede leer como Cospedal aboga por el copago en las recetas y abre la puerta a introducirlo también en las consultas (eso sí, todo muy "socialista" de momento, sólo en función de las rentas). También deja caer la posibilidad de dejar de financiar las medicinas más baratas.

Hay que intentar no caer en el nuevo engaño de la derecha. Es un argumento demagógico y falaz decir que deben pagar más por los fármacos aquellos que más cobran (en nómina, claro, a los otros nada se les hace...bueno, sí, reciben amnistías fiscales como premio por robarnos a todos durante años) ya que es injusto que paguen igual que los más pobres. Lo que sucede es que, debido a la progresividad fiscal, los primeros ya han pagado a través de los impuestos, mucho más que los segundos, porque la mayor parte del precio de los fármacos lo subvenciona el Estado... ¡precisamente a través de esos impuestos! Por lo tanto que el PP venga ahora con esta "vena socialista" defendiendo que paguen más por los fármacos los que más cobran sólo es una manera populista de intentar ganarse a la manipulable opinión pública española, aprovecharse de su desesperanza y desesperación y escurrir el bulto. En el fondo son conscientes de que es imposible alcanzar sus objetivos de déficit en un país que no crece, en recesión económica y en el que ellos mismos pronostican que habrá seis millones de parados a final de año. Pero prefieren seguir refugiados en su ortodoxia económica, no tocar el IVA porque sería tremendamente impopular y aprovechar la ocasión para terminar de abrir la puerta a una futura privatización total de la sanidad.
 
El problema (no para ellos que lo saben y les gusta la idea) es que el camino que abren puede romper el consenso social que ha permitido que la clase media y media-alta (las que sustentan el tinglado impositivo realmente) sostegan económicamente el sistema sanitario universal de extraordinaria calidad que tenemos, ya que se podían beneficiar de él tanto directamente (sobre todo en los casos más graves que supondrían un coste privado muy difícil de asumir) como indirectamente (porque podían contratar seguros privados muy baratos que les permitían eludir los aspectos más engorrosos de la sanidad pública). No hay que ser muy perspicaz para prever que en poco tiempo se empezarán a escuchar dulces cantos de sirena que abogarán por la obligatoriedad de seguros médicos privados para las rentas más altas (con jugosas desgravaciones, claro) que ofrecerán prestaciones que la seguridad social ya no ofrezca de manera general y sólo haga de manera asistencialista a los más desfavorecidos. Así veríamos como lentamente se irían desanclando aquellos con las nóminas más altas del compromiso social que supone la sanidad pública . 

Nada hay más peligroso que la demagogia socialista de la derecha

1 comentario:

  1. De acuerdo en todo Pepe. Por cierto, echa un vistacillo en mi blog, porque he introducido un artículo que habla del tuyo.

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